Cantabria
ha realizado en los últimos años un
gran esfuerzo en la recuperación, mantenimiento
y difusión de su patrimonio. Tanto por la necesidad
de proteger un bien que repercute en la actividad
turística, como por la necesidad de proteger
las raíces de la comunidad. Sin duda, uno de
los pioneros en esa ingente labor ha sido Enrique
Campuzano Ruiz. El organista de la Asunción,
como le conoce Torrelavega, nació en 1958.
Doctor en Historia del Arte es académico de
las Reales Academias de Bellas Artes de San Jorge,
en Cataluña, y de San Fernando de Madrid.
|
Enrique Campuzano
en el órgano de la iglesia de la Asunción. |
Entre sus múltiples labores y servicios a
la cultura de nuestra tierra se encuentra una numerosa
labor editorial a través de libros, estudios
(como sus famosos sobre órganos y sobre el
gótico cántabro), guías y materiales
didácticos para jóvenes.
Tras el periodo del recordado padre Antonio Niceas,
Campuzano asumió el cargo de director del Museo
Diocesano de Santillana del Mar, que en la actualidad
ostenta, junto al que siguió con su pasión
por el órgano que había iniciado cuando
se convirtió en organista de la iglesia de
la Asunción de Torrelavega.
Su labor divulgativa se hizo notoria cuando tras hacerse
cargo del Museo Regina Coeli de Santillana (fundado
en 1967 y uno de los más importantes de España)
trajo a Cantabria las Jornadas Nacionales sobre Patrimonio,
convirtiéndolas en un lugar de reflexión
sobre la situación del patrimonio en España.
Los medios y herramientas creados en Santillana han
servido no sólo para una mejor protección
de bienes muebles e inmuebles, sino para dar valor
social, cultural y económico a un patrimonio
a menudo arrumbado. De su trabajo se ha obtenido no
sólo una mayor sensibilidad social hacia estos
temas, sino una fuente de riqueza, visible en los
más de 425.000 visitantes anuales.
Entre sus últimos trabajos se encuentran las
obras divulgativas sobre el patrimonio de la capital
y su entorno y sobre el arte mueble (órganos,
retablos...), así como monografías como
la de Santo Toribio de Liébana, sexta de una
colección de gran interés histórico.
Pregunta.- ¿De todo lo que
hace, qué es lo que más le gusta?
Respuesta.- Me gusta todo lo que
hago y me gusta más cuando lo hago por voluntad
propia y no por encargo. Los temas artísticos
suelen ser de encargo mientras que los de música
los hago por que me apetece y, aunque me requiere
un mayor esfuerzo, me divierte más.
P.- ¿Cómo encuentra
tiempo para compaginar todas tus actividades?
R.- Creo que porque me organizo bien
y no veo la televisión. Además, antes
de ponerme a hacer algo pienso primero cómo
hacerlo y el método para hacerlo mejor y que
no me cueste más tiempo.
P.- ¿Qué estudiastó
y dónde?
R.-Historia del Arte, en los últimos
años del Franquismo, de 1973 a 1976. Dos años
en Valladolid y los tres de especialidad en la Universidad
Complutense de Madrid.
P.- ¿Y era un buen estudiante?
R.-Al menos normal, acabé
la carrera en cinco años, y todo se desarrolló
bien.
P.- ¿Recomendaría
a las nuevas generaciones estudiar y hacer un doctorado?
R.-Claro. Al menos estudiar para
conseguir una titulación superior. La especialización
posterior depende de las ganas y del interés
que tengas por temas que te entusiasmen.
P.- ¿Cree que esto le ha
ayudado a encontrar fácilmente un trabajo?
R.-Sí. Si has sido capaz de
hacer un doctorado es porque tiene capacidad de esfuerzo
e ilusión y eso se suele valorar por la parte
contratante.
P.- ¿Cuánto tiempo
tardó en escribir sus libros o alguno de ellos?
R.-Es difícil precisar, porque
lo más importante es tener las ideas y éstas
surgen de leer mucho o reflexionar sobre las cosas.
El tiempo material de plasmar por escrito dichas ideas
depende del tiempo que le dediques; 'El libro del
Gótico' tardé unos seis años
en pensarlo y dos en escribirlo, pero hay que tener
en cuenta que escribir a máquina (y sin tachones,
además no había tipex) era más
lento que con ordenador.
P.- ¿Cuál ha sido
el más exitoso de sus libros?
