Variados
son los datos que tratan de mostrar el porcentaje
de indecisos de cara a las próximas elecciones
del 26 de junio. Nadie sabe con exactitud qué
cantidad de gente no ha decidido su voto todavía,
pero el sentido de repetir la campaña electoral
es tratar de convencer a este tipo de votante.
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¿Existe
el centro en la política? |
Los principales partidos, en mayor
o en menor medida y con mayor o menor frecuencia,
piden el voto con el fin obtener el mejor resultado
posible. El votante indeciso suele estar posicionado
en una supuesta centralidad, y se cuestiona si inclinarse
hacia la izquierda o hacia la derecha. Son dos los
principales partidos que tienden a la centralidad
–PSOE y Ciudadanos-, ya que consideran que
es una buena estrategia para ganar votos. Pero ¿realmente
están consiguiendo su objetivo?
Si tomamos como referencia la mayor
parte de las encuestas, parece evidente que no.
Por un lado, el Partido Socialista, tradicionalmente
de izquierdas (representado por sus siglas), ha
hecho en los últimos años un abrazo
al capitalismo que le ha pasado factura y ha provocado
la pérdida de miles de votantes convencidos.
Por el contrario, Ciudadanos, con un programa claramente
de derechas, es el que más evidentemente
trata de recoger votos por el centro, ya que el
espacio de la derecha está completamente
abarcado por el Partido Popular. Casualmente, son
los partidos más "extremistas"
los que se supone van a conseguir un mejor resultado.
Es por ello que uno se hace el siguiente planteamiento:
¿existe el centro en la política?
Y ¿realmente es una franja lo suficientemente
amplia como para tratar de conseguir votos a toda
costa? Lo cierto es que la centralidad es confusa,
ya que el partido de centro, en teoría, defiende
ciertas posturas consideradas de izquierdas y otras
de derechas. Esto simplemente consiste en camuflar
el 50% de un partido. Y el problema para ellos es
que la gente no es tonta y sabe cuándo un
partido puede engañar a su electorado. Este
hecho se ha evidenciado más en las últimas
décadas con la cantidad de programas incumplidos
debido a la impunidad y libertad absoluta que produce
una peligrosa mayoría absoluta en el parlamento.
Está claro que la centralidad
es arriesgada, pero también irreal. Un partido
que promueve y defiende servicios sociales, sanidad
pública y educación de calidad no
debería defender un modelo económico
acorde con el austericidio. Es por ello que sigo
creyendo que el modelo que intentaban enterrar algunos
de la diferencia entre la izquierda y la derecha
sigue muy vigente en nuestra sociedad. Es evidente
que la tendencia al centro se puede dar en un determinado
partido, pero nunca un partido puede autodefinirse
como de centro, ya que es un posicionamiento dentro
del espectro político abocado al fracaso.
En mi opinión, son muy pocos los que no evitan
la centralidad, ya que el ser humano es por naturaleza
de ideas bastante concisas.