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II Época / Nº38
Marzo
2010
REPORTAJES / CON LA MOCHILA AL HOMBRO
Diario del viaje a Italia

Por María Juez Primo y Joaquín Martínez Crespo, alumnos de 1º de Bachiller del IES José María Pereda de Santander.

Los alumnos de 1º de Bachiller del IES José María Pereda han pasado una semana en Italia de intercambio en compañía del director del instituto, José Manuel Cabrales, y de su profesora de Lengua, Maite Encinas. A finales de marzo los compañeros italianos visitarán nuestra ciudad y se alojarán en las casas de los alumnos del IES José María Pereda protagonistas de esta noticia.

Preparadas para comenzar el viaje.

Viernes (la llegada):

Llegamos cansados pero más nerviosos todavía, porque casi ningún español había cogido mucha confianza con su italiano. Cuando llegamos, todos los italianos estaban esperándonos; tras bajar del bus y coger las maletas, las profesoras hicieron las parejas y cada uno se fue con su italiano a casa.

Bienvenidos a nuestra escuela.

Sábado:

Por la mañana fuimos al instituto para que el director nos diera la bienvenida oficial. Tras un pequeño discurso y posterior aperitivo, fuimos a ver el Ayuntamiento de Valdagno. Después de hacer una visita guiada, cada uno se fue a su casa. Después de comer a una hora muy temprana, cada uno salió con su italiano y algunos amigos. Los que salieron por Valdagno fueron a los pequeños bares que había, y los que no fueron a discotecas bastante grandes. Pero los maravillosos cócteles que había se podían probar en todos los locales.

Domingo (día en familia):

Cada español estuvo con su familia y muchos visitaron algunas ciudades como Marostica y Bassano. Aprovechamos para decir que la comida italiana es maravillosa y que comimos muchísimo durante esa semana.

El grupo al completo.

 

Lunes (Venecia):

Nos reencontramos todos y nos contamos unos a otros lo que habíamos hecho durante el fin de semana. Emprendimos el viaje hacia Venecia; cuando llegamos estaba nevando. Después de un largo paseo a través de los canales visitamos Piazza San Marco y el Palacio Ducal. Tras la comida y después de una jornada de compras, volvimos hacia Valdagno. Cuando llegamos, cada uno hizo vida con su italiano: algunos salieron, otros vieron películas...

En Vicenza.

 


Martes (Vicenza):

Como empezaba a ser ya la rutina de cada día, nos levantamos pronto para desayunar, llegar al instituto y coger el bus que nos llevaría a nuestro próximo destino: Vicenza. Visitamos la ciudad teniendo el privilegio de contar con las explicaciones en español que hicieron los propios italianos. Por la tarde, algunos quedaron para salir varios españoles y varios italianos juntos, otros hicieron lo mismo pero en casa de algún italiano....

Anfiteatro en Verona.

Miércoles (Verona):

Tocaba ir a Verona. Éste fue el mejor día de todos durante nuestra estancia en Italia. Allí pudimos conocer el balcón de Julieta y tocar en su estatua la parte que daba suerte. Después de la visita mañanera y la comida fuimos a la Arena, que es un anfiteatro. Allí, haciendo alarde de la simpatía española, nos atrevimos a cantar para comprobar la acústica. Después de varias canciones típicas españolas, se nos unieron los italianos y comenzamos una guerra de canciones. Después visitamos la basílica de San Zeno y regresamos a Valdagno.

Se acerca la despedida.

Jueves (día en clase):

Llegamos al instituto y buscamos cada uno nuestra clase. Después de cuatro horas de clase, y tras hacer unas tarjetas como obsequio para nuestros italianos, nos fuimos cada uno a nuestra casa. Cada grupo de italianos hizo un postre para la cena de esa noche. Fuimos a cenar a una pizzería. Después de cenar las famosas pizzas italianas (podemos asegurar que la fama tan buena que tienen, la tienen muy merecida), cada uno de los españoles le dio la tarjeta de agradecimiento que habíamos hecho. Entonces comenzó a recorrer la sala una nube de emociones que hizo que todos acabáramos llorando ya que el viaje se terminaba.

Viernes (regreso):

De este día hay poco que decir. Fuimos al instituto, donde habíamos quedado todos para coger el bus. Allí, tras la pena de tener que marcharnos y despedirnos de sus familias, de ellos y de todos lo momentos vividos juntos durante esos siete días. Nos embargó de nuevo un sentimiento de tristeza que hizo que comenzáramos todos de nuevo a llorar, contagiándonos las lágrimas unos a otros.


La semana del 22 al 29 de marzo podremos seguir escribiendo esta historia que ha sido posible gracias a los institutos y a la implicación de los profesores.



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