R.-A nivel nacional 'El gótico
en Cantabria', porque fue el primero que abordó
este estilo desde nuevas perspectivas y terminología
en un ámbito regional.
P.- ¿Por qué lo ha
sido?
R.-Porque luego sirvió de
modelo a otros muchos para las diversas provincias
o regiones.
P.- ¿El trabajo al que se
dedica es el que quería hacer de joven o ha
cambiado varias veces de opinión?
R.-Lo tenía muy claro desde
los 15 años: el arte y, como complemento, la
música.
P.- ¿En qué consiste
su trabajo como director de conservación y
restauración de órganos musicales en
las iglesias?
R.-Lo primero estudio cada órgano,
su estado de conservación y la prioridad de
tratamiento con respecto a otros, así como
la posibilidad de que haya alguien que pueda tocarlo
y después, lo más difícil, conseguir
que a alguna institución le guste la idea y
pague el coste.
P.- ¿Es difícil la
defensa del patrimonio, es una guerra como parece?
R.-No, tanto no, pero hay muchas
dificultades y algunas incomprensiones en este campo.
Ya tenemos una ley, la de 1998, pero ahí no
acaba la cosa. Hay que esforzarse por conseguir mejorarla,
que se conozca y se cumpla.
P.- ¿Por qué los
órganos son su objetivo primordial?
R.-No es el único, lo que
ocurre es que ciertos bienes culturales al estar en
uso se presta más atención a su mantenimiento.
Sin embargo, la falta de organistas hace que muchos
estén arrumbados y olvidados, igual que los
retablos, algunos maravillosos, pero en ermitas e
iglesias que al no tener culto, no se protegen. No
es tanto un objetivo como una prioridad.
P.- No fue muy comprendida su idea
inicial de cobrar por entrar en las iglesias ...
R.-Yo soy del parecer que lo que
no cuesta no se valora. Tampoco hemos pretendido nunca
convertir esto en un negocio, pero si que es cierto
que podemos obtener algunos recursos necesarios para
las políticas de conservación. Debemos
tener en cuenta que estamos hablando de cantidades
simbólicas como forma de concienciar a la sociedad
sobre el respeto a estos bienes.
P.- ¿Y por dónde
empezamos?
R.-Por establecer criterios racionales
a la hora de decidir a qué iglesias es necesario
dedicar los recursos existentes. Yo creo que debe
primar el interés artístico e histórico
del edificio, no tanto como la funcionalidad religiosa
y los servicios a la sociedad. Muchas veces no se
entiende, pero debemos escoger en nuestra labor, pues
esta es una comunidad con recursos limitados y que
cuenta con unos 1.200 templos, de los cuales 450 son
ermitas.
P.- Conservar, divulgar. ¿Falta
algo?
R.-Asesorar. Mucha gente está
implicada o tiene capacidad de intervenir en este
campo y no siempre tiene conocimientos y formación.
Y por otra parte, los técnicos no podemos llegar
a todas partes, así que es bueno delegar en
los afectados o en otros colectivos y crear con ellos
un impulso protector de toda la sociedad hacia nuestras
raíces. De hecho de este trabajo asesor hacia
colectivos, ayuntamientos y parroquias han surgido
proyectos muy interesantes, como el que se desarrolla
en el entorno de la iglesia de Santa María
de Piasca, donde las excavaciones han permitido descubrir
restos del antiguo monasterio. Estos trabajos, junto
a los de divulgación, han sido el arranque
de publicaciones monográficas o de una revista,
'Clavis'.
P.- En la actualidad es profesor
R.-Sí, de Historia del Arte
en el instituto de Viérnoles.
P.- ¿Es más difícil
compartir sus conocimientos con los alumnos o proteger
la cultura?
R.-Una cosa va unida a la otra. Sin
la implicación de quienes son el futuro poco
haremos. A mi, de todas formas, la enseñanza
me gusta, es una forma de demostrarte a ti mismo que
lo que tu has adquirido con tu esfuerzo ha servido
para algo.
P.- ¿Cómo se hace
para abarcar tanto?
R.-Se hace con ilusión, trabajo
y colaboración. Y tampoco es tanto. En la actualidad,
junto a lo que hemos hablado, soy miembro del equipo
redactor y dirección facultativa de las obras
de restauración del antiguo edificio de la
Universidad Pontificia, junto a lo que trabajo en
la elaboración del catálogo de la Música
de la UP de Comillas. También soy cronista
del Ayuntamiento de Puente Viesgo, y director de conservación
y restauración de órganos musicales
en las iglesias.

SUBIR
|
|