El
alumnado de 3º de la ESO ha hecho un trabajo
durante la segunda evaluación basado en entrevistas.
Lo difícil de la realización de las
entrevistas está en que están realizadas
a ilustres personalidades que vivieron en la Edad
Moderna (finales del siglo XV-XVIII) y que se significaron
en diversos ámbitos de la vida humana como
la política, la economía, la cultura,
la sociedad, la religión o la literatura. En
esta ocasión Elena entrevista a Carlos I de
España y V de Alemania.
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Carlos
I de España y V de Alemania. |
BIOGRAFÍA
Carlos I y V de Alemania nació en la madrugada
del martes 24 de febrero de 1500, durante la celebración
de un baile en el palacio Casa del Príncipe
(Prinsenhof) de Gante, Flandes.
Fue educado en la corte flamenca, por Adriano de
Ultrecht y Guillermo de Croy. Tuvo también
influencia de los humanistas del Renacimiento, como
Erasmo de Rotterdam. Además, Fernando el Católico
envió al humanista Luis Cabeza de Vaca a Flandes
para que le enseñara castellano y las costumbres
españolas. A pesar de ello, no logró
dominar la lengua hasta años después.
A principios de 1506, tras la muerte de Isabel la
Católica, Felipe y Juana reclamaron en España
la corona de Castilla. Su reinado conjunto no duró
mucho, ya que Felipe murió a los pocos meses.
Fernando mandó que encerraran a su hija, Juana,
en un convento de Tordesillas, acusada de estar loca.
Al ser Carlos menor de edad, su abuelo, Maximiliano
I de Habsburgo, asumió la regencia de los Países
Bajos. Poco después cedió el puesto
a su hija, Margarita de Austria.
El 5 de enero de 1515 Guillermo de Croy consiguió
que el emperador declarase la mayoría de edad
de Carlos. De esta forma fue nombrado Señor
de los Países Bajos, sucediendo a su tía
Margarita. En ese momento y debido a su juventud,
Carlos I delegó el poder en el señor
de Chièvres.
El 22 de enero de 1516 Fernando II de Aragón
redactó su último testamento. En él
declaraba a Carlos, en nombre de su madre, Gobernador
y Administrador de los Reinos de Castilla y León.
Murió un día después en Cáceres.
Carlos comenzó a pensar, poco después,
en la posibilidad de tomar el título de “rey”.
Esta decisión no era bien vista en la Península,
ya que defendían que su madre, Juana, fuera
la reina. A pesar de estas réplicas e impulsado
por sus consejeros flamencos, el 21 de marzo Carlos
I envió una carta a Castilla en la que informaba
de su decisión de titularse rey. Era criticado
por la presencia de extranjeros a su lado y por su
desconocimiento del castellano. A pesar de no ser
muy bien recibido, Carlos fue coronado el 14 de marzo
de 1516 Rey de España.
Debido a los numerosos enfrentamientos, subió
enormemente los impuestos. Esto produjo revueltas
en el pueblo en algunas zonas de Castilla, en Valencia
y en Mallorca. Para intentar calmar los ánimos,
decidió permanecer un tiempo en el país
y también contraer matrimonio con su prima
Isabel de Portugal, tal y como le aconsejaban las
cortes castellanas.
Tuvo una relación de rivalidad con Francisco
I, rey de Francia, debido a problemas territoriales.
Este estaba apoyado por la mayor parte de las potencias
europeas, e incluso el papado, por temor al creciente
poder del emperador.
Estuvo completamente en contra de la reforma protestante
iniciada por Lutero, que había acabado con
el catolicismo alemán. Carlos exigió
a los príncipes que habían acogido el
protestantismo que volviesen al culto católico.
Finalmente se vio obligado a aceptar la división
de religiones. El Concilio de Trento iniciaba la Contrarreforma
católica en esos mismos años.
Su abdicación se produjo en Bruselas en 1555,
a favor de su hijo Felipe II. Poco después
se retiró al monasterio de Yuste afectado por
la gota. Murió el 21 de septiembre de 1558.
CONTEXTO HISTÓRICO
Carlos I vivió en una época caótica
para Castilla. Tras la muerte de Isabel la Católica,
Castilla estuvo en una situación de inestabilidad
política, que giraba en torno a la decisión
de quién debía ser el sucesor al trono.
En octubre de 1517, el rey Carlos I llegó a
Asturias, proveniente de Flandes, donde se había
autoproclamado rey en 1516. Llegó sin saber
hablar apenas castellano y trayendo consigo un gran
número de nobles y clérigos flamencos
como corte, lo que produjo desconfianza entre los
castellanos, al ver cómo extranjeros tomaban
el poder. Esto causó la Guerra de las Comunidades
de Castilla. Sus participantes se denominaron “comuneros”.
