El IES
José del Campo de Ampuero recibió hace
escasos días la visita de varios integrantes
del Grupo de Compromiso Social, un proyecto que lleva
funcionando desde hace treinta años en el Centro
Penitenciario El Dueso, en Santoña, constituido
por funcionarios, internos, educadores, trabajadores
sociales y personal sanitario, además de muchos
voluntarios y voluntarias de otros ámbitos.
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Preparados para
escuchar a Bernardo, trabajador social. |
El objetivo es la recuperación moral de la
persona a partir de la ayuda a los demás. A
Ampuero acudieron dos internos, dos funcionarios de
prisiones y Bernardo, trabajador social, quienes se
enfrentaron a más de cien estudiantes, que
tuvieron mucha suerte de poder escuchar las experiencias
de los internos, Jairo y Xabi, ya que sólo
acuden a cinco centros de Cantabria que están
comprometidos con el trabajo que se realiza en la
cárcel.
Destinado a alumnos de 4º de ESO, de Formación
Básica, Ciclos Formativos e Integración
Social, Jairo y Xabi expusieron sus experiencias y
las decisiones equivocadas que les llevaron finalmente
a la cárcel, donde ahora tratan de recuperar
todo lo que dejaron por el camino, como su formación,
amigos, familia, la vida en suma. Luego, los funcionarios
de prisiones explicaron cómo se trabaja con
los reclusos en El Dueso y lo duro que es para todas
las personas que trabajan y viven allí. Finalmente,
se sometieron a las preguntas de los asistentes.
En nuestro Instituto hay dos profesoras, Gloria
y Ana, que forman parte del grupo de trabajo ‘Aprendizaje
y Servicio’, uno de los grupos que se han constituido
en torno al Programa de Compromiso Social. En El Dueso
aprenden y enseñan dinámicas grupales,
a trabajar en equipo, a dinamizar grupos y a hacer
aprendizaje participativo. Para los internos que asisten
al grupo supone, según ellos mismos explican,
“crear un espacio de libertad, afianzar la autoestima
y convertirse en un canal de comunicación con
el exterior”.
Pero los internos que están en el programa
no sólo salen a dar charlas en los institutos,
sino que su trabajo va más allá, porque
plantan en una huerta en el Centro Penitenciario caricos
solidarios, las típicas alubias de Cantabria,
que luego llevan al Albergue de Güemes, donde
cocineras voluntarias los cocinan para preparar menús
que se ofrecen a peregrinos del Camino de Santiago
y visitantes. El importe íntegro de lo recaudado
se destina a sufragar los gastos de una escuela que
sostienen en Guatemala, pagando los gastos de la educación
de más de 25 niños y niñas, su
manutención, los salarios del personal que
les atiende, en fin, todo.
La charla fue muy interesante y durante dos horas
estuvimos todos muy atentos.
Pincha en el enlace para ver un vídeo que
resume la charla que nos dieron:
https://youtu.be/0NPT0znQS6E

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