Tras el buen inicio del jueves 10 de mayo, las fiestas del colegio La Salle de Santander han seguido su curso el viernes y sábado. Algo más bendecidos por el tiempo, y sin tanto calor, se fueron celebrando todos los actos de estos días.

El patio del colegio acogió numerosas actividades.

El viernes a las 10,15h nos dimos cita toda la comunidad educativa para celebrar la eucaristía en honor de San Juan Bautista de La Salle en la iglesia de los Padres Franciscanos. El templo estaba completamente lleno. En la eucaristía se nos habló de la mirada de amor de Jesús y de San Juan Bautista de La Salle, y se nos invitó a mirar también nosotros con ese amor. De destacar ha sido la presencia de antiguos alumnos y familia, que se ha hecho extensible a todas las fiestas.

Uno de los hinchables.

Sin tiempo que perder, hinchables para los más pequeños, juegos para los de Primaria (Fórmula Salle y la Isla del Tesoro). Por la tarde tuvieron lugar las finales de 'Tú sí que vales' edición Primaria. Bailes, canto, instrumentos, monólogos. Todos demostraron que tienen mucho en su interior para ofrecernos. Enhorabuena.

El sábado por la mañana fue la jornada dedicada a PROYDE. El pabellón se convirtió en un gran recinto de solidaridad en el que los pequeños pudieron conocer mejor la ONG, los proyectos que este año desarrolla en TOGO y la situación de injusticia que se vive a nivel mundial. La música puso el punto y final a un acto muy solidario. Los voluntarios de PROYDE hicieron un trabajo muy bueno para que todo estuviese preparado.

Pancarta solidaria en el día PROYDE.

El día PROYDE se celebró de una forma nueva y original. La jornada comenzó a las 10:30 horas, aunque una hora antes varios profesores y alumnos miembros de PROYDE estuvieron preparando el montaje de las actividades que se llevaron a cabo.
La primera actividad, como reclamo para los más pequeños, fue la de los Payasos Solidarios, quienes deleitaron a su fiel público en el escenario del teatro. Mientras tanto, en el polideportivo, se iba acercando poco a poco más gente y empezaba a participar en las distintas actividades: talleres lúdico-formativos sobre África, el reparto de población y riqueza en el mundo, los criterios de Comercio Justo… y comenzaban a sonar los primeros acordes de los tres grupos musicales, formados por alumnos del centro, que interpretaron sus canciones hasta el final de la jornada.

Preparando 750 razones de paella.

Y al mediodía, llegó el momento de la paella. Se repartieron más de 750 raciones, y como el milagro de los panes y los peces, llegó para todos y algunos pudieron repetir.
La tarde se completó con el cañón de espuma en el que los niños se divirtieron un montón y la discoteca. Fue todo un espectáculo ver a más de 500 personas bailando al ritmo de la música.
Lo más esperado el fin de fiesta. El toro de fuego y los fuegos artificiales volvieron a deleitar a todos con su luz, colorido y sonido. Las fiestas han sido todo un éxito.

Gracias al AMPA, a los profesores y a todos los que habéis colaborado en estas fiestas. El año que viene más y mejor.