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Red-acción
II Época / Nº44
Enero-Febrero
2011
ÉRASE UNA VEZ

El desfile

Por María Villar Leal, alumna de 6º B del CEIP José Arce Bodega de Santander.

Os cuento cómo Elena, una famosa diseñadora de ropa a la que parece que se la acabó la inspiración, se presenta a un desfile de moda navideño.

Un estilo navideño para desfilar.

 

Érase una vez en una ciudad llamada New York en la que llegaba el día del prestigioso desfile de moda navideño y la diseñadora Elena Cabanzón, famosa por sus extravagantes diseños que siempre triunfaban en este evento, no sabía qué hacer, estaba bloqueada.

Poco a poco el día llegaba. Ella intentó todo: con flecos, volantes, rayas, puntos, estampados de flores, de animales, pero no dio resultado.

Se fue a su casa, que tenía su toque personal; parecía que ya no quería intentarlo más, la pobre se fue a la cama y se durmió.

Al día siguiente les comunicó a sus empleados que este año no iban a participar en el desfile de Navidad. Con mucha pena les dijo que este año el espíritu navideño la había abandonado.

Se fue caminando, triste y con la cabeza baja. Decidió atravesar el parque que lleva hasta su casa. Necesitaba silencio. Pero algo la hizo girar la cabeza, y vio un ser extraño que no había visto nunca:
- Sí, soy un duende y me han enviado para que te diga que tienes que sacar la Navidad de tu corazón, que poco a poco se está acabando y tú tienes que aportar tu granito de arena. Si no la Navidad se acabará para ti y para todos los niños del mundo, piensa en ello.-

Elena, caminando un poco pensativa, veía a niños tristes sentados en los bancos o chutando latas. Se fijó concretamente en un niño, fue a ver lo que le pasaba, decía que su padre lo había abandonado hacía cuatro años.
- ¿Entonces has estado llorando cuatro años?
- No, es que me abandonó el día de la Navidad y no pude disfrutar esos momentos de felicidad.-
Ella se lo llevó a su casa y le dio ropa, agua y comida y un hogar.

Elena se dio cuenta de que el duende tenía razón, que tenía que aportar el granito. Enseguida llamó a sus amigas Marta, Lara, Belinda y María y se pusieron en marcha en el estudio y estuvieron toda la noche haciendo el vestido. Cuando lo acabaron, María se lo probó y la quedó espectacular.

Y al día siguiente desfiló. Y fue un éxito, como siempre.


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