¿Qué
cuatro cosas se llevaría a una isla desierta?.
“Ninguna, no iría”. Eso dicen sus
amigos que contestaría Ricardo Bueno. Un hombre
dedicado a su comunidad, a su ciudad. Volcado en ayudar
y en ser útil. Vallisoletano de origen (Medina
del Campo 1940), Ricardo Bueno es un empresario torrelaveguense,
casado y con cuatro hijos cuya impronta en la región,
tanto a través de su actividad empresarial
y social como política, ha sido decisiva desde
los importantes años de la Transición.
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Ricardo Bueno
junto a Cristina y Carlos. |
Su vida escolar deambuló entre su ciudad natal
y la guipuzcoana Beasain. Desde allí llegaría
a Torrelavega siendo un adolescente, terminando aquí
sus estudios de bachillerato. Tras iniciar Derecho
y Filosofía y Letras en la Universidad de Oviedo,
realizó oposiciones al Cuerpo Técnico
de Correos, dedicándose posteriormente a su
empresa de gestión y seguros. En ese ámbito
Ricardo Bueno ha sido presidente provincial del Cuerpo
de Gestores y de la Joven Cámara de Santander,
así como director del Club de Márketing
de Santander. Su vida social ha resultado siempre
inquieta, destacando en su haber la fundación
del 'Periódico Cántabro', una publicación
quincenal de Torrelavega y la participación,
en tareas directivas, en el deporte de la ciudad.
Es director del Club de Márketing de Santander
y directivo del Torrelavega Club de Fútbol.
En junio de 1977, en plena transición a la
democracia, Bueno, siempre muy próximo al Partido
Demócrata Cristiano, es elegido representante
a las Cortes constituyentes en la coalición
centrista UCD. Eran tiempos en los que muchos españoles
asumiron responsabilidades y compromisos, en un momento
en el que el pais los necesitaba. Y Bueno no los eludió.
Así se iniciaría una intachable carrera
política marcada por el servicio y la discreción.
Ricardo Bueno ha sido senador por Cantabria en la
legislatura constituyente, y en las V y VI legislatura
(1993-2000), y diputado en la VII (2000-2004), desempeñando
cargos de vocal y vicepresidente en diversas comisiones.
A ello une el haber sido concejal y portavoz del Partido
Popular entre 1991 y 1995.
Hoy su casa es la sede de un proyecto que comparte
con sus amigos Manuel Quevedo y José Izaguirre,
a través del cual, y entre decenas de documentos
y más de dos mil fotos, buscan recuperar y
mantener la historia de su ciudad.
Pregunta.- ¿Cómo surgió
el Ricardo Bueno político?
Respuesta.- Hoy en día hay
un mecanismo para ir directamente hacia la carrera
política a través de unos estudios o
de contactos, aunque en mi caso siempre me ha gustado
participar en la vida pública. Antes de ser
político fundé un periódico en
Torrelavega y estaba metido en otras cuestiones deportivas.
Me dieron la posibilidad de presentarme con UCD para
la legislatura constituyente y a partir de ahí
continué en la política. Yo creo que
hay que tener una vocación por estar involucrado
en cosas y por participar de la vida pública.
P.- Usted vivió la Transición
y tuvo un papel importante en ella, ¿cómo
recuerda esa época en el partido?
R.- En la primera legislatura fui
senador por UCD y recuerdo que viví momentos
complicados, mucha tensión porque todos querían
tener el poder; hubo momentos difíciles en
cuanto a lo personal y a la seguridad de las personas
que allí estábamos. Todos queríamos
el protagonismo, pero al final se llegó a acuerdos
y pudimos sacar adelante la Constitución que
hoy en día tenemos y que me siento orgulloso
de haber firmado. Yo tenía 37 años y,
teniendo en cuenta que todos los senadores menos diez
éramos menores de 40 años, era de los
más novatos en estos temas. Allí había
gente muy conocida, cercana al Rey o que destacaban
en algún campo, personas como Camilo José
Cela, Santiago Carrillo, Rafael Alberti, Dolores Ibárrurruri
… Pero aunque fueron momentos difíciles
los recuerdo con mucho cariño por haber tenido
la suerte de poder estar ahí.
