El petrolero Prestige, cargado con 77.000 toneladas de fuel, sufrió el 13 de noviembre de 2002 una vía de agua ante las costas gallegas y seis días después se hundió. La mayor marea negra de la historia de España supuso el vertido al mar de 64.000 toneladas de fuel, que contaminaron 2.600 kilómetros de costas en España y Francia.