El nacimiento
del instituto oficial de segunda enseñanza
Marqués de Santillana en Torrelavega supuso
una pieza importante en el despegue de una ciudad
que tenía a principios de los años treinta
casi 18.000 habitantes frente a los 80.000 de Santander.
La población crecía cada década
una media de 3.000 personas en una ciudad que basaba
su economía en el comercio y la industria,
destacando las químicas, calzado, muebles,
artículos mecánicos y productos alimenticios.
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Fachada del
edificio del instituto en 1954. |
Se concede el instituto para Torrelavega el 9 de
octubre de 1931 con tal de que ésta aporte
el edificio y terrenos anexos, así como el
primer material para su inmediato funcionamiento.
La concesión corrió serio peligro cuando
se tuvo noticia de la visita a la ciudad de un alto
funcionario ministerial que se desplazaba para comprobar
"in situ" el estado del edificio destinado
a centro docente. Ha de tenerse en cuenta que a finales
de 1931 ni siquiera se había realizado la subasta
de las obras. Para solventar este imprevisto problema
se organiza para dicho personaje una improvisada e
instructiva gira turística por diversas poblaciones
como Santillana, Comillas y San Vicente de la Barquera,
tan entretenida y variada que al regreso a Torrelavega
sólo quedó el tiempo justo para que
el representante ministerial no perdiera el tren de
regreso a Madrid, quedándose sin cumplir el
único objetivo de su visita: inspeccionar el
inexistente edificio del instituto.
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Los estudiantes
realizando unos ejercicios. |
Este fue inaugurado oficialmente el 30 de octubre
de 1932, comenzando las clases en el edificio provisional
del Colegio de La Paz el siete del siguiente mes.
El siguiente curso aportó la principal novedad
de la ocupación definitiva del nuevo edificio
construido por el ayuntamiento, hecho que tuvo lugar
el 8 de enero de 1934, abandonando los locales del
Colegio de la Paz. El nuevo edificio constaba de una
planta baja y un piso. Albergaba seis aulas capaces
cada una para sesenta alumnos, tres gabinetes laboratorios
cada uno con capacidad para treinta y dos alumnos;
así como un gabinete de dibujo para otros sesenta
alumnos, dependencias para dirección, secretaria
y oficinas, además de los necesarios "servicios
sanitarios".
Por aquí han pasado más de 60.000 personas.
El curso 36-37 es el de menor número de alumnos
oficiales matriculados de la historia del centro,
con 72. No obstante el año se perderá,
académicamente hablando, ya que se anulan matrículas
y exámenes a causa de la Guerra Civil.
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Preparados para
jugar un partido de baloncesto.. |
Se inicia con el curso 1937-38 una nueva etapa en
el Instituto de Torrelavega. Hay una baja sensible
tanto en el número de profesores como, sobre
todo, en el de alumnos; así cuando comenzó
este curso sólo había doce profesores
bien es verdad que en los dos cursos anteriores también
había descendido el número de profesores
respecto a los dos primeros años académicos
pasando 17 docentes en 1932-33 y 1933-34 a quince
y trece en 1934-35 y 1935-36 y 162 alumnos oficiales,
91 chicos y 71 chicas.
Otra novedad respecto a cursos anteriores fue la
separación de sexos entre el alumnado: de 9,00
a 13,00 las alumnas y de 15,00 a 19,00 los alumnos.
Es fácil pensar que esta duplicidad de horarios
redundaba en perjuicio del profesorado.
Además, y tras un fugaz aumento de número
de matrículas oficiales en el curso 38-39,
por encima incluso de los niveles anteriores a la
guerra y posiblemente con alumnos que dejaron de estudiar
momentáneamente a causa del conflicto civil,
asistimos a una lenta decadencia de la matricula.
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Alumnas al más
puro estilo ye-yé. |
Debe tenerse en cuenta que en el curso 1966-67 se
superaron con creces los 1.200 alumnos, y cuando su
capacidad apenas rebasaba el millar y que unos años
más tarde se sobrepasará la cantidad
de 1.500 estudiantes oficiales, si bien es verdad
que en esos momentos se computa el alumnado de la
Sección Delegada de Torres.
En los últimos cursos, concretamente desde
el 79-80, es posible detectar un cierto estancamiento,
incluso retroceso, en lo que se refiere a la matrícula,
descenso que es más apreciable en los estudios
nocturnos, mientras que la matrícula diurna
se mantiene casi constante. Esta tendencia parece
apreciarse no sólo en el Instituto Marqués
de Santillana, sino que parece ser de carácter
más general en todo el territorio nacional.
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Concursando
en el programa 'Cesta y puntos'. |
El comienzo del curso 2002-2003, está marcado
por las obras de ampliación del Centro y por
la constante recepción de material. No obstante,
surgen ciertas dificultades cuando se ocupan las nuevas
instalaciones en relación con la calefacción
que no funciona y con otras anomalías que dificultan
la vida académica, sobre todo en el nuevo módulo.
En el curso 2004-2005 prosiguen las obras de acondicionamiento
de la Biblioteca lo que permitirá que dos grupos
de alumnos con sus profesores trabajen simultáneamente
y del aula 112 como Sala de Profesores.
Más información:
http://www.iesmarquesdesantillana.com/web75aniversario/

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