P.-¿Cómo ve a España
ahora en relación con la España de la
transición?
R.-Indudablemente estamos mucho mejor
que antes, hemos mejorado mucho, aunque la gente a
veces no recuerde todo el esfuerzo que hizo toda la
sociedad española para poder tener el bienestar
que tenemos ahora. Llevamos poco tiempo en democracia
comparados con la mayoría de los países
y podemos mejorar la situación, siempre podremos
estar mejor, pero en vez de quejarnos debemos hacer
algo por el cambio, aportar algo ahora que se puede,
porque hay libertad para hacerlo. Hemos mejorado gracias
a la entrada en Europa, que nos ha proporcionado un
paraguas muy importante, aunque para otras cosas no
nos ha beneficiado. Antes, por ejemplo, si las cosas
iban mal se podía devaluar la peseta y ahora
con el euro no… pero, indudablemente, estamos
mejor que antes.
P.-¿Por qué Cantabria
se encuentra a la cabeza de las listas del paro en
el país?
R.- No creo que seamos de las peores
comunidades en ese sentido, pero el paro en Cantabria
se debe principalmente a la bajada en el sector primario
por la influencia de la UE, que ha limitado nuestra
producción, aunque antes la incentivó;
la desaparición de las compañías
de minas en Cantabria ha creado paro y la reducción
de las plantillas de las principales empresas de la
comunidad. Creo que se deberían de dar más
facilidades a la hora de empezar un negocio o crear
una empresa, porque se ponen trabas administrativas
y es muy caro y muy difícil iniciar una actividad.
P.-¿Qué opina sobre
la gestión de Revilla de la comunidad?
R.- No me parece que esté
haciendo una mala gestión. Hay que tener en
cuenta que es muy difícil gobernar y que nosotros
mismos hemos elegido a nuestro presidente y si no
estamos de acuerdo con su política lo que tenemos
que hacer es cambiar nuestro voto para mejor y no
quejarnos de todo porque no lleva a ningún
sitio.
P.-Usted vivió la legalización
del Partido Comunista. ¿Había unanimidad
en la legalización dentro de UCD o fue idea
de Suárez?
R.-En aquel entonces los partidos
no tenían tanto peso como ahora y fue más
una cuestión de la sociedad española.
No se podría realizar el cambio hacia la democracia
sin que estuviese representada una parte de la sociedad.
Todos los partidos ayudaron para que esto fuera posible,
todos cedimos algo. El partido comunista aceptó
símbolos como la bandera, por ejemplo…
Quizás a quien más le costó aceptarlo
fue a la parte del Ejército que venía
del régimen anterior, pero se acabó
aceptando y todos ayudamos para ponernos de acuerdo
en ello.
P.-¿Cree que la desaparición
de UCD se debió a que el partido tuvo sentido
únicamente para llevar a cabo la Transición?
R.- UCD se creó a partir de
muchos grupos para llevar a cabo la transición
de un régimen político a otro. El partido
se armó para eso y posteriormente cada uno
se fue por su lado. Algunos volvieron a su trabajo
y otros seguimos en otros partidos. UCD no tenía
un pasado como tenía el PSOE y como se vio
más tarde tampoco tenía un futuro, realizó
su cometido y se retiró.
P.-¿Cómo vivió
usted el 23-F? ¿Fue el Rey decisivo en aquellos
momentos en los que la recién instaurada democracia
peligraba en el país?
R.-Yo no estaba en el partido como
diputado ni como senador en ese momento, pero recuerdo
que se vivió con una tremenda inquietud en
la calle. Era una situación muy preocupante.
