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Nº 60
MEDIOS / VISTO Y LEÍDO

Cuando se muere una voz

Por Carolina Gómez, Laura García y Alex Goicoechea. Alumnos de Bachillerato del colegio La Paz de Torrelavega.

El 16 de mayo de 1954 empezaba a emitir en Torrelavega la denominada Estación Escuela EFJ-44, perteneciente a la Cadena Azul de Radiodifusión (CAR). 52 años más tarde, el nuevo modelo de RTVE contempla el cierre de la emisora de RNE-Torrelavega.

Edificio Rotella en Torrelavega.

Corría el año 1934 cuando un radio aficionado iniciaba en Torrelavega la historia de la radio local. Esa sería la primer piedra de la futura Radio Torrelavega. En 1954, aquella primera aventura cuajaría en la creación de una radio pública, la Estación Escuela de la Cadena de Radiodifusión, y la construcción de unos primeros estudios en un piso de la plaza Mayor, que se complementaban con unas antenas situadas en su tejado. La emisora estaba impulsada por Carmelo Oria, que dirigía con éxito a un joven equipo de románticos. Eran estudiantes y aficionados que constituían una verdadera escuela de radio y periodismo, que se convirtió lentamente en la voz de su ciudad, en los difíciles tiempos de la posguerra.

La emisora dio su primer gran salto cuando en 1959 consiguió unos nuevos equipos de difusión que, instalados en el barrio de San Román, sirvieron para extender su área de influencia, ahora en FM y con el nombre de Radio Juventud de Torrelavega.

Eran tiempos en que la radio era cercana. Tiempos en que un estudio de radio más rudimentario, pero más familiar se constituía sobre un hermoso salón de 200 metros donde los programas, sobre un tenue escenario presidido por un micrófono y un piano de cola, se hacían cara y junto al público. En un espacio radioeléctrico más limpio y con menos emisoras, la voz de Torrelavega se difundía desde su emisora por media provincia.

Viejos discos para la radio.

En 1970, en una España que cambiaba a pasos agigantados y se dirigía hacia la libertad, Radio Torrelavega volvió a cambiar de manos y distintivos. La cadena de los sindicatos oficiales se hizo cargo de ella, nacía Radio Torrelavega CES 20, un nuevo cambio al que su ciudad dio poca importancia. Pese a ello su voz continuó, con la intensidad y la cercanía de siempre. Los viejos discos de pizarra de 78 revoluciones ya habían dado paso a los de 45, y su programación había entrado ya hace tiempo en un derrotero moderno. Música, espacios infantiles, coloquios, y mucha atención a su ciudad, a sus raíces y a su gente.

Con la llegada de la democracia, en 1976, la radio de Torrelavega creció y maduró. Sus viejos estudios se trasladaron a unas modernas instalaciones, y su programación alcanzaría primero las 16 horas diarias, y poco después 24 y en estereofónico, pero con un nuevo distintivo, el de Radio Cadena Española. El nombre que agrupaba a un heterogéneo grupo de emisoras que durante los años de la dictadura habían sido controladas por el poder político, y que ahora, en plena democracia y con la eclosión de numerosas empresas privadas, empezaban a no encajar en el nuevo mapa informativo. Pero la vieja radio de la ciudad no se arredró. Sus profesionales se adaptaron, se esforzaron y demostraron su calidad, y, sobre todo, su amor por su ciudad.

Oficinas de la radio municipal.

Diez años después, como el jubilado útil y entero pero incomprendido que vive errante de casa en casa de sus hijos, la vieja radio volvió a cambiar. Radio Cadena desapareció y la radio local fue integrada en la radio pública. Era su final, sus días estaban contados, pues la radio pública estaba ya sobredimensionada y ahora, la vieja radio de Torrelavega, aún joven y con ilusión por su ciudad, se veía obligada a convivir en una casa llena y saturada. Aun así, la vistieron guapa. Nuevos estudios, nuevo centro de emisión, nuevos equipamientos técnicos y la misma ilusión y buen hacer de siempre. Eso si, nuevo nombre. Ahora era Radio 5, el canal informativo 24 horas de la radio pública.

