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                            El santanderino barrio del Cabildo parece que, a fuerza 
                            de derribos, ha abierto tímidamente sus puertas 
                            a los cientos de ciudadanos que caminan siempre paralelamente 
                            a él, de espaldas a él. Elisa realizó 
                            un exhaustivo trabajo sobre su historia y sus señas 
                            de identidad y consiguió el primer premio en 
                            la octava edición del certamen 'Jóvenes 
                            Investigadores' que convoca el Ayuntamiento de Santander. 
                          
                             
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                              Los bomberos 
                                  inspeccionan un vehículo que quedó 
                                  aplastado tras el último derrumbe. (Foto: 
                                  EFE/Esteban Cobo)  | 
                             
                           
                            
                          La ciudad de Santander. Su estructura 
                            en la Edad Media y Moderna 
                          En la Edad Media, sobre las ruinas de un antiguo 
                            poblado romano situado en el cerro de Somorrostro, 
                            se construyó la iglesia de San Emeterio. En 
                            un documento dado por el rey Sancho II se nombra ya 
                            la abadía de San Emeterio en el año 
                            1068. Así, el propio nombre de Santander se 
                            deriva de la palabra latina "Sancti Emeterii", 
                            que ya aparece en castellano en el siglo XIII. 
                           En torno a esta abadía se estableció 
                            una pequeña villa marinera que sería 
                            el orígen de la ciudad. En el año 1187 
                            el rey Alfonso VIII da a la villa una serie de privilegios. 
                            Estos privilegios harán que prospere económicamente 
                            y se dedique sobre todo a las actividades marítimas. 
                            Así, se convertirá en una de las salidas 
                            más importantes de Castilla al mar. Sus marineros 
                            viajarán por todo el Cantábrico y llegarán 
                            hasta las costas francesas e irlandesas. En su puerto 
                            también estaban las flotas encargadas de la 
                            exportación de las lanas castellanas hacia 
                            el norte de Europa; y en sus astilleros se fabricaban 
                            barcos para las armadas reales. 
                            El crecimiento de la actividad económica de 
                            la ciudad tuvo como consecuencia el aumento de la 
                            población y el que aparezcan más calles 
                            y casas en la villa y el puerto. 
                           El primer núcleo de población se había 
                            desarrollado en los alrededores de la Iglesia Colegial 
                            o Abadía de los Cuerpos Santos y del Castillo 
                            de San Felipe, y apenas contaba con media docena de 
                            calles. A finales del siglo XII se expandió 
                            al otro lado de la ría de Becedo. De este modo, 
                            la villa se organizó en dos zonas: la más 
                            antigua, denominada Puebla Vieja, situada en la parte 
                            alta, sobre el cerro de Somorrostro, y la Puebla Nueva, 
                            situada en la zona llana del otro lado del puerto. 
                          
                             
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                              La calle Somorrostro 
                                  y la Plaza de Velarde en 1900.  | 
                             
                           
                            
                          La puebla vieja o Cabildo Alto 
                          La puebla vieja constaba de una serie de calles que 
                            se habían creado adaptándose al desnivel 
                            del terreno del cerro que ocupaban. El primer tramo 
                            de calles estaba en lo alto del cerro originario y 
                            lo formaban dos calles: la Rúa Mayor y la de 
                            las Carnicerías Viejas, que se extendían 
                            desde las puertas de San Pedro y la Rinconada hasta 
                            la abadía y el castillo. 
                            Rúa Mayor era la calle más larga de 
                            toda la villa y la que más torres y casonas 
                            tenía. Paralela a Ruamayor se formaría 
                            la Rúa Menor o de la Carnicería Vieja, 
                            llamada así por encontrarse allí la 
                            más antigua de las carnicerías de Santander. 
                            Al pie de estas calles, se situaban las de Somorrostro 
                            y Vergel, y las pequeñas callejas de la Bastida 
                            y del Infierno. Por debajo de estas se localizaba 
                            un puente que unía la Puebla Vieja con la Puebla 
                            Nueva y que llegaba hasta las atarazanas (almacenes 
                            donde se construían barcos). La Rúa 
                            Mayor se prolongaba por la calle del Alta.  
                            Las casas que ocupaban por entonces las calles de 
                            Santander podían ser de una o de dos plantas, 
                            predominando estas últimas. La planta de abajo 
                            era muy frecuente que estuviera dedicada a bodega, 
                            taller o tienda.  
                            A menudo también tenían de un amplio 
                            portal. Aunque había casas de piedra (las de 
                            la nobleza rica), en la mayor parte de los casos esto 
                            sólo ocurría en la primera planta, ya 
                            que la segunda se hacía con madera o con madera 
                            y mampostería, hasta llegar al tejado. 
                          
