Descripciones
sobre la angustia y la soledad de los estudiantes
de Bachiller.
Si fuera sinestésico,
supongo que lo vería como una especie de mar
de fango verde oscuro, profundo y denso. Es la hermana
pequeña bastarda de la desesperanza, la suprema
molestia. Como sentimiento, sería indescriptible.
Quizás podría identificarse como enormes
paredes cubiertas de pinchos empozonados que se ciernen
sobre tu ser, categóricamente inexorables,
pero que nunca llegan a darte muerte. Una lucha constante
contra un universo hostil, y contra ti mismo. Unas
tablas constantes al ajedrez. El último barquito
de 'Hundir la flota'. Físicamente notas las
amígdalas a la altura de los tobillos. Sientes
que tu laringe ha decidido estudiar nudos marineros.
Una estampida de búfalos corre libre por tus
entrañas pisoteando todo lo que encuentra a
su paso. Básicamente es estar encerrado en
una jaula que te has comido. Y ésta es la única
forma que se me ocurría para describir la angustia.
Andrés
González Campo
Muchos piensan que el sentimiento de soledad se compone
de falta de afecto, de no tener alguien a tu lado
cuando lo necesitas. Pero la soledad va mucho más
allá, es un sentimiento que se clava en tu
mente, que aunque estés rodeado de miles de
personas seguirás sintiendo un vacío
en tu interior. Ese vacío que te va convirtiendo
en un aislado. Ese vacío que acaba por hacerte
creer que si te sientes así es porque has hecho
algo para merecerlo. La soledad no es cosa del exterior
sino un sentimiento interno de no comprenderte a ti
mismo, de no ser capaz de aceptar lo que eres, o quién
eres, y desemboca en la idea de que, si tú
no te aceptas, ¿quién va hacerlo?. Lo
que te encierra más en ti y lo que tan sólo
era una visión de tu mente se transforma en
una realidad. Te quedas solo. Ese sentimiento nunca
para, te persigue, tratas de parecer normal, de imitar
los sentimientos de otras personas: la felicidad,
la tristeza. Pero la soledad anula cualquier otro.
En resumen, la soledad es una idea de la mente que
taladra, te vuelve loco de tal forma que lo que era
una imaginación se realiza. Y ahí ya
no puedes salir. Es el sentimiento más devastador
que puede sentir una persona.
Alejandra
Arroyo Zamanillo

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