Al final no pasó nada, pero podía haber
pasado. El Rey fue clave en la situación porque
fue quien la controló con el Consejo de Seguridad
que se reunió con gente de los ministerios
y demás, porque los diputados estaban lógicamente
en el Congreso encerrados. Fue un momento con mucha
tensión, incluso algunos políticos de
izquierdas tuvieron que exiliarse aquellos días
y destruyeron archivos por lo que pudiera pasar.
P.-¿Cree usted conveniente
que en la actualidad se sometan a debate y a revisión
cuestiones ya tratadas y resueltas en la Transición?
R.- Creo que no se deben de volver
a sacar cosas del pasado, porque si no no acabaríamos
nunca porque todos reclamarían algún
hecho. Costó mucho olvidar aquellos momentos
y la sociedad luchó por ello. No se puede avanzar
hacia el futuro mirando hacia el pasado.
P.-¿Por qué España
está a la cola en educación en Europa?
R.-Eso pienso que se debe principalmente
a que se han ido transfiriendo las competencias a
las comunidades y cada una ha empeorado la educación
y bajado el nivel porque, claro, los votos están
mas cercanos y cada comunidad ha dado más facilidades
que la anterior. Ahora se puede pasar de curso con
cuatro suspensas, lo cual es una locura, porque el
sistema trata de preparar a las nuevas generaciones
que dirigirán el país.
P.-¿Cuáles son los
retos para el futuro del país?
R.- Bueno, yo creo que la mayor queja
es el tema autonómico. La gente no quiere el
centralismo de Madrid y se quieren traspasar las competencias
a las comunidades. Pero luego cuando hay problemas
lo curioso es que se recurre al Gobierno central,
a Madrid. Otros problemas pueden ser la educación
y su bajo nivel, y la sanidad, mejorar el sistema
sanitario público.
P.-¿El nuevo Gobierno vasco
implica, como dicen algunos, el cierre definitivo
de la Transición?
R.- Es cierto que es un gran cambio,
porque desde que ha habido democracia siempre ha gobernado
un lehendakari del PNV, ya sea por mayoría
o pactando. Creo que es un cambio necesario y que
afortunadamente se ha producido ahora.
P.-Son continuos los casos de corrupción
que salpican a los partidos, ¿podemos fiarnos
de nuestros políticos?
R.- Bueno, creo que los casos de
corrupción son muy asilados, lo que ocurre
es que la prensa hace una gran noticia de ellos mientras
la mayoría de los concejales trabajan en un
pueblo sin ningún tipo de corrupción.
Pero los casos que se han dado hay que condenarlos
y depurar responsabilidades, obviamente, pero creo
que podemos confiar en los políticos en ese
sentido y aplicar un correctivo ejemplar para que
no se vuelvan a dar esos caso que tanto retumban en
la sociedad española.
P.-¿Qué cree que debería
de cambiar el PP para volver a gobernar el país?
R.-Creo que estamos en un país
que siempre hay una alternancia entre el PP y el PSOE
que suele ser cada dos legislaturas. Los españoles
nos cansamos de unas políticas u otras y decidimos
cambiar siempre. Pero creo que el PP no tiene que
hacer nada en especial, es más importante que
el gobierno falle de alguna manera que el que la oposición
haga algo más para cambiar de gobierno.
P.-¿Está de acuerdo
con la gestión de Rajoy desde la oposición?
R.-Creo conocerle bien y tengo una
gran impresión de él. Pienso que es
la persona idónea para presidir el país
en estos momentos, no es una persona con una gran
cercanía y un don para la gente quizás,
pero es serio, trabajador y cumplidor a quien daría
mi confianza para gobernar el país.
P.-¿Cuál sería
su consejo para un estudiante que quiere dedicarse
a la política?
R.-Bueno, le diría que tiene
que involucrarse en la vida pública desde temprano
y a partir de ahí se va escalando y subiendo
hasta que llegas a un cargo político importante
o al gobierno.

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