A mediados de 1950 un comunicado en forma de documental
puso en tela de juicio a las comunidades ufológicas
a nivel mundial. La NASA reconoció la existencia
de ovnis desarrollados por la Alemania nazi durante
la Segunda Guerra Mundial.
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Dibujo que muestra
soldados nazis junto a un ovni.
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Pero antes, libros como 'Geheime Wunderwaffen',
de D.H. Haarmann o 'Deutsche Flugscheiben und U-Boote
überwachen die Weltmeere', de O. Bergmann, hablaban
ya de los 'Ovnis del Tercer Reich'.
En el año 1933, con la llegada al poder del
partido Nazi, la mayor parte de las sociedades ocultistas
alemanas pasaron a la clandestinidad temiendo represalias.
En poco tiempo, el Führer dio muestras de interés
incondicional por lo relacionado con el ocultismo
y estas organizaciones reaparecieron (por supuesto,
sólo para el partido)
La primera de estas sociedades resurgidas fue la TULE,
que rápidamente fue encuadrada en el oscuro
fondo de las SS con el nombre en clave de VRIL. La
investigaciones de la sociedad se retomaron y esta
vez con la ayuda de la poderosa industria alemana.
Al tener a su favor a este poderoso aliado, no tardaron
en aflorar los resultados y ya en el año 1934
la organización presentó su primer prototipo
de nave a propulsión antigravitaroria, la RFZ-1.
Parece ser que los resultados no se ajustaron mucho
a lo deseado, pero la sola imagen de este primer modelo
consiguió cautivar al Reich, que redobló
sus inversiones y además intento encontrar
otras organizaciones con la idea de llevar a cabo
investigaciones paralelas.
Y a finales de ese mismo año se presentó
la RFZ-2 que presentaba un sistema de propulsión
mejorado y, además, contaba con un sistema
de dirección por impulso magnético.
La nave media alrededor de cinco metros de diámetro
poseía la cualidad mas representativa de los
ovnis: la desaparición óptica a causa
de la aceleración y la variación de
su color según la aceleración alcanzada
(rojo, naranja, amarillo, verde, azul, o violeta)
El intento del partido de la colaboración
de otras sociedades ocultistas tuvo éxito y
alrededor de 1937 se creó la Sociedad Sol Negro
Integrada dentro de las SS.
Sus proyectos son realmente innovadores y se les conceden
grandes privilegios consiguiendo que en 1939 aparezca
otro modelo de nave circular, el RFZ-5, considerada
la primera gran nave espacial. Tenía alrededor
de 29 metros de diámetro y 9 de altura. Fue
bautizada como Haunebu I (el nombre viene de las instalaciones
donde fue creada).
La guerra ha comenzado y el gobierno apuesta por
armas seguras y los presupuestos se destinan a la
fabricación de tanques. En el año 1942,
estando el Tercer Reich en su máximo apogeo
los fondos para la investigación vuelven a
estar disponibles. Y en julio se comienza a trabajar
en una nave circular de despegue vertical propulsada
a reacción. En el primer vuelo de prueba alcanzó
una altura de 23.800 metros, y, en su segunda elevación,
los 24.200 metros.
A finales de ese mismo año se comienza a
trabaja en un nuevo Haunebu, más grande o con
espacio libre suficiente como para portar armas. Para
cumplir con estos requerimientos la nave construida
tendrá unos 30 metros de diámetro y
entre 9 y 11 de alto. Además, se modificó
el sistema de propulsión que llegó a
alcanzar los 6,000 Km/h y contaba con una autonomía
de 55 horas, además de una bodega suficientemente
grande como para transportar 20 personas. Hay quien
afirma que esta nave era capaz de hacer viajes espaciales
de muy corta duración.
