¿Estoy haciendo la
información en la que creo? Supongo que esa
es una pregunta que todos los periodistas nos hacemos
de forma más o menos habitual, y la respuesta
nunca es totalmente satisfactoria. La mayoría
de las veces nos tenemos que responder que solo
hacemos la información que podemos, marcando
los límites los medios en los que estamos,
y que únicamente está en nuestra mano
intentar que el trabajo sea el mejor y más
honesto que podamos ofrecer.
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Portada de HoyTorrelavega.es |
Sin embargo, esa pregunta adquiere otro sentido
cuando se hace un punto de inflexión profesional.
El nuestro fue en una situación desgraciadamente
habitual en los medios de comunicación: la
empresa para la que trabajábamos decide imponer
criterios económicos y cortoplacistas y renunciar
al proyecto al que habíamos dedicado tanto
esfuerzo y tiempo.
Superada la decepción, te planteas si quieres
volver a entrar en esas dinámicas o prefieres
arriesgar y apostar por otro camino, un camino en
el que la pregunta ¿estoy haciendo la información
en la que creo? tenga otra respuesta. Así
nació HoyTorrelavega, un periódico
digital que aborda la actualidad de la comarca del
Besaya desde un punto de vista plural, independiente,
y sobre todo, con un objetivo prioritario: dar cabida
a todas las voces. HT abrió sus “puertas”
en noviembre de 2011 y tras un pequeño periodo
de rodaje comenzó a funcionar a plena máquina
a finales de enero de 2012. Dos años ya de
recorrido, de trabajo, de dificultades y, sobre
todo, de muchas alegrías.
Contado así, y resuelto en unas líneas,
quizá parezca una decisión fácil.
No lo es en absoluto. Cuesta superar la sensación
de vértigo que da lanzarse a un proyecto
nuevo y lleno de obstáculos. Y sobre todo,
impone mucho la responsabilidad que conlleva, porque
la libertad de decidir es gratificante, pero no
es sencilla.
Luego está la parte práctica. En
nuestro caso, valoramos que tras años de
trabajo en distintos medios de comunicación
(radio, prensa escrita, agencias, publicaciones…)
reuníamos la experiencia periodística
necesaria, y que contábamos también
con la capacidad técnica para plasmar nuestra
labor y hacerla llegar al lector en un formato digital
moderno y atractivo, como pretendemos que sea HoyTorrelavega.
De nuevo, el afán por sintetizar obliga a
despachar en unas líneas un largo y trabajoso
proceso que nunca termina, porque internet es un
mundo exigente y el formato digital permite y obliga
a una constante actualización y mejora.
Respecto a las cuestiones económicas, administrativas,
legales, tributarias… resumiendo una vez más:
dificultades. Aunque en este caso no es patrimonio
exclusivo del mundo mediático, y poco podríamos
añadir a los obstáculos que, paradójicamente
en los tiempos del emprendimiento, encuentra cualquier
“emprendedor” para sacar adelante su
proyecto.
Pero si hay dificultades, contrariedades, problemas…
también hay mucho de positivo. Como profesionales,
HoyTorrelavega nos ha permitido llegar a muchas
historias, problemas, situaciones… y nos ha
acercado a la información y a sus protagonistas
de una forma que otros medios, por sus propios formatos,
no permiten. Porque no hay que llamarse a engaño,
el periodismo digital no cambia la esencia de este
trabajo, solo ofrece nuevos modelos y nuevas herramientas
para desarrollarlo. Si alguno pensáis que
el periodista digital está escondido en su
oficina, tras la pantalla del ordenador, rastreando
la red en busca de posibles noticias…, os
equivocáis. El periodista digital patea la
calle y escucha, cara a cara, a los protagonistas
de las noticias; como siempre se ha hecho, o incluso
más, porque los nuevos dispositivos tecnológicos
liberan de las ataduras de la redacción física
y permiten elaborar y transmitir la información
desde casi cualquier parte. El avance tecnológico,
las nuevas herramientas, deben servir para dar alas
al periodista y acercarle a la sociedad para la
que trabaja, no para encadenarle a una realidad
virtual despegada de sus lectores.
Internet ha adelgazado la frontera entre el emisor
y el receptor, entre el periodista y el lector.
