Todas
tenemos pene. Todos tenemos vulva. Todos y todas tenemos
dignidad, somos iguales, somos personas. Todos y todas
somos todos. Si Dios algún día hablara,
él mismo sería su único y último
verdadero profeta, los 23 se están volviendo
oscuros, un poco de toxina botulínica cada
domingo, desde que les oí decir "los niños
tienen pene y las niñas tienen vulva, que no
te engañen“, la actitud de mi Iglesia
o cura es algo así como “rinde culto
en tu cuarto”.
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El sexo nunca
puede ser un motivo de discriminación
para aquellos que nos consideramos humanos (Foto:
S. GARCÍA) |
Y es que, seré enviada por partes: me mandarás
a tu infierno, que se ha convertido en mi día
a día. Enviarás mi corazón y
alma de lo que siempre fui, mientras a tu cielo “lo
que tu desmentías que era; lo que querías
que fuera, vamos ”. Benditos domingos, consagrando
tu palabra.
Escuchábamos palabras maquilladas tras el
progresismo, que habían logrado otros discursos,
que en el fondo más profundo mantenían
ideologías de lo más conservadoras y
nos convertían en los ciudadanos más
profundamente hipócritas del siglo XXI decíamos:
“Afirma y promueve la dignidad y los derechos
de la persona y de la familia, y el valor de la vida”
AMÉN .
“El bien siempre será aceptado como
verdad universal”. Tras sus maquilladas palabras,
esos naranjas querían ocultarnos sus anticuadas
y desactualizadas ideologías, y es que intentaban
manipularnos utilizando un bien que está claro
que esconde el mal.
¿Sabías que las famosas utilizan una
pequeña dosis de este veneno? PUTOS (producto
de los estereotipos) ESTEREOTIPOS, del tipo “niño-pene”
niña-vulva”, cada domingo y cada 23 nos
emborrachamos. Autobús naranja, te pido explotar,
desaparecer. Por tu culpa, las calles de las ciudades
principales (Estados Unidos, Madrid, Barcelona...)
se empiezan a plagar de fanáticos, falsos fanáticos
que confunden a millones de niños y nos devuelven
1300 años atrás.
'HazteOír' es uno de esos “bienes”
con los que unos y otros nos emborrachábamos
cada domingo. Y es que me volví adicta a la
toxina botulínica, casualmente un síntoma
es querer, detener el tiempo…... y yo me obsesioné
con dicha idea, ¡¡¡maldita toxina!!!:
cada domingo moría dolorosa y retorcidamente,
sus palabras me dolían, no era capaz de entender
cómo unos seguidores de Dios habían
conseguido manchar de tal forma su palabra, que con
tan buena voluntad nos decía: “AMA AL
PRÓJIMO COMO A TÍ MISMO”. El juego
del teléfono escacharrado era real.
Angustiada con la idea, corrí hacia la tienda
más cercana y compré el mejor desmaquillante
que tenían, se lo derroché a esos naranjas
y, en efecto, eran unos falsos profetas, que tan solo
querían una vida plena, y confundidos escogieron
el camino de la maldad, hoy yo soy la anteúltima
en el juego; en las noticias del 23 de escuché
como la asociación HazteOír siguió
el juego mandando a la sociedad un “OLVIDA AL
PRÓJIMO COMO A TÍ MISMO”.
Este juego se ha convertido en la lección
y vivo reflejo de la que me atrevo a llamar “nueva
religión”, una religión que en
un momento cometió el enorme error de arremeter
contra una parte de la sociedad, de lo más
vulnerable, frágil y manipulable; “un
niño” que ansioso por jugar acabó
por convertirse en el juguete con el que todos pecamos,
haciéndole dudar, opiniones de toda clase les
decían que sí, y que no eran, y que
podrían ser, sentimientos de acuerdo o desacuerdo
les acababan por convertir en nuestro juguete y ellos,
ellos estaban mareados, querían ser libres,
corretear por el patio con sus compañeros y
compañeras, sin prejuicios...
“El teléfono escacharrado se cortaba”
pequeños confusos, que sin saber y por oídas
repetían: "los niños tienen pene
y las niñas vulnerabilidad”, eso es lo
que nos decían asociados de HazteOír
en otras palabras, y también decían:
"nos están engañando".
Le pido que se tranquilicen, porque aquí estamos
para recordarles, para que no se olviden, y es que,
en el interior de nuestros cuerpos todos escondemos
una parte llamada corazón.
Banderas con arco iris les recordarán “sé
y deja ser”, LGTB les recordará todos
los días que aún estás a tiempo
de ser y dejar ser, porque un pene o vulva hoy podrá
tenerlo un niño o una niña y no deberá
molestar a nadie mientras no se olvide, presionemos
ON no OFFf ,cierra los ojos y abre tu mente, los niños
están sufriendo acoso y con un inmenso dolor
en sus corazones causado por un ambiente de odio.
Me cuentan que preferirían morir. Pero no por
ser ellos mismos, sino por el sufrimiento que implica
ser ellos mismos hoy en día.
Siento esto profundamente, y me duele tanto como
si me lo hicieran a mí, al fin y al cabo somos
humanos, cualquier persona que manipule, infravalore
y ponga en duda una realidad con mensajes transhomófobos
merece un toque de atención, aunque he de decirles
que también tiene derecho a ser recordado.
Desde hoy supongo que nadie se olvidará ni
de sí ni del resto.
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