                          
                           La puebla nueva o Cabildo Bajo 
                          Ya a partir del siglo XIII según van pasando 
                            los años se establecen en la parte baja de 
                            Santander artesanos y mercaderes. De esta manera se 
                            empezó a formar la puebla nueva, creándose 
                            un conjunto de calles en torno a un centro que, en 
                            este caso, era la céntrica Plaza Vieja, hoy 
                            desaparecida. A ella se accedía a través 
                            de la calle del Puente y allí tenían 
                            lugar los actos más importantes (fiestas, representaciones 
                            teatrales, corridas de toros...). A partir de ella 
                            se disponían las calles más destacadas, 
                            tales como Santa Clara, llamada así por el 
                            monasterio de esta orden religiosa establecido en 
                            ella, y las de San Francisco, de la Sal –cuyo 
                            nombre se debía a un depósito de la 
                            sal allí situado– y del Palacio, en la 
                            que estaba ubicado el depósito de trigo, un 
                            edificio de gran importancia en la vida de los ciudadanos 
                            de la villa. Otras calles de este núcleo eran 
                            las de Tablero, Arcillero, Medio y Arrabal. 
                            A lo largo del siglo XV hubo muchos conflictos entre 
                            la Puebla Vieja y la Nueva a la hora de determinar 
                            su participación en el Gobierno municipal. 
                            Así, para remediar estas peleas se decidirá 
                            que gobernasen la villa dos alcaldes, seis regidores, 
                            dos fieles y un procurador, elegidos entre los vecinos 
                            de las dos zonas diferenciadas de Santander. Como 
                            ocurrió en la mayor parte de las ciudades castellanas, 
                            dichos cargos los ocuparon los miembros de la nobleza 
                            más destacados y de mayor antigüedad. 
                            Los Reyes Católicos determinaron el momento 
                            de elección y fijaron que se elegirían 
                            anualmente, siendo el 1 de enero la fecha establecida, 
                            y el antiguo convento de San Francisco, situado donde 
                            hoy está el Ayuntamiento, el lugar de celebración. 
                          El puerto y la muralla 
                          Durante toda la Edad Media, el puerto se mantuvo 
                            en la ría de Becedo. En su entrada se situaban 
                            dos torres de defensa. Sobre esta ría natural 
                            se fueron realizando algunos rellenos de tierra e 
                            importantes obras tales como muelles de madera de 
                            sus laderas y el puente que unía las dos pueblas. 
                            También se encontraban allí las Reales 
                            Atarazanas, un gran edificio destinado a construcción 
                            de barcos. 
                            Para intentar aumentar la capacidad del puerto, en 
                            la segunda mitad del siglo XV se inicia la construcción 
                            de una dársena fuera de las murallas, ejecutándose 
                            el denominado Muelle de las Naos a los pies 
                            del castillo de San Felipe. Este puerto exterior quedará 
                            concluido en el Renacimiento y a mediados del siglo 
                            XVI comenzaron las obras del llamado Muelle Largo, 
                            que se extendía hacia el este. A partir de 
                            este momento, y hasta mediados del siglo XVIII, la 
                            estructura del puerto apenas cambiará. 
                            Para proteger a los habitantes de ambas pueblas se 
                            construyó una muralla que rodeaba la pequeña 
                            ciudad, excepto por el este, por donde entraba el 
                            brazo de mar que formaba la ría de Becedo que 
                            dividía la ciudad. Cercada por la muralla, 
                            en la villa había siete puertas; siete fuentes 
                            proporcionaban agua a sus habitantes y además 
                            existían un buen número de ermitas dedicadas 
                            a diversos santos. 
                            Los accesos naturales a la muralla se hacían 
                            por el cerro de Somorrostro. Este estaba defendido 
                            por el castillo de San Felipe, en el lugar del actual 
                            edificio de Correos, y por la abadía colegial. 
                            Desde el embarcadero, la actual plaza del Ayuntamiento, 
                            se podía acceder a la Puebla Alta por la calle 
                            Cuesta y la Cuesta del Hospital. Para ir desde la 
                            actual Plaza de las Estaciones, era muy difícil 
                            y tenía que hacerse a través de un sendero 
                            tortuoso entre acantilados. 
                          La sociedad. Los pescadores 
                          Ya durante los siglos siglo XV y XVI, la villa presentaba 
                            la estructura social y económica de la mayoría 
                            de las poblaciones con puerto de mar. Estaba controlada 
                            por unos cuantos nobles que vivían en el núcleo 
                            urbano, mientras que la mayoría de la población 
                            se dedicaba a diversas actividades, destacando la 
                            agricultura y el cultivo de pequeñas huertas 
                            y la pesca. La cantidad de tierra que tenía 
                            cada campesino era muy pequeña, siendo el maíz 
                            y la vid los productos que más se cultivaban. 
                             
