Logotipo Interaulas
Cabecera Red-acción Inicio > Opinión > Tema del mes
Reportajes
Entrevistas
Opinión
Cultura
Internet
El mundo
Medios
Imagen Primaria
Red-acción
II Época / Nº36
Noviembre-Diciembre
2009
OPINIÓN / TEMA DEL MES

Bolonia nos cierra sus puertas

Por Ventura Gómez, alumno de 2º de Bachillerato del colegio Nuestra Señora de La Paz de Torrelavega.

En 1999 los responsables europeos de Educación firman la Declaración de Bolonia, que establecería la creación de un Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Diez años después, profesores y alumnos de Bachillerato y Secundaria se desesperan por la implantación de un nuevo plan que, pese a crear unas competencias profesionales que igualan a nivel educativo a toda la Unión Europea, da lugar, en ciertas promociones y a distintos niveles, a la imposibilidad de acceder a grados universitarios por ramas de conocimiento de Bachillerato por las que hasta ahora sí se podía.

Viñeta de Forges.

Uno de los objetivos de las reformas de las Educaciones Secundaria y Superior que hoy en día vivimos es, precisamente, la mayor y más temprana especialización de los alumnos en aquello que deciden estudiar. Esto implica, por una parte, que si antes un alumno empezaba a tomar decisiones sobre su futuro al matricularse en Bachillerato, ahora en 3º y 4º de ESO ya fije en gran medida la trayectoria que va a llevar en sus próximos años de vida. Por otro lado, hace que a cada carrera, preferentemente, sólo le corresponda una rama de Bachillerato (sobre todo hablaríamos de algunas a las que se accedía por el Bachillerato de Ciencias Sociales que han pasado a estar adscritas únicamente al de Ciencias de la Salud). Si bien esto busca en los alumnos lo que podríamos denominar como una “madurez prematura” (otro de los objetivos del Marco de Bolonia), plantea dos problemas que procedo a mencionar:

- La implantación del Plan Bolonia en el curso académico 2010/11 (con la modificación en la estructura de las Pruebas de Acceso a la Universidad que ésta conlleva) hace que, habiéndose publicado los decretos correspondientes y coeficientes de ponderación a partir de mayo de este año, la decisión afecte a alumnos de 4º de ESO, quienes si quieren estudiar INEF o Psicología no se pueden desprender de la Física o de las Matemáticas de 4º (sólo podrían acceder por el Bachillerato de Ciencias de la Salud a estas carreras); los de 1º de Bachillerato (que si se desprendieron de ellas en 4º para acceder a dichos grados por 'letras' tendrían que recuperar ese tiempo con clases particulares y pasarse al Bachillerato de Ciencias de la Salud), pero sobre todo a los alumnos de 2º, entre los que me encuentro, que elegimos un Bachillerato de Ciencias Sociales para estudiar una carrera a la que, en mayo, junio, julio, agosto o septiembre (dependiendo de las universidades), nos hemos enterado ya no se puede acceder por dicha rama.

- La necesidad por parte de los alumnos desde muy temprana edad (14-15 años) de descartar prácticamente un 70% de las carreras que podrían estudiar para especializarse en las materias propias del 30% restante de carreras que, a finales de su 3º de la ESO, piensan que van a querer estudiar, no cabiendo posibilidad de error en la elección a no ser que uno se quiera tirar el verano estudiando Física y Química, Matemáticas y Dibujo por su cuenta, por poner un ejemplo, si quiere estudiar Psicología y escogió Latín.

Es ésta la difícil situación en la que muchos alumnos de 2º de Bachillerato que deseábamos estudiar Psicología, que querían estudiar INEF o pretendían entrar en Magisterio, nos encontramos. Se siente mucha impotencia al saber que facultades en las que antes podías estudiar ahora no puedes, sólo en dos o tres (generalmente las más nuevas o las menos prestigiosas, todo sea dicho) se podrá, y otras en las que hasta poco antes de hacer las PAU no sabrás si podrás ser admitido. Por otra parte, las soluciones en manos de nosotros, los alumnos, son pocas o inciertas; cambiarse de modalidad o prepararse Biología o Química por cuenta propia son suicidios académicos e ir a una universidad privada no está al alcance de cualquiera. Sólo podemos esperar que las universidades recapaciten, que se plantee una moratoria para esta ley o por lo menos se nos dé una posibilidad para llevar a cabo los estudios que deseamos. Esperemos que este pequeño resquicio legal no llegue a afectarnos y que nuestra lucha por estudiar lo que queremos y abrirnos camino en el mundo laboral sólo nos haga entender un poco mejor una de las máximas de Freud: “He sido un hombre afortunado en la vida: nada me fue fácil”.


SUBIR

Proceso de Bolonia

Una sección en la que opinar de un tema de actualidad