El IES Foramontanos
de Cabezón de Sal participa desde el 1 de septiembre
del pasado año, como único integrante
en España, en el proyecto europeo Erasmus+
'Tools for skills teacher training. Working in harvesting
teams' (Herramientas para el desarrollo de competencias-
formación de profesorado). En una primera fase
está previsto el intercambio entre España
y diferentes países (Suecia, Bulgaria, Finlandia
y Alemania). Dos alumnos del IES Foramontanos han
viajado a Suecia y nos cuentan su experiencia. Esta
es la de Unai.
Buenas a todos, soy Unai, y este año pasado
nuestro profesor Ángel Fernández Torre
nos habló sobre un proyecto de intercambio
que estaban intentando llevar a cabo con ciertas escuelas
de diversos países europeos con estudios forestales,
y la verdad es que no dudé ni un segundo en
aceptar la propuesta de ir. Para ese entonces yo estaba
en el segundo año de estudios de Gestión
Forestal y del Medio Natural y estaba becado para
realizar las prácticas en un país extranjero,
que en mi caso fue Polonia, pero esa no es la cuestión
por la que escribo este artículo.
A pesar de haber dicho que sí desde el primer
momento al proyecto, todo eran dudas, ya que no supimos
con exactitud cuánto tiempo nos llevaría
ni en qué lugar nos situaríamos en Suecia.
Lo único que sabíamos era que teníamos
que leer dos manuales sobre nociones básicas
de maquinaria forestal y estas estaban escritas en
inglés.
Tras pasar el verano empezamos a aclarar las dudas
que teníamos. Yo para ese entonces ya no vivía
en Cantabria, por lo que nos comunicábamos
mediante email. Una vez confirmado todo y teniendo
ya los billetes en la mano empezó la aventura
sueca. Iba a consistir en hacer un curso de un mes.
Llegamos al aeropuerto de Gotemburgo donde nos recogió
el taxista de la escuela y, tras un viaje de dos horas
en coche, al fin llegamos a nuestro final de trayecto,
que se encontraba en Reftele. Es una escuela donde
imparten todo tipo de enseñanzas forestales,
agrícolas etc. La verdad es que nos impresionaron
bastante a mi compañero y a mí las instalaciones.
Al día siguiente de haber llegado empezamos
a trabajar con la maquinaria forestal, comenzando
con el uso de simuladores reales y otros virtuales
mediante ordenador. La maquinaria que usábamos
era el autocargardor John Deere. Al cabo de una semana
ya nos metieron a trabajar en los bosques suecos donde,
la verdad, es todo un privilegio trabajar. E incluso
usamos la procesadora de la misma marca durante unas
pocas horas.
Hicimos unos cuantos amigos, algunos de ellos finlandeses
que compartían la casa con nosotros. Íbamos
a trabajar todos los días a las siete menos
cuarto y teníamos casi una hora de trayecto
hasta el bosque donde trabajábamos. Una vez
allí trabajábamos por turnos. Llegábamos
a casa sobre la cuatro o cinco de la tarde, que ya
era totalmente de noche desde hacía un par
de horas. El tiempo pasaba muy despacio en la escuela,
estábamos en la mitad del bosque y el pueblo
más cercano se encontraba a 8 km, y teníamos
que ir a pie.
Los fines de semana los aprovechábamos para
hacer excursiones por los alrededores de la escuela,
sobre todo por un bosque donde habitaba una gran variedad
de fauna. Todo estaba rodeado de lagos, algunos más
grandes que otros. Es en uno de ellos donde casi nos
caímos al agua helada mi amigo David (sueco)
y yo por andar por encima del hielo; la placa de hielo
por la que andábamos se partió por el
medio y se escuchó un tremendo crujir en todo
el espacio. Afortunadamente solo fue un susto.
La verdad es que ha sido una muy buena experiencia
y agradezco mucho que se me haya concedido la oportunidad
de ir y aprender con los mejores en el tema forestal.
Ha sido todo un placer para mí y ahora está
al alcance de todo aquel que quiera estudiar sobre
el tema gracias al esfuerzo que hacen los profesores
para darnos unas salidas de empleo mejores.
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