No iban
a hacerlo todo bien y, como su país, los alemanes
últimamente andan de capa caída. Ello
se demuestra en la mala gestión pero, sobre
todo, defectuosísima campaña de marketing
de la firma SEAT. Lo cierto es que probablemente los
directivos de la Volkswagen no anduviesen muy equivocados
en relación al cambio de enfoque, pues la compra
de la española SEAT a los italianos de FIAT
en 1990 les ha dejado ahora un fallo de estrategia:
se están haciendo la competencia a si mismos.
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El nuevo modelo
León de Seat. |
No olvidemos que su también filial Skoda que,
por cierto, vende más (se han registrado aumentos
del 13,8% en sus ventas a mediados de año),
compite en la misma parcela de mercado que SEAT: coche
que en principio no exige un gran desembolso, con
motor de confianza, en definitiva: un coche para gente
que no quiere pasearse llamando la atención
y que tampoco quiere arruinarse al comprarlo ni renunciar
a la estética ni a la calidad. Además
Skoda fabrica en centro-Europa, así que la
mano de obra es sustancialmente más barata:
un español cobra los mismo que tres austriacos
juntos. SEAT ha sufrido una continua caída
en las matriculaciones en los últimos dos años,
lo que ha provocado que vaya a producir 56.000 vehículos
menos que los previstos inicialmente en la factoría
de Martorell (Barcelona), lo que deja la cantidad
final en 390.000 unidades. La punta de producción
se remonta a 2000. Ese año, la firma ensambló
los 516.146 turismos.
Con esta situación no es de extrañar
que a día de hoy poco menos de 700 obreros
de la fábrica de SEAT en Martorell vayan a
ser despedidos, aunque no podemos tachar de tiranos
o incomprensivos a los dirigentes de la Volkswagen,
pues SEAT no cumple en absoluto, es el coche menos
vendido del grupo, de hecho Volkswagen deberá
recortar presupuestos: 10.000 millones de euros en
dos años, además de recortar plantilla.
Estos recortes de plantilla, como ya he comentado,
han empezado aquí en España, en donde
existen dos complejos fabriles, uno en Pamplona y
otro en Martorell. Éste último es el
que va a sufrir los recortes. En principio la compañía
alemana pretendía echar a la calle a 1346 trabajadores,
aunque a día e hoy son 660 los que parece van
a la calle.
Realmente esto no convence a nadie, ya que se rumorea
(rumores bastante fundamentados por otra parte) que
VW lo que quiere no es recortar la plantilla de SEAT,
sino cerrarla o mantenerla bajo mínimos utilizándola
como una filial de Audi dedicada al diseño
de coches deportivos.
Por otra parte, económicamente si SEAT cierra
España verá como enormes inversiones
de capital pasadas -y no tan pasadas- van al traste,
lo cual es bastante probable, ya que incluso se habla
de ciertas ofertas de compra realizadas por un fabricante
chino a mediados de septiembre.
El problema de SEAT es sin duda el cambio radical
de enfoque que han surgido sus coches, tanto estéticamente
como en mercado. Así la obsesión de
Volkswagen por no comerse mercado le ha llevado a
pensar un cambio de estilo en SEAT, que pasa a ser
una marca de coches de línea deportiva. Los
coches son bonitos y aunque suben un poco de precio
las prestaciones y la estética que ofrecen
hacen que, como producto, no sea para nada una mala
idea, el problema es que en la mente de los compradores
SEAT ya no existe como tal, quien compraba antes un
SEAT no buscaba un coche deportivo, sólo hay
que comparar, por ejemplo, los modelos LEÓN
y 1400, aunque realmente no hace falta ir tan lejos
pues la diferencia entre los modelos nuevo y antiguo
de LEÓN sigue siendo abismal. Asi que la solución
a su problema no era hacer del SEAT un coche desconocido,
sino desentenderse de su producción, ya fuera
vendiéndolo o cerrándola directamente.
Año |
Unidades
vendidas |
Variación
año anterior |
2005 (Hasta agosto) |
102.416 |
-3,7% |
2004 |
150.202 |
+1,4% |
2003 |
148.146 |
+3,2% |
2002 |
143.502 |
-9,3% |
2001 |
158.214 |
-5,6% |
2000 |
167.627 |
+2,27% |
1999 |
164.137 |
+13,42% |
Las ventas de SEAT han sumado 343.181 unidades en
la Unión Europea y en Noruega, Islandia y Suiza,
lo que implica una caída del 5,5%. SEAT está
siendo un lastre en el desarrollo de VW y lo continuará
siendo hasta que los alemanes acaben con el problema
o se cierren las fábricas.
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