Abraham tiene 27 años. Vive en el Barrio Covadonga de Torrelavega y ha conseguido proclamarse campeón del mundo de kick boxing en la categoría superwelter. Este torneo se celebró en el pabellón Vicente Trueba y contó con la asistencia de 4.000 personas. Él no lo tuvo nada fácil para hacerse con el título pero, con su gran inteligencia y una buena estrategia, lo consiguió. Siguiendo en esta línea, acaba de revalidar el título ante el ruso Tamazaez.

Pregunta.- ¿En qué consiste el kick boxing?
Respuesta.- Para que os hagáis una idea, es muy parecido al boxeo en un ring. La esgrima de puños es como el boxeo y las patadas son similares a las de kárate.

P.- ¿A qué edad empezaste a practicar este deporte y qué te llevó a realizarlo?
R.- Empecé a practicar este deporte a los 10 años. Desde pequeño me ha gustado mucho el tema de las películas de Bruce Lee. Además yo siempre he sido muy peleón y empecé en el colegio a hacer karate y luego me lo dio el que es hoy mi cuñado. Luego ya empecé con el kick boxing cuando tenía 12 años.

P.-¿Qué pensaban tus padres sobre este deporte cuando comenzaste a practicarlo?
R.-Bueno... al principio les gustaba que lo practicara, pero no les hacía nada de gracia que compitiera. Cuando comencé a competir se fueron acostumbrando porque sabían que me gustaba y yo además era muy cabezón. Porque me dijesen ellos que tal no les hice caso. Ya lo tienen asumido aunque lo pasan mal cuando compito y yo también lo paso mal pensando que ellos están sufriendo, pero qué se le va hacer, el deporte es así.

P.-¿Cuántas horas empleas en entrenar?
R.- Las que puedo, tengo que compaginarlo con el trabajo, con mi novia, con la familia... y bueno, más o menos, tres o cuatro horas, hay días que tres horas, cuando libro cuatro pero depende, otros días cinco... pero entreno todos los días.

Cira y Gema flanquean Abraham.

P.-¿Te puedes ganar la vida con este deporte?
R.- No, en España no. Aquí hay que trabajar y buscarte la vida como puedas a la hora de entrenar y eso dentro de las horas que te queden del día para poder entrenar, porque te lo tienes que pagar tú. No es como a la hora de combatir, que ya vas con todo pagado y tienes una bolsa en cada combate. En un año puedes hacer seis peleas, ocho o cuatro. Si eres profesional menos, porque es bastante lesivo y cuatro peleas al año es una buena media, así te recuperas de las lesiones y vuelves a preparar los combates.
Además, de la bolsa que ganas en las peleas, aunque está bien, no puedes vivir de ello. No es como, por ejemplo, en Japón o en Holanda que está muy bien pagado. Allí hay bolsas bastantes importantes, millonarias y cuentas con muchísima publicidad.

P.- ¿Cuál es tu sueño en este momento?
R.- Pues poder llegar a combatir en países como Japón u Holanda y poder vivir de ello, porque es realmente lo que me gusta. De hecho estamos mirando la manera de ir allí, pero para eso debes tener un buen manager y meterte en el circuito del K1. Estoy intentando conseguir un contacto.

P.- ¿Por qué te llaman 'El Demonio'?
R.- Cuando pasas a profesional siempre te pones un mote de guerra, un apodo es típico en esto. Y cuando estábamos en Tailandia hace mucho tiempo e íbamos a pasar a profesional, entre bromas y bromas en el habitación del hotel, salió esto. Los motes se ponen para meter miedo a los contrincantes.

P.-Hay personas que ven mal este deporte porque es de peleas... ¿nos podrías decir las ventajas y las desventajas de este deporte?
R.- Este deporte es muy desconocido, tiene mala fama porque hay un gran desconocimiento de él y entonces da miedo y la gente es un poco reacia a ello.
En el campeonato del mundo asistieron 4.000 personas y la gente ha podido conocer un poco más este deporte y yo creo que nadie ha salido desilusionado con la idea que este deporte es violento o macarra; hay de todo como en todos los deportes, pero éste para mi, y para la gente que lo conoce, no es nada violento, hay muy buen rollo y la gente es muy disciplinada precisamente por lo duro que es y por lo que cuesta estar ahí. La gente que practica este deporte generalmente suele ser gente muy tranquila y para nada quieres tener ningún problema.

Abraham Roqueñi junto a sus trofeos.

P.-¿A cuenta del kick boxing has viajado mucho?
R.-Si, muchísimos viajes de los que he hecho cuando he salido al extranjero han sido por el kick boxing

P.-¿A cuantos torneos y campeonatos has asistido?
R.- Buff...muchos, muchos, muchos... no os sé decir. Entre kárate y Kick Boxing, que es lo que siempre he hecho, he asistido al campeonato de Europa y de España de karate y luego lo dejé porque para estar al cien por cien no puedes estar a dos cosas a la vez. En Kick Boxing he asistido a 50 combates, también he hecho alguno de Sabate o Tai Boxing.

P.-¿Qué sentiste al proclamarte campeón del mundo de Kick Boxing?
R.- Cuesta asimilarlo, es como un sueño hecho realidad. Es una sensación que no se puede expresar con palabras... son muchos años soñando con este título y tantas horas de entrenamiento a la espalda que parece increíble.

P.-¿Qué consejo les darías a los principiantes?
R.-Pues que cada uno a su nivel, porque es un deporte muy bonito para todo el mundo. De hecho, al gimnasio va desde gente joven hasta gente bastante mayor que va a divertirse, a hacer ejercicio. Además te sirve para coger confianza en ti mismo y seguridad.

P.-¿Cada campeonato se vive igual?
R.- No, cada combate es un mundo y cada campeonato es totalmente diferente.

P.- Nos hemos enterado de que eres el dueño o uno de los dueños del Pub Shaman, el más popular de la zona de vinos de Torrelavega ...
R.-Sí, somos dos socios. Lo pusimos hace dos años y estamos muy contentos. Se llama Shaman porque se les ocurrió a Sergio, el otro socio, y a su novia. porque lo oyeron en el entonces último CD de Santana. Me lo comentó y me pareció bien la idea. Shaman significa hechicero.

Desde aquí queremos dar las gracias a este gran campeón por la atención y colaboración.

¡Esperamos que llegue todavía más lejos de lo
que ha llegado y que pueda cumplir su gran sueño!