Pero los diseños no se quedaron ahí,
entre los restos de Hauneburg se encontraron restos
de planos para la construcción de una gran
nave (la Haunebu III con 70 metros de diámetro
y pudiendo llegar a alcanzar los 40,000Km/h a una
altura similar a los 24,000 metros) y los planos casi
completos para la construcción de una gran
estación espacial (la maquina andrómeda).
Todos los diseños dejaban claro que poner en
órbita la nave era una tarea bastante sencilla
(sin importar su peso, que es el mayor problema de
las naves de la NASA).
Hablemos ahora de la denominación de los aparatos
como Haunebu. Como dije anteriormente se cree que
el nombre viene del complejo en el que eran fabricados
(Hauneburg), pero que al ser siete las casillas de
denominación de los formularios de las SS se
suprimieron las ultimas letras.
Aunque recientes indicios nos llevan a pensar que
estas aeronaves también eran desarrolladas
en las instalaciones subterráneas Bunkeranlagen.
Al final de la carretera de los Alpes, al sudeste
de Munición, se encuentra el pueblo de Berchtesgaden
y, a pocos kilómetros, la colina de Obersalzberg,
en pleno corazón de Baviera.
Otra posibilidad es que este segundo complejo fuese
posterior y se quedasen con la antigua denominación.
El día 25 de abril de 1945, la 607 escuadra
de bombarderos británica (lancaster) bombardeó
el complejo (ciñéndonos a las ordenes
del bombardeo, cabe destacar que los aliados no sabían
de las existencia del complejo subterráneo).
Aunque se descargó contra las fábricas
de producción alrededor de 1811 toneladas de
bombas, el complejo siguió operativo hasta
algo después de la capitulación oficial
de Alemania.
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Dibujo con la
maqueta de un ovni. |
Respecto a las teorías de cómo adquirieron
los científicos alemanes esta tecnología,
hay diversas opiniones, algunas simples, como que
establecieron contacto con alienígenas. De
hecho, en una de las páginas que visité
para componer el trabajo hablaban de prisioneros alienígenas
en Auschwitz.
Y también las hay más complejas: los
alemanes ayudaron a defenderse a una tribu sudamericana
de otra rival y, a cambio, les enseñaron la
entrada al Dorado, lugar en el que los alienígenas
dejaron un platillo volante en el 8000 A.C. Pero,
en fin, lo único que sabemos es que parte de
la tecnología que presuntamente tenían
es real y palpable, y así lo aseguró
la NASA hace unos años, cuando desveló
la noticia.
Tras finalizar la guerra, los aliados (estadounidenses
y rusos en mayor parte) raptaron a los grandes científicos
alemanes para que les construyesen armas; junto con
ellos encontraron planos de vehículos y diversas
armas tremendamente modernistas, entre ellos los de
los platillos volantes.
Lamentablemente, la información no estaba completa.
El Führer, al percibir el fin de la guerra, mandó
destruir todos los planos y proyectos de armas y vehículos
secretos.
Los científicos destruyeron el material base,
fundamentalmente los planos y diseños de los
motores espaciales, así como los manuales que
explican su funcionamiento, con lo cual los estadounidenses
tan sólo hallaron instrucciones de ensamblaje
generales. Aunque hoy día no se tienen los
conocimientos necesarios para crear una nave de las
características (en teoría) de un ovni
o similares, sí se saben crear piezas aisladas
de la nave, exceptuando los motores. Es decir, lo
que no se sabe es combinarlas.
Junto con esta noticia, los miembros de la NASA revelaron
otras muchas, entre ellas dos particularmente interesantes.
Se trata de dos informes militares de la SS, que aseguran
que en el año 1943 se enviaron dos misiones
espaciales tripuladas, una a la Luna y otra a Marte.
Si el tercer Reich tenía la tecnología
que suponemos, sería posible realizar viajes
a Marte.
Si nos ceñimos al material gráfico
conservado que, insisto, es completamente real, sólo
cabe una respuesta: los nazis tenían ovnis,
o algo muy parecido. Dejo que cada uno busque un origen
lógico a dicha tecnología.
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