                            La pesca ocupaba un papel muy importante en la actividad 
                            económica y la sociedad. Normalmente, a partir 
                            del siglo XVII no se realizaban grandes travesías 
                            en busca de pescado, sino que se pescaba en los alrededores 
                            de la bahía o en las zonas próximas 
                            de la costa cantábrica (navegación de 
                            cabotaje). Se separaba la cantidad necesaria para 
                            consumir en la ciudad y los excedentes se exportaban 
                            a Castilla. Los pescadores, que eran una parte importante 
                            de la población, se agruparon en las llamadas 
                            Cofradías de pescadores. Estas cofradías 
                            eran asociaciones que surgen en la Edad Media donde 
                            se unían las gentes que trabajaban en la mar 
                            para ayudarse mutuamente, reglamentar cómo 
                            debía pescarse, resolver problemas entre los 
                            propios pescadores, establecer como comercializar 
                            la pesca que capturaran, etc. 
                           Hasta el siglo XVII sólo existieron cofradías 
                            en las cuatro villas de la costa: Castro Urdiales, 
                            Laredo, Santander y San Vicente de la Barquera. Durante 
                            la Edad Moderna constituían el gremio más 
                            importante de los existentes en estas villas, pues 
                            en ellos trabajaban entre el sesenta y el ochenta 
                            por ciento de la población. Por esta razón, 
                            las cofradías de pescadores llegaron a ser 
                            el único medio que tenían éstos 
                            para defenderse contra los abusos de los más 
                            poderosos de la ciudad, que muchas veces pretendían 
                            aprovecharse de ellos. 
                           En la ciudad de Santander, en el siglo XIV los pescadores 
                            crearon su cofradía relacionados con la ermita 
                            de San Martín de la Mar, de donde tomaron su 
                            nombre. A partir de la época moderna la cofradía 
                            santanderina se dividió en dos existiendo una 
                            para el cabildo de Arriba, llamada Cabildo de Pescadores 
                            de San Pedro de Arriba, y otra para el de Abajo. Posteriormente, 
                            después de la tragedia de la galerna del sábado 
                            de Gloria del 22 de abril de 1878, en la que murieron 
                            más de un centenar de pescadores, las dos cofradías 
                            volvieron a unirse.  
                            
                          Algunos lugares y monumentos importantes 
                            en el Cabildo de Arriba 
                          1.- Calle Alta 
                          El crecimiento de población hizo necesaria 
                            la construcción de nuevas edificaciones fuera 
                            del recinto amurallado. Estas construcciones denominadas 
                            arrabales fueron levantadas junto a las puertas principales 
                            de la muralla. Los principales: el de Fuera de 
                            la Puerta, situado en junto a la Puebla Vieja, 
                            en lo que hoy sería el trazado de la calle 
                            Alta, y el de La Mar, emplazado sobre una 
                            playa, en la zona que hoy conocemos como calle del 
                            Arrabal.  
                          La calle Alta se llamaba Fuera de la Puerta 
                            en el siglo XVI y también figuraba como Rúa 
                            Mayor o San Pedro. Al dividir la ciudad en distritos 
                            en 1845 ya se la llamó Alta. La calle Alta 
                            fue en sus principios uno de los dos barrios de pescadores 
                            que no tenían cabida dentro de la muralla de 
                            la villa. Muy cerca se abría la puerta de San 
                            Pedro, por la cual bajaban hacia la cuesta del Hospital 
                            los carros y arrieros. A partir de la iglesia de Consolación 
                            comienza la prolongación de la calle Alta hasta 
                            Cuatro Caminos. Antiguamente se llamaba a este trozo 
                            Calzadas Altas y era uno de los principales 
                            caminos de acceso a la ciudad. La calle tenía 
                            gran cantidad de tabernas y cafetines. 
                            Toda la calle tenía huertas y pequeñas 
                            casas a lo largo de su recorrido, junto con alguna 
                            fábrica de cueros. Ya en el siglo XIX se construyó 
                            al final de la calle un edificio llamado de Exposiciones 
                            que se utilizaba para celebrar certámenes de 
                            ganadería, agricultura y jardinería 
                            y para mítines. En el solar del Edificio de 
                            Exposiciones se construyó el colegio Ramón 
                            Pelayo. También estaban en la calle Alta el 
                            convento de Santa Cruz convertido en fábrica 
                            de Tabacos en 1837, y el Hospital de San Rafael, que 
                            hoy es el edificio del Parlamento de Cantabria.  
                          Más allá, en el lugar de la Peña 
                            del Cuervo, se fundó el primer cementerio municipal 
                            llamado de San Fernando. Fue cerrado al inaugurarse 
                            el cementerio de Ciriego y en los terrenos que ocupaba 
                            se construyó la cárcel provincial en 
                            1935. En 1928 se inaugura el cuartel de la Guardia 
                            Civil y también fue edificado el Asilo de la 
                            Caridad. Pereda describió todo el ambiente 
                            de esta calle de pescadores para que su recuerdo no 
                            se perdiese. En la novela 'Sotileza' 
                            describe a tipos populares que vivieron en ese barrio 
                            (el padre Apolinar, Silda, Cleto, la Sargüeta...) 
                           
