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Nº 125
CULTURA / GALERÍA DE ARTE

Miedo en forma de relato

Por Christian Benito Saiz, María Terán Castillo, Sandra Labrador Trueba, Álvaro Javier Laborda Falagán y Anselmo Rodríguez Barbero, estudiantes de 1º de ESO B del IES Javier Orbe Cano de Los Corrales de Buelna.

Estudiantes de 1º de ESO del IES Javier Orbe Cano de Los Corrales redactan un texto narrativo de miedo con las palabras: casa, mando a distancia, horrible, rápidamente, perro, Marte, saltar, moto, luego y durante.

 

'NADA ES LO QUE PARECE'
Christian Benito Saiz

Era de noche y yo estaba en el parque de mi pueblo con unos amigos. En la entrada estábamos viendo en un cartel que anunciaba que llegaba a la ciudad el circo Marte cuando pasó una moto que dejaba una estela de fuego en su recorrido. El hombre que la conducía llevaba un horrible collar de orejas humanas al cuello y una pulsera de ojos. Estaba intrigado y por la noche volví solo a ese parque. Esta vez el motero paró, silbó y apareció su perro de tres cabezas llamado Cerbero. Rápidamente le vi la cara y me marché. Era la mismísima muerte con su perro. Luego, ya en mi casa, me fui a dormir. Cuando me levanté al baño, estaba escrito con sangre "Nunca mires a la muerte a la cara". Me asusté mucho y no volví a ir a aquel parque. Una noche paró una moto frente a mi casa y de un salto tiré el mando a distancia. El hombre entró en mi casa durante la noche. Entró en mi cuarto, se acercó a mí y susurró: "Inocente". Yo estaba tan asustado que no paré de gritar. Todo era una broma de mis amigos.

 

"UNA NOCHE HORRIBLE"
María Terán Castillo

Una noche muy terrible le esperaba a la pequeña Sandra.
Érase una vez una pequeña niña llamada Sandra. Se tuvo que mudar de su ciudad porque sus padres habían encontrado trabajo en otra parte. Aquel lugar al que se mudaban era un pequeño pueblo llamado Bostronizo, en el Valle de Iguña.

Una noche la niña se tuvo que quedar sola en casa porque sus padres tuvieron que salir y su abuela no podía venir a cuidarla. Después de cenar, la niña se fue a ver la tele con su perro Albert. Ella estaba viendo un documental de Marte cuando una noticia de última hora interrumpió el documental: "Un loco acaba de escaparse de la cárcel y anda suelto por el Valle de Iguña. Tengan mucho cuidado y no salgan de su casa".

Sandra dio un salto y soltó el mando de la tele. Luego la niña cogió a Albert y se fue a su cama. El perro se tumbó bajo la cama y la niña estiraba la mano para abajo y Albert se la lamía para tranquilizarla y que pudiera dormir.

Durante la noche pasó algo horrible. A las seis de la mañana la niña se despertó y tenía la cabeza mojada. Pensó que era sudor, pero... ¡era sangre! Sandra rápidamente dio un salto y se levantó de la cama. Miró al techo y... Albert estaba clavado en el techo, muerto o no. Sandra corrió hacia el baño para lavarse la cara y despertar del sueño, pero en cuanto llegó al baño, se quedó pasmada. En el espejo había escrito con sangre: "Los locos también saben lamer". Sandra se quedó pasmada. El loco le estuvo lamiendo la mano toda la noche haciéndose pasar por Albert y después escribió en el espejo y...
- Brum, brum, bruuuum...
El ruido de una moto despertó a Sandra. Solo había sido un sueño.

 

"LOS VECINOS DE JUAN EL LOCO"
Sandra Labrador Trueba

Había una vez un señor al que llamaban "El Loco" porque decía haber visto en la casa de sus vecinos un fantasma varias veces, porque oía ladrar a un perro pero nunca lo veía y tampoco veía a la gente que había en aquella casa.

