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II Época / Nº27
Junio
2008
EL MUNDO / SABÍAS QUÉ ?

Las herrerías y los herreros

Por los alumnos de 1ºA de ESO del IES Santa Clara de Santander.

Las herrerías eran unos establecimientos donde trabajaban el hierro de forma artesanal siguiendo el método directo. Un herrero es aquel que elabora objetos de hierro o acero, utilizando para ello herramientas manuales para martillar, doblar o modelar el metal cuando éste se encuentra en estado plástico. Los herreros trabajan calentando las partes del hierro o del acero a modelar.

Un herrero trabajando.

Los herreros solían usar los siguientes instrumentos:

  • La forja: el lugar en donde se le aplica calor al metal en la herrería.
  • El yunque: es un gran bloque de hierro o acero acabado en punta para facilitar el proceso de forjado y para sostener algunas herramientas especiales.
  • Los martillos: los que se usan en herrería son los de bola y de cuña.
  • Las tenazas: se usan para asir el metal incandescente.
  • Los moldes: son instrumentos para dar forma al metal.

Antes de la Revolución Industrial, el herrero de la aldea era un vecino básico de cualquier poblado. Actualmente, las técnicas de producción en masa han reducido la demanda del trabajo de los herreros.

A España debió venir el conocimiento del hierro y de su industria con los fenicios, pero su divulgación se atribuye a los celtas en el siglo VI a.C. como lo prueban los hallazgos de armas de estilo celta. La fundición de hierro propiamente dicha o reducción del hierro al estado líquido no fue conocida hasta los comienzos del siglo XIX debido a la invención del método de altos hornos.

La siderurgia tradicional tuvo cierta importancia en Cantabria desde muy temprano (Alta Edad Media). El sistema empleado en las ferrerías consistía en cocer el mineral en hornos bajos, usando como combustible carbón vegetal. Al menos desde el siglo XV usaban ya la energía hidráulica para insuflar aire en el horno a través de fuelles y para mover un mazo que servía para golpear la llamada goa o zamarra, es decir, la masa pastosa de hierro que salía del horno tras la cocción; el martilleo servía para compactarla, liberarla de la escoria y darle forma. En el siglo XVIII fueron famosas las ferrerías de la Merindad de Campoo. Las ferrerías hidráulicas, que estuvieron en funcionamiento más de cinco siglos, tuvieron una gran importancia para la economía de Cantabria, pero durante los años cincuenta del siglo XIX comienzan a perder importancia debido a la aparición en el mercado de cantidades cada vez mayores de hierro producido por la moderna siderurgia nacional y extranjera, lo cual incidió sobre los precios reduciendo los márgenes de beneficio.

Una de las salas del Museo de las Campanas de Meruelo.

El hierro forjado fue perdiendo importancia ante la penetración de productos elaborados industriales que comenzó a arruinar la actividad de un gran número de herreros. Sólo en ciertas áreas marginales, menos accesibles a los centros de mercado la actividad artesana resistió mejor y continuó demandando hierro forjado. Pero con la caída de los precios y los elevados costes de transporte resultaba cada vez menos rentable para los ferrones montañeses, hasta que el deterioro de los años cincuenta se transformó en hundimiento vertiginoso durante la década siguiente, en lo que influyó también, sin duda, el incremento del precio del combustible. De ese modo, en 1874 sólo quedaban tres ferrerías produciendo en Cantabria. Hoy, la mayoría han desaparecido, aunque se han recuperado milagrosamente algunas como la de la Yseca (Guriezo) y la de Cades (Herrerías).

Algunos herreros famosos de Cantabria son:

  • Alejandro de Gargollo Foncueva, de Arnuero que fundió la campana de 18.000 Kg, conocida como 'la Grande' o 'la Gorda' en la catedral de Toledo en, 1753.
  • Pedro de Villanueva de Güemes, que fundió la campana de 13.000 Kg, llamada 'María' en la catedral de Pamplona, en 1.584.
  • Pedro de Güemes, de Arnuero, que fundió la campana de 11.000 Kg, llamada 'la Berenguela en la catedral de Santiago de Compostela, en 1729.

En Cantabria tenemos la suerte de contar con el Museo de Campanas Municipal de Meruelo y Siete Villas, en el que podemos ver el proceso de fabricación artesanal de una campana clásica, desde la realización del molde hasta el cocido en horno de ladrillo macizo, barro y paja.

 


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