La valla
de Melilla es una barrera física de separación
entre Marruecos y la ciudad española de Melilla
en África. Su propósito es dificultar
la inmigración ilegal y el contrabando comercial.
Consiste en 12 kilómetros de vallas paralelas
de seis metros de altura con alambres de púas
encima. Existen puestos alternados de vigilancia y
caminos entre las vallas para el paso de vehículos
de vigilancia. Cables bajo el suelo conectan una red
de sensores electrónicos de ruido y movimiento.
Está equipada con luces de alta intensidad
y videocámaras de vigilancia, así como
equipos de visión nocturna.
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Las cuchillas
coronan la valla de Melilla. |
En 2005 el Gobierno socialista instaló en
las vallas alambres con cuchillas tanto en la valla
de Ceuta como en la de Melilla. Estas cuchillas provocaban
profundos cortes en las manos y piernas de quienes
intentaban saltar. Su costo fue de 5500 millones de
pesetas. Un año después, tras comprobarse
los innumerables casos de inmigrantes heridos y tras
las denuncias de las ONG, especialmente de Amnistía
Internacional, el entonces presidente del Gobierno,
José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió
a quitarlas, aunque no se retiraron hasta 2007. Fue
entonces cuando se instaló una sirga tridimensional,
conocida como la tercera valla.
En 2013, el Ministerio del Interior volvió
a colocar cuchillas en los alambres de la parte alta
de la verja a lo largo de un tercio de su recorrido.
En abril, un grupo de unas 200 personas intentó
saltar la valla y alrededor de 50 lo consiguieron.
En junio un grupo de unas 300 personas intentó
saltar la valla y alrededor de 100 lo consiguieron.
En julio un grupo de unas cien personas intentó
saltar la valla y alrededor de 40 lo consiguieron.
Tres periodistas fueron detenidos cuando estaban cubriendo
la noticia. En noviembre un grupo de entre 150 y 200
personas consiguió pasar a Melilla a través
de la valla. Una persona falleció al caer de
lo alto de la valla durante el salto.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no sabe
si las cuchillas de la valla de Melilla “pueden
producir efectos sobre las personas”, después
de ser preguntado por la recolocación de la
concertina bárbara retirada en 2007 debido
a las lesiones que causaba a las personas que trataban
de saltar el perímetro fronterizo entre Marruecos
y la ciudad autónoma.
“Eso es algo que siempre ha estado ahí…
siempre ha estado ahí. Queremos mantener la
integridad física de las personas, no sabemos
los efectos que puede tener sobre las personas”,
ha respondido, dubitativo, el presidente del Gobierno
a una pregunta sobre la polémica reinstalación
del alambre de cuchillas en la valla de Melilla durante
una entrevista en Radio Nacional. “Señor
presidente, son cuchillas… claro que hacen daño
a las personas”, ha respondido el periodista
Alfredo Menéndez. “Sí, pero todos
los accidentes que ha habido hasta ahora han sido
por saltar la valla. “Habrá que mirarlo”,
ha zanjado Rajoy, quien ha anunciado que ha solicitado
un informe al Ministerio del Interior sobre este asunto.
Posteriormente, todos los grupos parlamentarios han
pedido al Gobierno la retirada de las concertinas
que empezaron a instalarse en el perímetro
fronterizo a finales de octubre como medida para evitar
la entrada de las personas que intentan saltar la
valla de Melilla, a través de una moción
del Grupo Socialista sobre la política de inmigración
del Gobierno en la que se ha incluido esta exigencia.

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