El Museo Guggenheim de Bilbao presenta, hasta el próximo 15 de abril, 'Brancusi–Serra', la exposición más importante hasta la fecha dedicada al que fuera precursor de la escultura moderna, Constantin Brancusi (1876-1957), y a uno de los principales exponentes de la escultura contemporánea, Richard Serra (1938).

Los estudiantes a las puertas del Museo Guggenheim.

Una treintena de esculturas de Brancusi y nueve piezas de Serra, que ilustran el desarrollo de las ideas escultóricas de ambos artistas, se exhiben en Bilbao de forma excepcional junto a la monumental 'La materia del tiempo' ('The Matter of Time', 1994–2005), una instalación de Richard Serra ubicada de forma permanente en el Museo.

Brancusi, nacido en Rumanía y residente en París desde 1904, redujo las formas escultóricas a su esencia, sentando así los fundamentos de la escultura abstracta. Medio siglo más tarde, el artista estadounidense Richard Serra ha redefinido el efecto que la escultura genera en el espectador mediante la creación de piezas de acero minimalistas que atraen literalmente al observador a la obra.

Cuatro claves para entender la muestra

1.- El estudio

La relación entre las obras y el espacio que las circunda era fundamental para Brancusi. En relación al legado que el artista hizo al Musée National d'art Moderne de París de su taller en el año 1956, Richard Serra manifestó lo siguiente sobre la reconstrucción del estudio de Brancusi: “[El estudio] muestra un proceso de trabajo total, en el que no existe separación o división alguna entre los espacios de trabajo y de vida. En el estudio existía la oportunidad de entablar una relación personal con el conjunto total de la obra. Se percibía no solo la originalidad de la creación de Brancusi, sino el desarrollo de su método de trabajo".

2.- Los materiales

Tanto Brancusi como Serra reinventaron la escultura cuestionando el proceso tradicional, el uso de los materiales, la experiencia total y la relación entre el arte y el espacio.
Brancusi, que utiliza los materiales de manera más tradicional, elige los elementos en función de su potencialidad para expresar de manera natural una idea. De este modo, el material es un medio para alcanzar un fin: si el material que el artista utiliza es yeso, la obra tiene un aspecto poroso y sencillo; si es bronce, el resplandor del material transmite arrogancia; el alabastro es pesado y confiere a la pieza una sensación arcaica e intemporal.

3.- El pedestal

El pedestal en la obra de Brancusi adquiere una cualidad escultórica sin precedentes. El pedestal ya no es un elemento separado, sino que el artista rumano lo integra como parte de la propia obra, a la que completa y transforma.
Para Richard Serra, la desaparición del pedestal supone una ruptura en la historia de la escultura. Serra evita la distancia que el pedestal establece entre el espectador y la obra, permitiendo una mayor interacción entre ambos.

4.- El espectador

La relación de las obras de Brancusi con el espacio a su alrededor y los vínculos que se establecían con los volúmenes próximos y la percepción del espectador constituyeron una de las preocupaciones evidentes del artista rumano.

'El beso', de Constantin Brancusi.

Dos obras destacadas

'El beso' (1923–25)
Constantin Brancusi

Dos figuras, un hombre y una mujer, aparecen abrazados, con los brazos entrelazados y sus caras tocándose. Sus ojos almendrados se funden para crear un solo ojo de Cíclope que todo lo ve.
Brancusi esculpió esta obra directamente a partir de un bloque de piedra. Sus formas simples y geométricas marcaron un punto de partida importante en el estilo del escultor.
Él mismo explicó que la simplicidad no es un objetivo en el arte, pero se puede llegar a ella buscando el significado real de las cosas. A pesar de que las figuras están cortadas por debajo del pecho y fragmentadas, Brancusi consideraba la pieza como un todo, como una entidad escultórica.

'La materia del tiempo', de Richard Serra.

'La materia del tiempo' (1994–2005)
Richard Serra

Ocho monumentales esculturas de acero componen la obra de Richard Serra 'La materia del tiempo'.
Las esculturas están situadas para que el espectador pueda explorar su interior y el espacio que hay alrededor. A medida que lo hace, el visitante puede observar cómo las esculturas dan forma al espacio. El espacio parece ir cambiando de manera inesperada y sorprendente. En algunos lugares parece comprimirse, en otros parece expandirse. En ocasiones, se vuelve ancho o estrecho, largo o corto, alto o bajo.
El título de la instalación está basado en la idea de una progresión de tiempo. Por un lado, del tiempo que tarda el espectador en explorar y experimentar cada una de las esculturas, pasando de una a otra. Por otro lado, del tiempo interior, personal y privado, en el que los fragmentos de nuestra memoria visual y física se combinan y se vuelven a experimentar.

Foto de grupo de los alumnos del Cepa de Laredo.

A algunos de nosotros nos gustó más el arte de Serra porque sus esculturas son de grandes dimensiones, grandiosas, pero a la vez tienen un equilibrio inestable que te hacen aflorar todo tipo de emociones cuando las atraviesas y te sumerges en ellas.
A otros, les gustó más Brancusi porque les pareció más visual y porque en su obra hace referencias a su país, a sus raíces; así, incorpora el pedestal a sus esculturas aludiendo a las columnas de los antiguos cementerios rumanos.

De todas maneras, a todos nos pareció sorprendente la exposición y a lo largo del recorrido nos fuimos implicando en sus obras y pudimos observar las afinidades y contrastes que existían entre estos dos artistas.