El colegio
Cumbres fue fundado en Santander por el sacerdote
secular Doroteo Hernández Vera y desde 1942
se dedica a la educación de la infancia y la
juventud, cuyos padres ven en su proyecto educativo
un modelo para construir la persona en todas sus dimensiones,
a través de una educación integral.
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Fachada del
colegio Cumbres en Santander. |
Nuestro colegio se sitúa en la calle Cisneros,
con acceso por la calle La Folía o por Los
Hidalgos. Como dije anteriormente, fue fundado por
el sacerdote Doroteo Hernández en 1942. Entonces
era una escuela unitaria; posteriormente se fue modificando
hasta ser hoy un colegio con Educación Primaria
y Secundaria Obligatoria. La etapa de Educación
Infantil se encuentra situada en el Centro de Educación
Infantil Niño Jesús, en Cazoña.
Don Doroteo empezó pagando con su pobre bolsillo
los gastos de la escuela para que durara mucho tiempo.
Los servicios del colegio son buenísimos: un
buen comedor, acogida desde las 7:30, permanencia
hasta las 18:30 y atención en vacaciones y
puentes. Las clases son excelentes, con unos buenos
profesores, trabajos divertidos y educativos, lecciones
de aprendizaje, y con clases de apoyo.
Las actividades extraescolares son: gimnasia rítmica,
kárate, guitarra, informática, danza
moderna y taller de comunicación inglesa, además
del baloncesto, con la Escuela Municipal de Deportes.
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Doroteo Hernández
en una visita a Bolivia. |
Y ¿quién era Doroteo Hernández
Vera?
Doroteo Hernández Vera nació en Matute
de Almazán (Soria), el 28 de marzo de 1901,
en una familia humilde. Sin medios económicos,
tuvo dificultades para llegar a ser sacerdote, debiéndose
pagar la carrera con su trabajo en el seminario.
Durante la Guerra Civil española estuvo preso
durante varios meses por ejercer su ministerio sacerdotal,
periodo que él asumió como positivo
para “unirse más a la pasión de
Cristo y apreciar la desgracia que supone, para cualquier
persona, encontrarse en esa situación”,
llenándose de fuerza y amor para ayudar en
la reconstrucción de la paz y el perdón
entre todos.
En Santander trabajó con los jóvenes
de Acción Católica y en barriadas obreras.
Fue capellán de la Prisión Provincial,
asesor de sindicatos, predicador, misionero popular
y colaborador de 'El Diario Montañés'.
Fuera de Cantabria fundó colegios para las
personas sin recursos, casas de acogida para madres
desprotegidas con sus hijos y para jóvenes
en dificultad, que no tenían con quien vivir,
o con problemas familiares. También fundó
guarderías, dispensarios, hogares de ancianos,
etc. Su campo de actividad lo culmina creando misiones
en Bolivia, Perú, República del Congo
y Zambia.
Murió en Coslada, Madrid, el 6 de Noviembre
de 1991. Sus restos descansan en la capilla del Centro
Ascensión Sánchez de esa localidad madrileña.

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