                          
                             
                              |   | 
                             
                             
                              Personajes de 
                                  'Sotileza' en el mural realizado por José 
                                  Ramón Sánchez en la calle Alta. 
                                  A la derecha, el padre Apolinar.  | 
                             
                           
                             
                          2. - El Paredón del Cabildo Alto 
                           El Paredón tuvo un papel muy importante 
                            en la historia de la calle Alta. Estaba situado al 
                            final de la calle Rúa Mayor y a partir de allí 
                            se iniciaba la calle Alta. Tenía una barandilla 
                            y unas escaleras que llevaban hasta el mar donde los 
                            marineros atracaban sus embarcaciones. En la plazoleta 
                            superior celebraban sus reuniones el cabildo de Mareantes 
                            de San Pedro o de Arriba, al aire libre o en la taberna 
                            del tío Sevilla, según cuenta Pereda 
                            en 'Sotileza'.  
                            La escalera que unía la plaza superior del 
                            Paredón con el muelle donde los marineros amarraban 
                            sus barcos estaba en muy mal estado, existía 
                            el peligro de que las piedras del paredón cayesen 
                            sobre los marineros. Estos piden al Ayuntamiento que 
                            arregle el muro, solicitando construir una rampa para 
                            que los marineros puedan acceder con facilidad a sus 
                            embarcaciones. 
                           Durante todo el siglo XIX se hicieron proyectos 
                            para hacer esta rampa que uniera la parte baja de 
                            la ciudad con el barrio callealtero, pero todos son 
                            desechados por el Ayuntamiento. Por fin, en 1883 se 
                            da la solución definitiva, una rampa con varias 
                            curvas que se adapta a la subida del terreno. La obra 
                            se realizó estando de alcalde Marcelino Menéndez 
                            Pintado, el padre de Menéndez Pelayo. Tardó 
                            en construirse de 1885 a 1887 y para la época 
                            fue una obra de gran importancia. 
                            Durante estos meses en la ciudad de Santander aparece 
                            la novela Sotileza. En esta novela aparecen 
                            personajes del barrio del Cabildo Alto, que existieron 
                            en realidad, y que la gente de Santander conocía. 
                            Por eso decidieron poner el nombre de Sotileza a la 
                            rampa. Así aparece en la placa que colocaron 
                            en el muro de la primera curva. El Paredón 
                            del Alta existe todavía con el mismo nombre. 
                             
                            Cuando se fue rellenando el terreno ganado al mar 
                            de las zona de las estaciones, los marineros tuvieron 
                            que abandonar el embarcadero al pie del Paredón, 
                            llamado el Dueso, que era una playa que se extendía 
                            hasta los pies de los muros de la catedral. Cuando 
                            se estaban rellenando los terrenos ocupados al mar 
                            existía la costumbre de tirar desde lo alto 
                            del Paredón escombros y basuras para contribuir 
                            a la desecación de las marismas que rodeaban 
                            las vías del ferrocarril del Norte.  
                             