Los comuneros se rebelaban ante el poder de Carlos
I y la subida de impuestos y le propusieron una serie
de condiciones, como prohibir la salida de dinero
del reino, designar a un castellano para dirigir el
reino en ausencia del rey o reservar los cargos públicos
y eclesiásticos a los castellanos, y quejas
ante la forma por la que el rey había obtenido
el trono, mediante sobornos.
Carlos I además vivió en la época
humanista y tuvo influencia de algunos de ellos, como
es el caso de Erasmo de Rotterdam. Estuvo en contra
de las corrientes protestantes y vivió, durante
su reinado, en conflicto con el rey de Francia, Francisco
I. Esto provocó cuatro guerras.
ENTREVISTA CON CARLOS I DE ESPAÑA Y V DE ALEMANIA
Tras la abdicación oficial del rey de España,
el pasado 24 de febrero de 1558, su majestad nos ha
concedido el honor de poder hablar unos minutos con
él y comentar así su grandiosa vida
como rey y emperador. Posee una mirada serena y que
deja intuir cierta melancolía. A pesar de que
el paso de los años ha dejado huella, sigue
conservando un cuerpo proporcionado y armonioso.
Pregunta.- Buenos días, Don
Carlos. Es un gran honor ser recibida en la corte,
y que se me permita preguntarle sobre su carrera como
rey, con el fin de alabar así su magnífico
trabajo desempeñado. Por ello le agradecería
si tuviera a bien responderme a una serie de preguntas:
¿Son ciertos los rumores sobre su retiro al
monasterio de Yuste? ¿Es cierto también
que padece una enfermedad?
Respuesta.- Ciertamente, creo que
ha llegado el momento de mi vida para alejarme de
la corte y asuntos políticos, y ahora que se
me permite he decidido pues, retirarme. Anhelo una
vida más apaciguada y tranquila y me encuentro
ahora mismo en un estado de reflexión sobre
mi vida y el estado de Europa. Creo plenamente en
la fe cristiana, y si he de morir en poco tiempo,
que así sea. En cuanto a la enfermedad, no
creo que sea algo importante que comentar aquí.
Es cierto que soy mayor, y como tal estoy más
débil, pero no quiero que, tras mi muerte,
se me recuerde enfermo. Quiero que se me recuerde
por lo que hice y por lo que fui, por mis logros en
Europa, España y América y por mi esfuerzo
y dedicación. También quiero que se
me recuerde por lo que será mi descendiente,
Felipe II, en el que tengo puestas toda mi fe y confianza.
P.- ¿Se siente entonces orgulloso
de lo que ha conseguido en la vida? ¿Considera
vos que ha cumplido su objetivo?
R.- No, no he cumplido mi objetivo.
Mi objetivo cuando empecé a gobernar era crear
todo un imperio universal, un imperio de los Habsburgo,
un imperio controlado por una sola fuerza, unificado
y pacífico. Es cierto que no lo he conseguido,
pero, a pesar de ello, me siento orgulloso y, sobre
todo, espero que mis abuelos paternos y maternos lo
estén también. He seguido su legado
lo mejor que he podido, y ahora opino que quizás
tenía unas aspiraciones muy altas, imposibles
de alcanzar. Por otro lado pienso que, quizás,
si no hubiera puesto mi objetivo en tan alto lugar
no habría tenido la motivación necesaria
para llegar a donde he llegado. Espero que mi hijo
siga lo que empecé y que algún día
mi sueño y el de mi familia se cumpla al fin.
P.- Durante su reinado se ha mostrado
siempre en contra del protestantismo. ¿Por
qué está en contra de esta corriente
religiosa?
R.- Opino que la Cristiandad debe
de mantenerse unida y luchar contra las herejías.
No comulgo con las ideas de Lutero, pues en su deseo
de modernizar la Iglesia lo único que considerará
es guerra y destrucción.
P.- Si me permite preguntar, ¿es
cierta su relación con su abuelastra, Germana
de Foix? ¿Son ciertos también los rumores
sobre que tuvo con ella una hija? También se
comenta la presencia de otros hijos extramatrimoniales.
¿Es todo esto verídico?
R.- En primer lugar, no son temas
que creo que se deban de tratar en esta entrevista,
pues son privados. No creo que nadie deba osar a insultarme
y faltar el respeto de esta manera a la memoria de
la emperatriz Isabel de Portugal, mi esposa, que en
paz descanse. Mi relación con mi abuelastra
estuvo llena de respeto y cariño, pero jamás
ofendí a mi abuelo Fernando el Católico
teniendo otro tipo de relación. Y por supuesto
le fui fiel a mi esposa en todo momento, tal y como
enseña la Biblia que debe de comportarse un
esposo. En todo caso, exijo mantener esta conversación
únicamente dedicada a temas políticos
y gubernamentales, sobre mi vida como rey. Prefería
no hablar más sobre mis asuntos privados.
