Los 90 alumnos de 1º
de ESO del colegio La Salle hicimos el pasado 1 de
marzo una visita al Museo de Altamira, algo que nos
vino bien pues estábamos viendo el tema de
la Prehistoria en el colegio. Durante la visita estuvimos
acompañados por nuestros tutores, Gema, José
Manuel y José Javier.
Lo primero que hicimos
cuando llegamos fue ver el Museo en el que pudimos
ver y tocar réplicas de los útiles y
restos encontrados en las cuevas, así como
ver unos vídeos ilustrativos
sobre cómo se vivía hace 18.000 años.
Durante la visita al Museo trabajamos unas guías
didácticas que nos prepararon los responsables
del Museo.
|
Observando la manera de hacer fuego.
|
Más tarde vimos la Neocueva,
algo que nos sorprendió mucho. Allí
nos explicaron las distintas partes en las que se
dividía la cueva: la entrada de la cueva donde
pasaban la mayoría del tiempo y hacían
sus labores como coser, comer. Ese lugar recibía
el nombre de Hogar... Otra parte era la interior,
que es lo más fascinante de la cueva, donde
están las pinturas. En esas pinturas se pueden
diferenciar animales como bisontes, caballos y ciervos,
manos en positivo y negativo y algún signo
que no se ha conseguido descifrar. Aunque lo más
increíble fue el saber que la altura que hay
entre el suelo y el techo de la cueva original en
algunos lugares es inferior al metro de altura.
|
¡Qué pintas teníamos
vestidos así!.
|
Por último,
nos dividimos para hacer los talleres, donde aprendimos
muchas cosas de la mano de Munua, gracias.
|
Todos prestábamos mucha atención
a las explicaciones.
|
El de sílex,
el del fuego, la caza y el del graffiti. El taller
de sílex consistía en hacer láminas
finas chocando dos piedras y con esas láminas
es con lo que se hacían las puntas y cuchillos.
El taller del fuego nos sirvió para ver las
dos formas que tuvieron en el Paleolítico Superior
para conseguir luz, calor y poder cocinar, mediante
el golpeo de dos piedras o bien por el rozamiento
de un palo. En el taller de la caza descubrimos la
importancia de la palanca con los propulsores y todo
el proceso necesario para hacer una buena lanza. Por
último el taller del graffiti en donde, después
de ver cómo se obtenían los pigmentos,
pintamos nuestras manos en una pared con un aerógrafo,
una pajota que imitaba los huesos que utilizó
el Homo Habilis hace ya muchos años.
SUBIR
|
|