Alberto Santamaría nació en Torrelavega y es, probablemente, uno de los pocos poetas españoles que quedan en un mundo en el que la literatura cada vez queda más olvidada por los jóvenes.

Pregunta.- ¿Cómo decidió convertirse en escritor?
Respuesta.- Nunca me propuse ser escritor. Yo quería ser músico, estaba en un grupo y alguno de nosotros tenía que escribir las letras y me tocó a mí. No tenía ni idea de componer letras, así que me fui a la biblioteca y empecé a copiar los versos de los escritores. Entonces me di cuenta de que me gustaba más escribir poemas que canciones y a partir de ahí me centré más en la literatura.

P.- ¿Ha sido difícil llegar a ser escritor?
R.- ¿Difícil? Depende, si te refieres a poder vivir de la literatura en España sí que es difícil, porque poca gente lo ha conseguido. Pero lo que sí he conseguido es hacer lo que he querido. He tenido la suerte de que ha habido personas que les ha gustado y lo han publicado, y ha habido lectores que lo han leído.

P.- ¿Qué escritor le ha influido en la creación de sus obras?
R.- En mi caso fue muy importante la música, para mí era casi tan importante como leer o escribir. El escritor que fue importante para mí fue José Hierro. Cuando tenía 16 años iba a escucharle, fue fundamental para mí.

Alberto Santamaría junto a dos de los reporteros de La Salle.

P.- ¿A qué tipo de lectores van dirigidas principalmente sus obras?
R.- No van para un gran público, suelen ir para lectores que están interesados en un tipo de literatura más reflexiva. En mis textos no solo hay una historia, sino que también hay una crítica social.

P.- ¿Cómo empezó a publicar sus obras?
R.- Cuando estaba en el instituto, mis amigos y yo hicimos un fanzine. Juntábamos nuestros textos primero en una máquina de escribir u ordenador. Cada uno hacíamos un comentario de un libro, juntábamos como 30 páginas de medio folio sobre reflexiones de libros o sobre música y hacíamos fotocopias y lo grapábamos y lo vendíamos por el instituto o por algún bar. Y lo que sacábamos lo utilizábamos para volver a hacerlo.

P.- ¿A qué atribuye el éxito de sus obras?
R.- Suelo jugar con cosas que atraen a cierto público. A mí lo que me interesa es contar pequeñas historias que suelen pasar y esto los atrae.

P.- ¿Cuál es su mayor aspiración como escritor?
R.- Lo que espero es que la gente siga leyendo lo que escribo. También es importante pasarlo bien al escribir. Si algún día lo pasara mal, no escribiría.

P.- ¿Para usted la escritura es más un hobby que un trabajo?
R.- Mi problema es que no distingo mi hobby de mi trabajo. No sé lo que es un hobby porque mi hobby es mi profesión.

Los estudiantes escuchan las respuestas del poeta.

P.- ¿Cuál ha sido su libro más vendido?
R.- Mi libro más vendido es 'El hombre que salió de la tarta'. Trata de un hombre que se esconde en una tarta para darle una sorpresa a su mujer por su cumpleaños, pero se olvidaron de él y se asfixió dentro de la tarta.

P.- ¿Qué tal lleva las críticas?
R.- Bien, con la crítica me llevo bastante bien, ya que nunca he tenido una muy dura.

P.- Cuando le dedican unas palabras positivas o negativas, ¿las toma en cuenta para mejorar?
R.- Sí, las críticas te pueden ayudar a ver cosas que tú no ves. Es muy gratificante cuando recibes una crítica y te ayuda a ver algo en que tú no te habías dado cuenta.

P.- ¿Qué aconsejaría a un chico de nuestra edad que quisiera ser escritor?
R.- Solo hay dos consejos. El primero es que si quieres ser escritor tienes que leer y leer, aunque no te des cuenta estás aprendiendo mucho. Y el segundo no tener vergüenza a escribir y contar lo que te apetezca. También favorece tener gente alrededor que esté "en la misma onda".

P.- ¿Tiene miedo a que la literatura vaya desapareciendo?
R.- No, porque la gente lee menos, es verdad, pero la gente que lee, lee más.

P.- ¿Cómo influyen las redes sociales en la literatura?
R.- Hoy en día la literatura avanza conforme lo hace la sociedad. Es lógico que se vayan introduciendo elementos nuevos a la literatura con el paso de los años.