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Red-acción
II Época / Nº51
Enero-Febrero
2012
OPINIÓN / TEMA DEL MES

Joven, español y parado

Por Pablo Gutiérrez de la Peña, alumno de Bachillerato del colegio La Paz de Torrelavega.

Las cifras de desempleo en España son preocupantes y en particular las de los jóvenes menores de 25 años, sobre todo por sus repercusiones futuras. Cada día las noticias sobre la crisis económica y las cifras del paro empeoran y estos datos nos producen mucha intranquilidad, pensando en el futuro que nos espera a los jóvenes. Tienes la ilusión de escoger los estudios que más te gustan, pero con el miedo de no poder vivir de ellos cuando los termines.

Los jóvenes menores de 25 años son muy castigados por el paro.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, indica que el desempleo juvenil es de 24% en la UE y más del 40% en España. Este organismo advierte de que España no saldrá de la crisis mientras no reduzca el desempleo, sobre todo el juvenil, y así se producirá inversión y consumo.

Según los analistas económicos, los jóvenes que acceden al mundo laboral en un momento de recesión tienen menos salarios, más periodos de desempleo y mayor sobrecualificación que los que acceden en un momento de expansión. El desempleo de los jóvenes españoles aumenta muy rápidamente cuando la economía sufre un parón, como ocurrió en otras crisis, por lo que parece que es un fenómeno persistente en España que se ha agravado durante la crisis actual.

Creo que es muy importante la calidad de nuestra formación, que se corresponda con las necesidades del mercado laboral y nuestra actitud: que estemos dispuestos a la movilidad geográfica y que seamos emprendedores. En España cerca del 40% de los jóvenes están sobrecualificados y desarrollan un trabajo por debajo de tu cualificación, con el gran malestar psicológico que esto conlleva. En estos puntos coinciden los informes elaborados por diferentes organismos.

Según el Documento de Trabajo elaborado por BBVA en septiembre de 2011, existen deficiencias del sistema educativo y del mercado de trabajo. Según este informe, para reducir el desempleo juvenil en España hay que reducir el abandono escolar temprano, mejorar la transición del ámbito educativo al mercado laboral, creando un buen sistema de formación profesional que integre a los jóvenes en el mercado laboral como tienen en Austria, Alemania y Países Bajos, que son países con bajas tasas de paro juvenil. En este documento señalan que hay que mejorar el desajuste entre oferta y demanda de trabajo por nivel educativo, hay que reformar la educación universitaria y hay que reducir la temporalidad. Creen que ha habido poca efectividad de las políticas activas de empleo. Para hacer frente a esta realidad apuestan, en primer lugar, por garantizar ayudas a las rentas de los parados jóvenes que les facilite continuar buscando un puesto de trabajo, ya que dos tercios de ellos no tienen derecho al subsidio de desempleo. A cambio de una garantía de ingresos, los jóvenes se comprometerían a buscar activamente trabajo y se les ofrecerían dispositivos para aportarles experiencia profesional o programas de formación.

En esa línea, consideran una solución “prometedora" un contrato de aprendizaje para los jóvenes poco cualificados porque así se cumplirían dos objetivos: ellos podrían entrar en el mercado laboral y las empresas verían recortados sus gastos de mano de obra a cambio de comprometerse a darles formación. La cuestión de base que los gobiernos deberían abordar es que ningún joven entre en la vida activa sin una cualificación valorada y ello implicaría animar a que los menores de 20 años continúen en el sistema educativo.

En Cantabria, según indica un informe elaborado por el departamento de la Juventud del Sindicato UGT, la tasa de paro juvenil en 2010 fue de un 25´8% de la población activa, la cuarta más alta de España, tras Extremadura (33´3%), Asturias (28`7%) y Castilla La Mancha (27´7%). Según UGT, los más jóvenes somos las primeras víctimas de la crisis y de una política laboral que en época de bonanza se centró en la precariedad. El informe matiza que el paro juvenil descendió el año pasado en la región más de un 6%, en relación a 2009, pero el crecimiento de la población activa en un 16 % provocó el aumento en 2'76 puntos de la tasa de desempleo juvenil. Además, añade que el número de trabajadores activos menores de 25 años ha disminuido el pasado año 16 veces más que en edades superiores. Según UGT, tenemos una tasa de paro por debajo de la media nacional, pero no porque nuestra situación sea mejor, sino porque nuestra tasa de actividad es de las más bajas de España. Afirma que, hasta ahora, la política del Gobierno central y autonómico ha paralizado el Plan de Empleo de la Concertación Social y ha provocado una destrucción de empleo o la creación de uno más temporal y precario, incluso vetado para los más jóvenes. Cree que hay que poner en marcha un plan formativo para jóvenes para que adquieran una cualificación profesional acorde con las necesidades actuales y de futuro.

Creo que todos los partidos políticos deberían preocuparse por un empleo estable y de calidad para los jóvenes, por dar facilidades para acceder a una vivienda y una “buena” educación. Los jóvenes somos los más perjudicados por la crisis actual y es necesario que los que están en edad de votar acudan a las urnas el próximo 20 de noviembre y se ”mojen “para reivindicar sus derechos para tener un futuro mejor.

 


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