P.- Le pido disculpas por mi atrevimiento
y, tal como vos decís, intentaré dedicar
esta conversación a su respetable vida como
rey. Toda Castilla y España le deben el respeto
que se merece y por ello se hará su voluntad
hasta su último aliento. Permítame pues,
comenzar con el principio de su vida, con su llegada
desde Flandes. ¿Cómo fue para un joven
de 17 años enfrentarse a tal gran título?
¿Qué puede decirnos sobre su llegada
al trono? ¿Por qué le cedió el
trono su abuelo Fernando el Católico a vos
en su testamento, si su preferido era su hermano,
Fernando I?
R.- Bueno, sí que es cierto
que al principio convertirme en rey se me hizo un
poco grande, era muy joven para asumir y comprender
todas las dificultades y obligaciones que se me venían
encima. Mas desde pequeño se me educó
para ocupar este papel, siempre tuve claro que no
sería alguien corriente y que mis acciones
tendrían consecuencia en mucha gente. Quería
ser alguien muy grande y poderoso, tenía ambición
y un gran objetivo, que fue como ya he dicho antes,
crear un gran imperio. Esto fue lo que verdaderamente
me movió durante tantos años, lo que
hizo que superara problemas y adversidades. Desde
pequeño supe que no sería una tarea
fácil, pero estaba dispuesto a llevarla a cabo.
En cuanto a mi hermano, yo era el mayor de los varones,
y por ello debía de heredar el trono. Era un
derecho que me correspondía a mí, y
no considero que le arrebatara en ningún momento
el título. Mi abuelo dejó bien claro
en su testamento a quien destinaría el trono
y, aunque puede que tuviera más afinidad con
mi hermano, respetó mi derecho, lo cual era
lo más justo y acertado. Sí que es cierto
que existen rumores sobre que el testamento se cambió
en el último momento, pero no son más
que eso, rumores.
P.- Su llegada a España no
estuvo bien vista por muchos castellanos, lo cual
causó revueltas, como es el caso de los comuneros
y de la Guerra de las Comunidades de Valencia. ¿A
qué cree que se debieron estas revueltas?
R.- Creo que todo se basó
en una misma palabra: desconfianza. Llegué
a España sin apenas hablar castellano y trayendo
conmigo un gran número de nobles y clérigos
flamencos como corte. Los castellanos tuvieron miedo
ante la presencia de extranjeros y consideraban, además,
que había arrebatado el trono a mi madre. Afortunadamente
logré hacer frente a estas personas, teniendo
que ajusticiar a muchas de ellas, aunque dando mi
perdón a otras muchas, pues tal y como Dios
es misericordioso también debemos serlo nosotros.
P.- ¿Por qué mantuvo
encerrada en Tordesillas a su madre, Juana, y por
qué la impidió gobernar?
R.- A pesar de que tomar esta decisión
me causó un gran dolor por ser mi madre, fue
lo mejor para su persona y para España, ya
que no estaba apta para gobernar un imperio. Mi padre
pensó únicamente en su beneficio y el
del reino, al igual que yo. No es cierto que quisiera
apartarla del trono para gobernar yo, la prueba es
que ella misma aceptó delegarme el trono y
no quiso encabezar el levantamiento comunero. Mi madre
tenía serios problemas mentales, y estar en
Tordesillas fue lo mejor para ella.
P.- ¿Cuál fue su relación
con Francisco I de Francia?
R.- Bien es sabido que Francisco
I fue mi gran enemigo durante mi reinado, aunque,
como ya he dicho anteriormente, soy compasivo por
mi religión y perdono a los que me ofenden.
Por ello no le guardo ningún tipo de rencor.
Nuestra enemistad se basó principalmente en
la competencia sobre la obtención de la corona
imperial y una serie de conflictos territoriales,
ya que me exigía la devolución de Borgoña.
Esto produjo cuatro guerras. Y pese a todos los tratados
firmados, la rivalidad con Francia sigue presente,
y pienso que mi descendencia seguirá con ella.
P.- ¿Por qué le pareció
a vos tan importante mantener las conquistas realizadas
por sus abuelos en el Nuevo Mundo?
R.- Para mí, expandirme tanto
en América ha sido uno de los mayores logros,
ya que no solo he agrandado el imperio en Europa,
sino que he cruzado el mar y he logrado hacer españoles
territorios que nuestros antepasados desconocían
de su existencia. Hernán Cortés ha sido,
sin duda, uno de los causantes de este éxito,
por lo que le estaré eternamente agradecido.
