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Nº 113

OPINIÓN / TEMA DEL MES

La valla de las cuchillas

Por Laura Casado, estudiante de 4º ESO del colegio Ntra. Señora de la Paz de Torrelavega.

La valla de Melilla es una barrera física de separación entre Marruecos y la ciudad española de Melilla en África. Su propósito es dificultar la inmigración ilegal y el contrabando comercial. Consiste en 12 kilómetros de vallas paralelas de seis metros de altura con alambres de púas encima. Existen puestos alternados de vigilancia y caminos entre las vallas para el paso de vehículos de vigilancia. Cables bajo el suelo conectan una red de sensores electrónicos de ruido y movimiento. Está equipada con luces de alta intensidad y videocámaras de vigilancia, así como equipos de visión nocturna.

Las cuchillas coronan la valla de Melilla.

En 2005 el Gobierno socialista instaló en las vallas alambres con cuchillas tanto en la valla de Ceuta como en la de Melilla. Estas cuchillas provocaban profundos cortes en las manos y piernas de quienes intentaban saltar. Su costo fue de 5500 millones de pesetas. Un año después, tras comprobarse los innumerables casos de inmigrantes heridos y tras las denuncias de las ONG, especialmente de Amnistía Internacional, el entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió a quitarlas, aunque no se retiraron hasta 2007. Fue entonces cuando se instaló una sirga tridimensional, conocida como la tercera valla.

En 2013, el Ministerio del Interior volvió a colocar cuchillas en los alambres de la parte alta de la verja a lo largo de un tercio de su recorrido. En abril, un grupo de unas 200 personas intentó saltar la valla y alrededor de 50 lo consiguieron. En junio un grupo de unas 300 personas intentó saltar la valla y alrededor de 100 lo consiguieron. En julio un grupo de unas cien personas intentó saltar la valla y alrededor de 40 lo consiguieron. Tres periodistas fueron detenidos cuando estaban cubriendo la noticia. En noviembre un grupo de entre 150 y 200 personas consiguió pasar a Melilla a través de la valla. Una persona falleció al caer de lo alto de la valla durante el salto.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no sabe si las cuchillas de la valla de Melilla “pueden producir efectos sobre las personas”, después de ser preguntado por la recolocación de la concertina bárbara retirada en 2007 debido a las lesiones que causaba a las personas que trataban de saltar el perímetro fronterizo entre Marruecos y la ciudad autónoma.

“Eso es algo que siempre ha estado ahí… siempre ha estado ahí. Queremos mantener la integridad física de las personas, no sabemos los efectos que puede tener sobre las personas”, ha respondido, dubitativo, el presidente del Gobierno a una pregunta sobre la polémica reinstalación del alambre de cuchillas en la valla de Melilla durante una entrevista en Radio Nacional. “Señor presidente, son cuchillas… claro que hacen daño a las personas”, ha respondido el periodista Alfredo Menéndez. “Sí, pero todos los accidentes que ha habido hasta ahora han sido por saltar la valla. “Habrá que mirarlo”, ha zanjado Rajoy, quien ha anunciado que ha solicitado un informe al Ministerio del Interior sobre este asunto.

Posteriormente, todos los grupos parlamentarios han pedido al Gobierno la retirada de las concertinas que empezaron a instalarse en el perímetro fronterizo a finales de octubre como medida para evitar la entrada de las personas que intentan saltar la valla de Melilla, a través de una moción del Grupo Socialista sobre la política de inmigración del Gobierno en la que se ha incluido esta exigencia.

 


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