El día
25 de noviembre colaboré, junto a unas compañeras
del instituto Jose María Pereda, en la recogida
de alimentos del Banco de Alimentos. Tuvimos que ponernos
en la entrada de un supermercado, en este caso en
uno de la cadena 'Lupa' situado en Numancia.
|
Grupo de alumnas
en el supermercado durante la recogida de alimentos.
|
Las personas se comportaron de manera diferente: algunas
podían llenar un carro de la compra con alimentos
de todo tipo (legumbres, leche, aceite, pasta etc...)
y otras que cuando le íbamos a preguntar y
a informar ni se quería enterar de en qué
consistía este proyecto. Otras personas al
informarles sobre este proyecto justificaban que no
podían comprar nada. Nos decían que
tenían una familia grande y que si no tenían
comida para ellos cómo iban a comprar y dárselo
a otras personas. Claramente mis compañeras
y yo al escuchar eso nos quedábamos emocionadas
y se nos caía el alma al suelo, no nos salían
las palabras, lo único que se nos ocurría
decir era: "no se preocupe, no pasa nada…"
Cuando haces estas
cosas te empiezas a dar cuenta de lo afortunada que
eres de tener una familia, una casa y comida para
alimentarte; la suerte que tienes de que te haya tocado
vivir donde vives y todas las cosas buenas que tienes
a tu alrededor. Desde mi punto de vista todo el mundo
tendría que contribuir en estos bancos de alimentos
porque no tienes ese cargo de conciencia hasta que
vives en tu propia piel la falta que hacen esos alimentos,
esa ropa o esa agua potable…
Yo soy una afortunada
por tener todas esas cosas pero, no muy lejos de aquí,
en mi misma ciudad, hay gente que está necesitada
y gracias a todos pueden tener una mejor vida.
SUBIR
|
|