"¿Y
si la vida es un sueño?, como dijo algún
navegante atribulado…", eso dice Manolo
García en una de sus canciones; y es que él
hace que la vida sea un sueño. Poesía
hecha canción en sus conciertos en el País
Vasco.
|
Animando a cantar al público.
|
Aún recuerdo la primera canción
que escuché en su voz, yo tenía siete
añitos y una cinta de casete de color amarillo
sonaba en el coche de mi padre; era 'Como un burro
amarrado a la puerta del baile' y me quedé
asombrada con aquel tema. Luego me fui haciendo más
mayor y por fin pude comprender el porqué de
aquel asombro, incluso charlando con él te
das cuenta de todo lo que existe en este mundo. Y
así, hoy en día siento esta gran admiración
por este todopoderoso creador de la poesía
hecha canción. Algunos dicen que estoy loca,
pero bueno, unos se gastan sus ahorros en la fórmula
1, yo prefiero gastármelo en música.
Con estas dos noches seguidas disfrutando de su directo
he alcanzado mi decimosexto concierto. Me gustaría
asistir cada noche a uno, me hace muy feliz, me transmite
una energía la cual no me deja estar triste
por nada. Es sorprendente. Manolo siente especial
cariño por tierras vascas, en las cuales se
ha lucido como suele hacer siempre.
|
Bebiendo de la bota de vino.
|
El repertorio y el ambiente eran
parecidos en ambos sitios (Donosti y Barakaldo), el
maestro salía al escenario con vaqueros, camisa
y sudadera, y en este caso cubriendo su cabeza con
una txapela, haciendo honor. Un inicio de concierto
con 'Provincia de Río Negro', guitarra en ristre,
'Malva', 'Sólo amar', 'Ardió mi memoria',
'Tu pequeña tienda', 'A lo lejos el río',
'No estés triste', 'Una tarde de sol', 'Pájaros
de barro'... etc., también contando con la
parte cañera del concierto de la que forman
parte 'A San Fernando', 'Prefiero el trapecio', 'Somos
levedad' o 'Viernes' y haciendo un gran hincapié
a los tres temas de El último de la fila
('Insurrección', 'Bailarás como un indio',
y 'El loco de la calle') que interpreta en esta gira
en la que presenta su nuevo disco 'Saldremos a la
lluvia'. Acabó en las dos ciudades con la ranchera
'Que seas feliz', logrando un final de fiesta perfecto.
Destacar las diferencias entre ambos conciertos: en
Barakaldo tocó 'Cierro la noche' y 'Vendrán
días', mientras que en Donosti se pudo escuchar
'En el batir de los mares'. Un dato importante es
que en ambos lugares no se pudo disfrutar de 'Paloma
cresta de Gallocanto', especialmente bestial en directo.
Los acompañantes, los de siempre, Juan Carlos
García a la percusión y coros, Charly
Sardá a la batería, Nacho Lesko a los
teclados, Iñigo Goldaracena al bajo; Osvi Greco,
Ricardo Marín y Pedro Javier González
a las guitarras, Olvido Lanza al violín, Stelios
Petrakis desde Creta destapando su lira, y Marta Fernández
ejerciendo de bailarina. Todos de 10, brillantes.
Junto al equipo técnico, montaje, seguridad,
etc. que también se merecen el mejor respeto.
Las dos noches fueron mágicas
y con mucha fuerza, sin parar, siempre cerca de la
gente, bebió de la bota de vino, dio la vuelta
al ruedo como de costumbre subiendo por las gradas
y cantando también a los que allí se
encontraban; se subió a la mesa de sonido,
escaló por el lateral del escenario y se tiró
al público literalmente como buen rockero que
se define, sin tener en cuenta que a lo mejor alguien
lo dejaba caer. Pero no, ya sabe que no es así;
y es que la gente le quiere, a pesar de todo el tiempo
que lleva en este mundo. Le aprecian por lo que es,
Manolo se ha ganado lo que tiene hoy en día.
|
Diferentes momentos de la actuación.
|
Empezó tocando en bodas y
comuniones, haciendo covers de Triana o tocando en
garitos, pero también trabajó de botones
y haciendo piezas en una fábrica de trenes.
Se lo ganó empezando humildemente, y eso es
lo que de verdad le hace enorme. Desde mi punto de
vista eso sí es ser músico, a mí
no me vale que mañana salgan dos chicos con
un single y a la semana siguiente empiecen una gira
de 50 noches. Todo hay que ganárselo, y el
señor García se lo tiene más
que ganado, sobre todo como persona humilde que es,
siempre haciendo homenaje a la naturaleza y el trabajo
en el campo.
Manolín, no te mueras nunca.

SUBIR
|
|