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Red-acción
II Época / Nº37
Enero-Febrero
2010
ENTREVISTAS / CUESTIONARIO 10

Javier Anievas, escultor

Por Jorge Alonso y Jaime Blanco, alumnos de 4º ESO A del colegio La Salle de Santander.

El pasado verano la localidad de Liérganes inauguró una escultura al Hombre Pez, personaje mitológico de la zona. El autor de esta escultura es Javier Anievas quien, además de artista, es profesor de Plástica y Dibujo en el colegio La Salle de Santander, nuestro profesor. Aprovechamos un momento de su tiempo libre para hacerle esta entrevista en el aula de Plástica del colegio.

Javier Anievas junto a la escultura del Hombre Pez.

Pregunta.- ¿De dónde le viene el gusto por la escultura?
Respuesta.- Mi padre trabajó como profesor en el IES Santa Clara, pero además es escultor. Desde pequeño le veía trabajar. De esta época viene mi interés por la escultura. La verdad, es que me parecía increíble que de una masa de barro informe surgiese una figura.

P.- ¿Qué tipo de trabajos y esculturas ha realizado antes de esta última?
R.- Podríamos dividir los trabajos en tres tipos. Las propuestas personales mías en las que desarrollo una idea que anteriormente me ronda la cabeza; los encargos hechos por particulares, por ejemplo el premio para la ONG Mensajeros de la Paz Madrid y, por último, obras públicas como el monumento al Hombre Pez (Liérganes), monumento a la Virgen de la Luz (Guía de Isora, Tenerife), monumento a Alvarado (Secadura, Cantabria) o la placa homenaje a Cagancho (Plaza de toros de Ampuero).

P.- ¿Qué proyectos tiene para el futuro?
R.- Después del monumento al Hombre Pez he tenido una época de poca actividad en relación a la escultura, pero ahora estoy planteándome realizar varios proyectos personales en piedra.

Jorge y Jaime durante la entrevista con Javier Anievas.

P.- ¿Cómo compagina la educación con la escultura?
R.- Perfectamente, el día puede dar para mucho. Además por las tardes no hay clases.

P.- ¿Con qué es más feliz, con la docencia o con la escultura?
R.- Tengo la suerte de dedicarme a dos profesiones que me encantan, disfruto con las dos. Aunque es curioso que en una estás trabajando rodeado de gente y en la otra totalmente solo pero, como os decía, me llenan las dos.

P.- ¿Cómo intenta transmitir el gusto por el arte, en este caso por la escultura, a los alumnos?
R.- En cada asignatura de manera diferente. En Dibujo Técnico, por ejemplo, de vez en cuando explico la utilidad de un procedimiento, no sólo para poder resolver un problema de clase, sino relacionado con la vida real. Un ejemplo de esto sería la relación de las proporciones del cuerpo con el número áureo. De este número saben mucho los alumnos de cuarto, ya que les he aburrido mucho con él.

P.- ¿Qué escultores le inspiran y que obras le gustan más?
R.- Me fijo sobre todo en los clásicos: Miguel Ángel por su técnica e idealización de la belleza; la técnica llevada al extremo de Bernini, o la fuerza interior que transmiten las obras de Rodin. Estos son algunos de los artistas donde siempre encuentro respuestas, aunque hay muchos más.

Javier Anievas flanqueado por los reporteros Jorge y Jaime.

P.- ¿Qué esculturas de las que hay en Santander le gustan más?
R.- Para mí, la mejor escultura que hay en la ciudad es el monumento a Menéndez Pelayo, en el patio de la Biblioteca Municipal, obra de Benlliure. Otra de las mejores, en mi opinión, sería la de José María de Pereda o, mejor dicho, la dedicada a sus obras, en los jardines de su mismo nombre, o la de Concha Espina cerca de ésta.

P.- ¿Qué intenta expresar con la escultura del Hombre Pez?
R.- Esta escultura fue un encargo, por lo que no había mucho margen de maniobra a la hora de transmitir una idea. Lo que sí puedo decir es que la escultura es una mezcla del ser mitológico y del personaje real que llegó a ser conocido como el Hombre Pez de Liérganes, Francisco de la Vega, nacido en el siglo XVII, personaje afectado por varias enfermedades entre las que destacaba la ictiosis, enfermedades que le proporcionaron el aspecto que posteriormente le haría famoso.

P.- ¿Cuánto tiempo le ha llevado hacer esta escultura?
R.- En un principio el encargo eran dos esculturas. Una para el exterior y otra para el interior del Centro de Interpretación del Hombre Pez, al otro lado del río. En total he tardado aproximadamente un año en realizar las dos, aunque no ha sido un trabajo a plena dedicación de ocho horas al día, cinco días a la semana. Es difícil de concretar el tiempo que he tardado. Lo que puedo decir es que para este trabajo hacen falta buenas dosis de paciencia.

Anievas culminando la escultura del Hombre Pez.

P.- ¿Que sentimientos encuentras en su profesión de escultor?
R.- Creo que cualquier actividad artística busca mirar hacia el interior, para poder plasmar lo que has visto en un soporte, el cual puede ser un libro, una partitura o un bloque de mármol. Es como mirarse en un espejo e intentar transmitir lo que ves. En definitiva es una forma de comunicación más.

P.- ¿Le gustaría ser popular por tus trabajos?
R.- Esta cuestión no me preocupa, la verdad. Pero si es cierto que si tu nombre es conocido tienes más posibilidad de trabajar y de vender obra.

P.- ¿Qué tiene en especial esta escultura en relación a las anteriores?
R.- Esta escultura tiene que ver con las anteriores en el sentido de que todo el aprendizaje que has ido recopilando a medida que vas desarrollando trabajos y resolviendo problemas técnicos, queda reflejado en la última obra.

P.- ¿Cómo motivaría a los jóvenes para que les guste la escultura?
R.- Yo animo a todo el mundo a que intente desarrollar cualquier inquietud artística que tenga, ya sea escultura, pintura, música, etc. Aunque el camino del arte no es fácil, creo que hay que apostar por lo que uno quiere.



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