Un día se dispuso a coger el mando de la tele cuando oyó un grito en la casa de al lado. Juan miró por la ventana, pero no vio nada. Aun así avisó a la policía, pero no le hicieron caso, ya que había avisado muchas veces y nunca pasaba nada.

Juan tenía una moto y fue con ella avisando a todo el mundo, pero la gente tampoco le hizo mucho caso.

Luego decidió ir él solo a aquella casa que, según él, era la "casa horrible". Llamó a la puerta, pero nadie le abrió. Él insistió hasta que por fin se abrió, pero... ¡No había nadie tras la puerta! Se dispuso a entrar y de repente apareció mucha gente, cámaras y cables. El hombre saltó del susto, pero se dio cuenta de que estaban rodando una película. Le explicaron que iba sobre un perro fantasma que vivía en Marte y durante la película el animal asustaba a los extraterrestres. En ese momento a Juan le pareció todo normal, menos una cosa: el director de la película le explicó que llevaban un año rodando la película y que siempre estaban en esa casa, pero cuando iba la policía no había nada. Juan le comentó esto al director y nunca volvió a salir de la casa.

 

"EL PERRO FANTASMAL DE LA CASA"
Álvaro Javier Laborda Falagán

Era un sábado por la mañana cuando yo, como de costumbre, fui a recoger el correo que nos dejaban cada mañana. Únicamente nos llegaban facturas, pero esta vez fue diferente: había una carta extraña y ponía que era para mí y que era confidencial. Rápidamente me encerré en mi cuarto y leí la carta.

"Querido amigo:
Usted no sabe quién soy, pero yo sí sé quién es usted. Como sabrá, nosotros vivimos en una casa embrujada. El caso es que mi familia ha sido atacada por dos hombres-lobo y solo quedo yo. Me iré de cacería mañana. Cuídame la casa. Si en dos semanas no regresé, puede abandonar la casa. Tenga cuidado con nuestro perro, tiene poderes sobrenaturales y podría matarle.
Muchas gracias.
Atentamente
Anónimo"

Me puse a saltar del susto. ¿Quién me habría mandado eso? ¿Por qué? ¿Cómo es que me conocía? Algo horrible se me pasó por la cabeza. Busqué rápidamente la historia de ese perro. El perro fantasma era horrible. En cuanto llegué a la casa, tuve que contenerme para no gritar. ¡La casa estaba hecha un asco! Luego, cuando entré, vi que algo me miraba de reojo. ¡Era él! ¡Era el perro fantasma! Aquella figura incorpórea daba mucho más miedo cuando lo mirabas a la cara. Él corría a atacarme. Se iba materializando y apenas pude huir. Antes de salir de la casa pude ver que el mando a distancia, la lámpara y muchas otras cosas estaban flotando o tiradas en el suelo. Me propuse no volver a esa casa. Cuando volvía a mi casa, vi entre la maleza a un murciélago susurrando mi nombre y pidiéndome que me acercara. Después desapareció. Busqué más información y descubrí que el que se atrevía a entrar en esa casa sería perseguido por la misma maldición. ¡Ahora todo tenía sentido! ¡Era mentira! ¡Todo! Él quería que entrase porque el dueño era un vampiro, es decir, el murciélago que había visto. Me daban ganas de mandarlo a Marte en una moto voladora o de matarlo. Durante la noche valoré cómo matarlo, pero ocurrió que...

 

"EL ESPÍRITU EN MARTE"
Anselmo Rodríguez Barbero

En una casa horrible de Marte un fatídico día ocurrió algo terrible. Los que habitaban la alejada vivienda no eran conscientes de lo que ocurría. Esa era la casa de un motorista cuya moto resaltaba entre las demás. Un día el motorista se dispuso a cogerla cuando fue atacado por la moto que parecía en realidad un espectro. Luego la moto cogió el mando a distancia y se puso a ver 'Sálvame interestelar'. El perro la miraba todo el rato que estuvo en la casa. Los actuales propietarios no tenían ni idea de que la moto con su conductor se dirigía rápidamente hacia la casa saltando algunas piedras que impedía su paso. ¿Qué pasó? No lo sé.




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