P.- Y ya por último, ¿qué
ha sido para vos lo más difícil de gobernar?
R.- Al contrario de lo que muchos
pueden pensar, para mí lo más difícil
no han sido las guerras, ni los conflictos ni los
problemas políticos. Lo más difícil
ha sido superar el miedo al fracaso. No he logrado
crear un imperio universal de los Habsburgo. No he
conseguido tampoco frenar el protestantismo, ni vencer
a Francia en mis guerras. He sido grande, pero no
el mejor. He hecho muchas cosas de las que me propuse,
que tenía como objetivo un joven de 17 años,
pero no todas. He sufrido también la soledad,
ver cómo gente te abandonaba y se pasa al lado
contrario fue para mí lo peor durante mi reinado.
A veces, para ser un buen rey debes sacrificar algunas
cosas, y muchas veces es difícil combinar las
relaciones familiares con las del reino. He vivido
conflictos con mi madre, con mi hermano Fernando,
he utilizado a mi hermana Leonor con fines políticos
y he mantenido a mi hermana Catalina en Tordesillas
contra su voluntad. Sin duda lo más difícil
de gobernar ha sido, pues, el sentir fallar tanto
a tu reino como a tus seres queridos.
CONCLUSIÓN
No podemos saber cómo era en realidad Carlos
I. Conocemos de él lo que hizo en Europa, España
y en América, lo que nos llega por los tratados
escritos, por sus retratos… Sabemos cuándo
ocurrieron las guerras y las conquistas, los matrimonios
con finalidad política, los nacimientos y defunciones…
Podemos decir que conocemos la vida sobre este personaje,
pero nunca sabremos cómo era fuera de la imagen
pública y política. ¿Sintió
lástima o culpabilidad al mantener tanto a
su hermana como a su madre encerradas en Tordesillas?
¿Estuvo enamorado y fue feliz con su esposa,
Isabel de Portugal? ¿Era Carlos I buena persona?
Muchos le describen como el perfecto emperador humanista,
lo cual nos lleva también a preguntarnos ¿era
Carlos I maquiavélico? Es cierto que fue una
persona astuta y no le importó matar ni enfrentarse
a quien fuera con tal de conseguir sus objetivos.
En concreto uno: formar un gran imperio universal.
Liberó a su hermana Catalina y le ofreció
el trono de Portugal, aunque tampoco podemos asegurar
si esto fue por compensación de los malos tratos
recibidos en Tordesillas o por cuestiones meramente
políticas. Se dice que fue feliz con su mujer,
pero a pesar de ello le fue infiel. Tuvo buena relación
con su hermana, Leonor, aunque no le importó
casarla si con ello conseguía sus objetivos.
En resumen, a pesar de que no podemos determinar cómo
era en realidad la personalidad de Carlos I, sí
que hay algo que está claro. Y es que fue uno
de los emperadores más importantes de la historia.
OPINIÓN PERSONAL
Pienso que realizar este trabajo me ha aportado muchos
conocimientos sobre el Renacimiento y los Reyes Católicos.
Al tener que documentarme sobre Carlos I, he tenido
que informarme también sobre Juana la Loca,
Catalina de Austria, Leonor de Austria, María
de Austria, Fernando I, Francisco I, Hernán
Cortés, Isabel de Portugal, María Pacheco
y Juan de Padilla, Isabel de Castilla y Fernando de
Aragón, Maximiliano I y muchas más personas
que tuvieron relación con Carlos I. Escribir
el trabajo no me ha llevado muchos días, lo
largo ha sido el proceso de documentación.
He tenido que comparar diferentes páginas web,
he visto varios documentales y una serie sobre su
vida… También ha sido complicado meterse
en la piel de un personaje del siglo XVI, con su lenguaje
antiguo y su profundo catolicismo. En muchas ocasiones
he tenido que mentir en las respuestas, pese a conocer
la verdad, poniéndome en el lugar de él
y pensando lo que contestaría en su lugar.
En todo caso es imposible llegar a imaginarse cómo
de verdad pensaría en esa época, aunque
intentarlo ha sido divertido y todo un reto. En general
pienso que, lo que de verdad aporta este trabajo,
es el poder conocer los dos puntos de vista, primero
el objetivo y real –con la biografía
y contexto histórico- y segundo el del personaje,
con la entrevista. Es una forma original de no quedarnos
con la información que nos dan sino intentar
imaginar con ella cómo era la personalidad
del personaje en realidad.
BIBLIOGRAFÍA
https://es.wikipedia.org
http://www.biografiasyvidas.com/monografia/carlos_v/
http://www.cervantesvirtual.com/bib/historia/monarquia/carlos1.shtml

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