La primera semana de marzo en el colegio La Salle de Santander ha tenido lugar la Semana Cultural. Una de las actividades que se ha celebrado con gran éxito ha sido la exposición 'La escuela de entonces', donde se mostraban numerosos objetos de la escuela a la que asistieron nuestros padres y abuelos. El responsable de esta exposición es el Hermano de La Salle Carlos Cantalapiedra.

Un momento de la entrevista.

El Hermano Carlos, que ronda los 70 años aunque no los aparenta, fue profesor de nuestro colegio durante siete años hace una década. Actualmente está en el colegio de La Salle de Burgos, donde sigue trabajando con alumnos inmigrantes.

Pregunta.- ¿Qué le ha llevado a ser hermano de la Salle?
Respuesta.- Cuando era pequeño estuve interno en el colegio Lourdes de los Hermanos de La Salle en Valladolid y la verdad es que admiraba mucho a los Hermanos. Me parecía muy atractivo su estilo de vida; además, los tomaba de ejemplo porque siempre estaban dispuestos a ayudar a los demás.

P.- ¿Se siente realizado como persona?
R.- Por supuesto que sí. Una de las mejores cosas de ser Hermano es eso, que sientes una satisfacción increíble cuando ayudas a los demás.

P.- ¿Tiene alguna anécdota interesante que contarnos como profesor?
R.- Claro, hombre. Un día, hace muchos años cuando yo daba clases en Santander, recuerdo que unos chavales metieron un palillo en la cerradura de la puerta y lo que no sabían es que yo me había percatado de ello. Lo realmente divertido fue la cara que pusieron cuando al entrar vieron su fechoría truncada por una de mis artimañas... No se escuchó en toda la hora ni el vuelo de una mosca (risas).

P.- ¿Se le ha hecho difícil el voto de castidad?
R.- La verdad es que no, y me explico: nosotros los Hermanos aceptamos unos votos para los cuales nos hemos preparado conscientemente, tanto en la educación que recibimos en casa como en el colegio y en la vida religiosa. Creo que todos tenemos la seguridad de que estamos suficientemente preparados para asumirlo porque si no nos volveríamos locos (risas).

Hermano Carlos Cantalapiedra.

P.- ¿Cuál era su asignatura favorita? ¿Por qué?
R.- Me gustaban bastantes asignaturas, como Latín o Lengua y Literatura, aunque tenía preferencia por la asignatura de Religión. Me lo pasaba muy bien y, además, me sirvió bastante para encaminar mi vida.

P.- ¿Qué quería ser de mayor?
R.- Pues como os he dicho antes, desde los dieciséis años quise ser Hermano de la Salle.

P.- ¿Qué es para usted la felicidad?
R.- La felicidad para mí simplemente es seguir los sueños y luchar para que nadie los cambie. Me parece que es la forma más correcta de ser feliz.

P.- ¿Le interesa la política? En tal caso, ¿qué opina del panorama político español en estos momentos?
R.- La verdad es que sí. En mi tiempo libre a veces me gusta coger un periódico para informarme de la situación que vivimos actualmente. Creo que hace unos meses era un desastre, aunque ahora parece que se pueden encarrilar un poco los momentos tan difíciles por los que estamos atravesando.

P.- En el ámbito académico, ¿cree que la juventud ha cambiado con respecto a la de sus tiempos?
R.- No, creo que no. Yo que he tenido la oportunidad de dar clase a generaciones durante cincuenta años pienso que ha habido de todo un poco. Unos alumnos lo sacaban mejor, a otros les costaba un poco más, pero en general la juventud no ha cambiado. Tal vez se estudiaba un poco más antes porque no había tantas distracciones como ahora, no teníamos tantos aparatitos como los que hoy tenéis (risas).

P.- ¿Es partidario de las redes sociales?
R.- Bueno, creo que si se educa a los jóvenes para que sepan usarlas sí. Las considero un arma de doble filo, son muy útiles pero pueden causar a su vez muchos problemas.

Raquel escucha atentamente las palabras del Hermano Carlos Cantalapiedra.

P.- ¿Qué método de enseñanza considera más útil para los jóvenes?
R.- Pues yo creo que el más útil de todos es estimular a los jóvenes para que tengan ganas de aprender.

P.- ¿Qué opina de los grupos cristianos?
R.- Creo que los grupos cristianos son algo muy positivo para los chavales, y para los que no son chavales. Yo que he animado varios grupos, he podido comprobar lo mucho que ayudan a otras personas. Son un estímulo estupendo para poder vivir mejor la vida cristiana.

P.- ¿Qué opina de las personas que no creen en Dios?
R.- Les respeto, porque si no creen en Dios significa que han encontrado otro camino. Es otra opción válida, aunque les diría que no se cansen de buscar hasta encontrar la Verdad.

P.- ¿Qué le llevó a coleccionar todos los objetos que nos ha enseñado?
R.- Ufffff, no sé… (risas) Desde pequeño ya me gustaba coleccionar estampitas de San Juan de la Salle; también cromos y otras cosas de interés. Es una afición personal que tengo.

P.- ¿Colecciona más cosas?
R.- Sí, como he dicho antes, me gusta mucho y colecciono llaveros, estampas, monedas, sellos, colecciones de libros, etc.

P.- ¿Es importante coleccionar este tipo de cosas?
R.- Pues, no sé qué opinan los demás, pero para mí sí que es muy importante.

P.- ¿Cómo consiguió la pizarra de Carlos VII?
R.- Me la dio un Hermano de la Salle que a su vez se la dio una persona que conocía muy bien a Carlos VII.

P.- Muchas gracias Hermano por su tiempo.
R.- Gracias a vosotros.