Manuel ha puesto en palabras lo que muchos hemos ambicionado en demasiadas ocasiones: convertir en realidad nuestros deseos. Para ello cuenta con un bolígrafo mágico con el que dibuja sus anhelos.

¡Todo lo que dibujo se convierte en realidad!

Érase una vez un niño que casi nunca solía hacer los deberes, y un día el profesor le dijo: "Como vuelva a mirar los deberes y estén sin hacer te quedas sin recreo todo lo que queda de curso".
De camino a casa, el niño se encontró un bolígrafo y se lo quedó. Al día siguiente se dio cuenta de que se le había olvidado hacer una ficha, se puso tan nervioso que rellenó un folio con garabatos y resultó que lo que había dibujado con el bolígrafo se convirtió en la ficha que tenía que hacer. Y se enteró de que el bolígrafo era mágico. Desde ese día siempre traía los deberes hechos, porque lo único que tenía que hacer era dibujar una hoja llena de garabatos, y con los exámenes lo mismo. Y resulta que un día le mandaron traer un sombrero y se le olvidó y cogió un clínex y dibujó un sombrero y apareció.
Un día, sus amigos se reían de él porque no tenía un muñeco que tenían todos los niños y él se enfadó, cogió su bolígrafo y dibujó uno mucho mejor y los niños se quedaron con la boca abierta.

Ya eran las vacaciones de verano, al niño se le pasaron muy rápidas porque ya era el último día de vacaciones. Pero entonces, al niño se le ocurrió una idea, cogió su bolígrafo y dibujó más vacaciones en el calendario y aparecieron.