El “feedback”, la retroalimentación,
la respuesta, que hace unos años te explicaban
en la facultad como algo un poco abstracto, ahora
es inmediata y contundente. En nuestro caso, hemos
apostado por abrir de par en par las puertas de
HoyTorrelavega a la opinión, valoración,
crítica y participación de los lectores,
tanto a través de los comentarios en las
informaciones como de las redes sociales. Defendemos
que no hay que tener miedo a escuchar a las personas
a las que nos dirigimos, al contrario. Una vez aplicado
el filtro de la “sensatez” y de descartar
los desafortunados monstruos que genera el anonimato
en las redes, esa respuesta es una herramienta impagable
para mejorar el trabajo y un acicate diario para
responder a la exigencia de una sociedad ávida
de información.
Eso enlaza con otra cuestión que creemos
importante. Pasaron los tiempos de los medios de
comunicación pontificales y hoy en día
los lectores no se conforman con ser receptores
pasivos de la información, quieren participar
y expresar lo que les interesa y lo que no. Pero
¡ojo! Eso no tiene nada que ver con ese dislate
de lo que se ha venido en llamar “periodismo
ciudadano”. No creemos en el periodismo ciudadano
como no creemos en la ingeniería ciudadana
o en la medicina ciudadana. Hoy en día, internet
nos permite conocer al dedillo los diferentes síntomas,
causas y consecuencias de una enfermedad, ¿nos
capacita eso para diagnosticar y tratar? ¿nos
convierte eso en médicos? Del mismo modo,
cualquier ciudadano con un simple teléfono
móvil puede convertirse en emisor de opiniones
o informaciones, pero un dispositivo tecnológico
no te convierte en periodista.
Los profesionales debemos “aprovecharnos”,
en el buen sentido de la palabra, de esa facilidad
para que la información circule, pero al
mismo tiempo tenemos que extremar la prudencia,
para contrastar, comprobar, revisar, seleccionar...
La “inmediatez”, otra de las exigencias
actuales, no debe anteponerse al rigor, de nada
sirve dar rápido una noticia si se hace sin
garantías. Los periodistas y el periodismo
siguen siendo necesarios, incluso más que
antes. Pero ese es otro debate…
Al escuchar todo esto, es lógico que la
mayoría de vosotros os preguntéis,
y entonces, ¿por qué seguir? ¿qué
tiene todo eso de bueno? ¿solo obstáculos
y problemas? La respuesta es sencilla. Por vocación.
En estos tiempos que corren parece que esas cosas
de las vocaciones no se llevan, sin embargo el periodismo
(como pasa en otras profesiones) sigue siendo uno
de esos trabajos en los que uno está por
vocación (desde luego no por las condiciones
económicas ni laborales del sector).
Afortunadamente, el periodismo y los medios de
comunicación reportan muchas satisfacciones.
Y no se trata de gestas ni de glorias, que va. La
gran mayoría de los periodistas, lejos del
relumbrón de algunos nombres que parecen
bandera de la profesión, somos “curritos”,
trabajadores de la información, que contribuimos
cada día, o eso intentamos, a que la sociedad
esté informada. Porque no hay libertad sin
información, no hay avance sin información..,
la información es un derecho de los ciudadanos
y los periodistas somos los encargados de “mantener
limpias las tuberías” para que fluya
a raudales.
Desde que HoyTorrelavega comenzó su recorrido
las dos personas que integramos el proyecto podemos
asegurar que lo que nos ha reportado a nivel personal
y profesional es impagable. Las historias que HoyTorrelavega
nos ha permitido contar, las voces que hemos podido
escuchar, las gentes que hemos conocido… todo
eso nos hace echar la vista atrás y pensar
que ha merecido la pena, que el día que tomamos
la decisión de poner en marcha nuestro propio
proyecto, de tomar las riendas de nuestro camino
profesional, mereció la pena.
¿Y sabéis que es lo mejor? Que todo
está aún por hacer y nosotros tenemos
cada día la oportunidad de intentarlo. Como
vosotros tenéis la oportunidad de elegir
vuestro proyecto, y sea cual sea el camino profesional
que decidáis, si lo hacéis con honestidad
y esfuerzo, cuando alguien os pida que compartáis
vuestra historia, como amablemente nos ha pedido
'Red-acción', podréis afirmar con
rotundidad que ha merecido la pena.