En 2004, más joven que nunca, cumplió 50 años. Se la agasajó, se la rindió un homenaje sencillo y escuchó las mismas mentiras de siempre “¡…y que cumplas muchos más!”. Hoy cierra en silencio, sus trabajadores siguen informando sobre su ciudad cada hora, contando al mundo cuán bella es, pero da igual. Los planes del ente público son claros. Jaime Gaiteiro, secretario general de RTVE, ha expuesto el problema: “producir una hora en TVE cuesta el doble que en las privadas”. El argumento para el sector radiofónico es similar, con el agravante de una red de centros excesiva. Más radical ha sido Fernando González Urbaneja, presidente de la FAPE, y que formó parte del comité de sabios que estudió la reestructuración de RTVE, que afirmó que ésta es “el sitio más corrupto de España”. Fruto de ello, el ente que dirige Carmen Cafarel pretende reducir a la mitad las plantillas de los centros territoriales de TVE y RNE, eliminar Radio 4 y suprimir todos los centros de Radio 5 que no estén situados en capitales de comunidad autónoma.

El disco dio paso al CD.

Preguntamos al presidente del parlamento regional, D. Miguel Ángel Palacios, y nos informó que la comunidad de Cantabria, a diferencia de otras comunidades, no va a invertir ni apostar, ni ahora ni en el futuro estatuto reformado, por la creación de un canal autonómico de televisión, cuyos costes no está dispuesto a asumir el gobierno regional. En una comunidad pequeña como ésta, prosiguió el señor Palacios, el mantenimiento comercial de una cadena autonómica es inviable, y el gobierno no está dispuesto a inmovilizar recursos muy necesarios para programas sociales, educativos, sanitarios o de infraestructuras. En opinión del presidente del parlamento, eso lleva a que el gobierno central sea consciente de la necesidad de mantener el centro regional de RTVE en su estado actual para cubrir ese vacío, lo que invita a pensar que la reducción anunciada por el ente público no se llevará a cabo. En cualquier caso, sus palabras dejaron clara la opinión de los partidos del gobierno de que la intervención en el mercado informativo no es ninguna prioridad, y que las necesidades informativas de la sociedad cántabra están perfectamente cubiertas con la oferta privada.

Esta actitud tan clara de las instituciones no parece haber tranquilizado a los trabajadores, pese a que el director de Radio Torrelavega, Alfredo Campuzano, y redactores como Juan Pérez Abascal han explicado a 'Enredados' que la plantilla se siente respaldada por la ciudadanía y confiada en una solución favorable del conflicto. Sin embargo, los sindicatos ven claro que el nuevo modelo presentado por la SEPI Y RTVE, y que no tiene visos de paralizarse, implica de forma inmediata el cierre de RNE de Torrelavega, la desconexión de Radio 5 Todo Noticias a nivel regional y local, dejando al centro territorial de televisión con un informativo diario de 30 minutos y sin emisión los fines de semana. Ello ha llevado a un clima de incertidumbre entre los trabajadores del ente en la región que se ha traducido en un clima de tensión salpicado de asambleas, comunicados, concentraciones e interrupción de programas en directo.

Estudios de RNE de Torrelavega.

Los sindicatos han utilizado en su defensa argumentos muy parecidos a los del presidente de la Asamblea Regional, al indicar que la inexistencia de una canal autonómico reduce la información territorial a la emitida por "medios privados y partidistas sin capacidad técnica ni legal para llegar a todo el territorio regional". Esta es la opinión de CC.OO e IU, que han pedido el apoyo de todas la instituciones públicas y, especialmente, de su gobierno para la defensa de una Radio Televisión Pública plural y veraz.

Sólo queda recordar a Casto de Castro, Chiqui Cayón, Olga Casado, Manuel Perales, Juan Pérez, Alfredo Campuzano, Santiago Ibarra, José Ignacio Peña… Tantos y tantas que aprendieron a conocer su ciudad, a crecer en su profesión y a dedicarse a su gente. Pero así es la vida. También la voz se muere, o mejor dicho, se la mata.

Más información:
http://agora.ya.com/maltzaga/

 

 


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