Hace pocos
días ha surgido un nuevo caso en nuestra comunidad
del denominado Síndrome de Diógenes.
Aunque no es muy común esta enfermedad, este
no es el primer caso que se da en Torrelvega, ya que
hay constancia de cuatro casos más en los últimos
años. Y todos tienen en común aspectos
como la soledad y la acumulación de objetos
y desechos de forma enfermiza.
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La acumulación
de basura es punto común. |
En la década de los 60 se
hizo un estudio científico que determinaba
el patrón de conducta de estos sujetos, ya
en el 75 fue llamado Síndrome de Diógenes,
un tributo a Diógenes de Sínope, un
filosofo con un modo de vida austero y sencillo. Todos
comparten la soledad, el desaliño en su cuidado
personal, la acumulación de objetos inservibles
en su casa. Suelen tener grandes cantidades de dinero
en su casa o en el banco sin darse cuenta que lo tienen
y piensan que viven en una pobreza extrema, lo que
les lleva a acumular muchos artículos que no
tienen ninguna utilidad.
El caso de este hombre de Torrelavega es muy peculiar,
ya que un vecino llamó a su puerta y se percató
de los montones de basura que este tenía, decidió
llamar a los servicios sociales y éstos accedieron
a la vivienda mediante los bomberos, quienes iban
a comprobar la salud de este hombre ya que también
estaba buscado por el Hospital de Sierrallana, porque
había sido ingresado días previos por
una grave infección y se había escapado
del hospital.
Vecinos de este hombre han comentado su extraño
comportamiento y su actitud un tanto peculiar con
ellos. Hablamos con una vecina del edificio y cuenta
cómo no se extrañó ante la noticia
que el 12 de marzo apareció en los periódicos,
ya que todos los vecinos habían observado comportamientos
extraños como poner la radio a todo volumen
a altas horas de la madrugada, fuertes martillazos
y ruidos en la pared, recitar poesía y cantar
en los descansillos, no hablar con nadie y se dedicarse
a la venta por las noches.
Un vecino que tuvo que entrar al domicilio por una
avería, detectó un fuerte olor pero
no le dio mas importancia que la dejadez de un hombre
mayor solo. Tambien comentan que al llamar a su puerta
para protestar por las repetidas veces que se produjeron
los ruidos a altas horas de la madrugada, este no
abría la puerta, aún sabiendo que permanecía
en su interior.
Recientemente se ha estado recuperando en el hospital
y los Servicios sociales ya han procedido a la limpieza
del inmueble para que este pueda rehabilitarse.
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