Hace ya unas semanas que Lady Gaga visitaba nuestro país y nos deleitaba a todos en concierto con su exitosa gira Born This Way Ball Tour. Lady Gaga volvió a presentarse ante España en el Palau Sant Jordi en Barcelona frente a unos 24000 espectadores, siendo el 6 de octubre la única fecha en nuestro país y la última de la gira europea.

Poco antes del concierto.

Mi sueño comenzó a finales del curso anterior cuando me enteré de que mi artista favorita o mejor dicho, mi extravagante artista favorita ofrecería un concierto en España. Las entradas se pondrían a la venta tres semanas después y tras varias charlas parentales tenía la aceptación y el acompañamiento de mi padre al concierto, ya que la edad requerida son 16 años.

Tres largas semanas después llegó en gran día, la empresa Live Nation puso en venta aquel día parte de las 24.000 entradas que serían ofertadas. Eran las nueve de la mañana y como yo tenía clase mi padre se encargó de la compra de dichas entradas. La página web estuvo saturada y fuera de servicio aproximadamente hasta las cinco de la tarde, cuando me llevé la mejor noticia de mi vida.

Unos meses más tarde me encontraba realizando un control de seguridad en el aeropuerto de Santander; mi bolsa de mano y yo nos dirigíamos hacía la puerta de embarque con unos cuantos 'Little Monsters' (así es como nos llamamos los fans de Gaga) con gran ímpetu, chaquetas de cuero y pantalones ajustados.

Escenas de la actuación de Lady Gaga.

Eran las siete de la tarde y ya me estaba poniendo los tatuajes personalizados que me habían regalado meses antes con la compra de Fame, la fragancia de Lady Gaga. Les llevaba guardando meses para por fin utilizarlos cuando nadie iba a mirarme con cara de loco por llevar tal cosa marcada en mi cuerpo.

Por fin estaba ante las dos columnas que enmarcaban el parque de Montjuic, unas 1500 escaleras después y varios hindúes vendiendo cervezas y refrescos que según ellos estaban fríos me encontraba ante las puertas del cielo, las puertas del Palau Sant Jordi.

Junto al Palau Sant Jordi.

Varios teloneros después y unas cuantas miradas hacia los extravagantes y originales atuendos que los fans habían confeccionado diseñado para un día tan especial las luces de todo el recinto se apagaron y empezaron a sonar los primeros acordes de 'Highway Unicorn' (Road To Love). En ese momento me sentí como la persona más afortunada de todo el mundo aunque cosas más importantes estuvieran pasando en otros lugares del planeta. Todas las actuaciones fueron alucinantes, desde el parto en el que Gaga da a luz a una nueva raza cantando 'Born This Way' o el momento más especial de la noche cuando Gaga luce un vestido de carne y canta 'Americano' y 'Poker Face'. Tras la demostración de voz y de baile, Lady Gaga desapareció del escenario con un 'Good Night', aunque nadie se movió de su sitio dado que todos sabíamos que aquí no había terminado. El resto ya lo conocemos. Vivimos un sueño muy bonito que recordar, un sueño que repetiríamos una y otra vez y que siempre estará en nuestro corazón marcado como el BORN THIS WAY BALL TOUR.