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II Época / Nº39
Abril
2010
OPINION / TRIBUNA LIBRE

Prisioneras del burka

Por Gloria Balbás, alumna de 4º de ESO del colegio Nuestra Señora de la Paz de Torrelavega.

El burka es esa prenda que utilizan en los países asiáticos musulmanes que encierra a la mujer en una cárcel de tela. Nosotros, cuando hablamos de ello, cuando nos referimos a esa prenda que utilizan las mujeres en la cabeza, a veces la justificamos, o intentamos entenderla, explicando que merece un respeto por ser una costumbre, una parte de una cultura, por lo que ¿cómo se lo vamos a impedir?, es una tradición, una tradición de las mujeres. Pero lo que muchos no saben es lo que ello conlleva.

Mujeres musulmanas ataviadas con burkas.

Esa mísera prenda las priva de su libertad. Y ello porque no hablamos de una elección, sino de algo impuesto para las chicas, una vez que han cumplido los 14 años. Y mientras nosotras podemos llevar lo que queramos y nos tratan genial, y aún así nos quejamos, en esas tierras las que nacen mujer soportan, bajo esa tela, que se metan con ellas verbal, psicológica o físicamente. Hace relativamente poco a una señora la pegaron por ir a tomar el té con su sobrino y no estar autorizada a ello. Es un horror escuchar esto día sí día también y nos horrorizamos al escucharlo y nos compadecemos de ellas pero ¿Acaso hacemos algo por evitarlo?

Aunque hayamos avanzado bastante en Occidente, todavía nos quedan muchas cosas por mejorar, pero ¿qué pasa con Oriente? ¿Esas mujeres no tienen derecho a nada? ¿Qué mundo estamos creando? Y de esa opresión, el burka es más que un símbolo.

Volviendo a tema del burka, muy poca gente está al tanto de las enfermedades que esto trae, y del deterioro de la salud que provoca en las mujeres. Por ejemplo, muchas al tener la cara prácticamente entera tapada, pierden el campo de visión, su vista se deteriora, sufren desorientación y, en ocasiones, llegan a perder el sentido del equilibrio, tropezando con mucha frecuencia y facilidad. Por otra parte, al tener el cuerpo totalmente cubierto hace que el sol no toque su piel, lo que impide la síntesis de la vitamina D, y que aparezcan muchos problemas dermatológicos. La piel no traspira adecuadamente y se producen sarpullidos y eczemas. Todo agravado por el hecho de que en muchos de los países donde se practica esta costumbre se producen frecuentemente temperaturas extremas, tanto mucho frío como mucho calor. También a partir de esta prenda no respiran bien y pueden padecer en muchos casos problemas de asfixia sobre todo si ya de por si una mujer tiene problemas de bronquios o coge catarro o alguna enfermedad de sistema respiratorio. En la actualidad esta es la causa, en un alto porcentaje de que la mujer que usa burka fallezca. También a consecuencia del calor y un altísimo grado de sudor hace que su higiene sea muy mala y esto provoque múltiples enfermedades.

Lo peor de todo es ver cómo chicas y mujeres que han vivido en nuestra sociedad occidental que jamás han llevado burka se incorporan a esa práctica y aceptan la sumisión y el papel de inferioridad que ello representa. Muchas lo hacen tras enamorarse de un hombre, lo que las lleva a someterse y defender su cultura. ¿Por qué su pareja no se va a la zona occidental?. Y todos piensan "pero pobrecito, cómo va a dejar su país, sus ideas", pero nadie dice "pobre chica que va a renunciar a todo a su cultura y que ahora tiene que rechazar a su libertad y a su religión por estar con él". Porque nosotros somos flexibles, nos educan en un ambiente tolerante, quizá hasta permisivo, pero ellos todo lo que no sea musulmán lo rechazan, a veces, violentamente. Es difícil, teniendo en cuenta lo que contaba, entender cómo una persona de un país desarrollado, tanto del mío, como de cualquier otro de Europa o de EEUU, puede sumergirse en ese mundo, en el que debes aceptar negarte a ti misma. No es que tenga nada en contra de esa cultura, sí en contra del sometimiento de una persona sólo por su sexo, y sí en contra de prácticas que van contra la salud de un ser humano. ¿Nos estamos volviendo locos? ¿En qué nos estamos convirtiendo?

¿De verdad que una prenda puede determinar el nivel de libertad de una persona? Yo creo que no. Y ahora somos nosotros quienes debemos ayudarlos, que sí que debemos aceptar una religión, una fe, una cultura, pero esto ya no tiene nada que ver con una creencia.



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