                            3. - Castillo de Santander 
                           Se levantaba sobre el extremo del cerro de Somorrostro, 
                            encima del solar que ocupa actualmente el Banco de 
                            España. Era un edificio en forma cuadrada, 
                            las esquinas estaban reforzadas por seis cubos macizos. 
                            El castillo era la prolongación de la muralla 
                            y el primer elemento defensivo que veían los 
                            barcos al entrar en la bahía de Santander. 
                            Durante bastante tiempo estuvo bastante deteriorado 
                            y finalmente se decidió derribarlo. El derribo 
                            comenzó en 1896, utilizándose las piedras 
                            para el relleno de la Dársena Grande, actualmente 
                            convertida en los Jardines de Pereda 
                          4. - Nuestra Señora de la Consolación 
                           La Iglesia de Consolación está situada 
                            en el solar de la torre de un noble que habitaba allí. 
                            Es una iglesia sencilla, como correspondía 
                            a un barrio de pescadores. Se trata de un edificio 
                            de una sola nave con crucero. Fue realizada por el 
                            maestro cantero Francisco Pérez del Hoyo entre 
                            1772 y 1774. El exterior se compone de dos partes: 
                            un primer cuerpo de piedra de sillería con 
                            un arco, donde se encuentra la puerta. A los lados 
                            adornan pilastras adosadas. Sobre la puerta existe 
                            una hornacina de piedra. Tiene un segundo cuerpo compuesto 
                            por una espadaña donde se colocaban las campanas. 
                            En esta iglesia fue bautizado Marcelino Menéndez 
                            Pelayo, que nació en una casa próxima. 
                           
                          5. - Convento de Santa Cruz de Monte Calvario 
                           El convento de Santa Cruz es uno de los edificios 
                            más representativos de la calle Alta. Fue comenzado 
                            a mitad del siglo XVII y en él vivió 
                            la comunidad de monjas Clarisas hasta 1835. 
                            El primer convento de Santander parece ser que en 
                            un principió se estableció fuera de 
                            los muros de la villa, hasta que en 1323 se edificó 
                            uno nuevo dentro del recinto de la villa en la cuesta 
                            de Santa Clara. Fue en tiempos de la desamortización 
                            de Mendizábal, cuando las comunidades de monjas 
                            de la calle Santa Clara y de la calle Alta tuvieron 
                            que irse al viejo convento de Dominicos de Santillana 
                            del Mar, donde vivieron juntas ambas comunidades durante 
                            ochenta y un años, hasta 1918. 
                            El edificio de la calle Alta comenzó a construirse 
                            en 1641 bajo la dirección de Fray Lorenzo de 
                            Jorganes. Era un edificio muy sencillo en el exterior 
                            y con una cúpula en la capilla. Los maestros 
                            canteros fueron Vicente Herrera y Juan de Pontón. 
                            El convento fue fundado por María de Oquendo, 
                            inaugurándose el 6 de noviembre de 1656. La 
                            comunidad permaneció en el convento casi 180 
                            años, hasta que a principios del siglo XIX 
                            comienzan a tener dificultades, ya que en este tiempo 
                            se buscaba un emplazamiento adecuado para instalar 
                            una fábrica de tabacos. De esta manera, en 
                            1835 las religiosas serían expulsadas del convento 
                            con el fin de acondicionar el mismo para sus nuevas 
                            funciones de fábrica. 
                          5. - Hospital de la Santa Misericordia 
                           Fue lugar de asistencia durante todo el siglo XVII 
                            hasta la inauguración del nuevo Hospital que 
                            se conocería por San Rafael en 1791. El Hospital 
                            dependía de la iglesia colegial y de una Cofradía 
                            llamada de la Santa Misericordia. Contaba con un cirujano, 
                            un médico y un sangrador. Su carácter 
                            más que médico debía ser principalmente 
                            benéfico.  
                            El viejo Hospital de la Misericordia se remodela bajo 
                            la dirección del segundo obispo de la ciudad, 
                            Francisco Lasso Santos, y se redactan de forma definitiva 
                            los estatutos por los que ha de regirse la hermandad 
                            que dirige el hospital y se dicen las funciones del 
                            mismo, así como las obligaciones de cada uno 
                            de sus miembros.  
                            En 1787, la situación del hospital era mala, 
                            de forma que era necesaria la construcción 
                            de otro nuevo, dado el número de enfermos que 
                            acudían a la villa y su demarcación. 
                          
                             
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                              Fachada del 
                                  Parlamento, antiguo Hospital de San Rafael.  | 
                             
                           
                            
                           6. - Hospital de San Rafael 
                           El hospital de San Rafael en las Calzadas Altas 
                            es hoy uno de los edificios conservados más 
                            antiguos de Santander.  
                            El año 1791 marca el fin del hospital de la 
                            Misericordia y el inicio del proyecto del hospital 
                            de San Rafael. El obispo de Santander, Rafael Menéndez 
                            de Luarca, hace una circular en la que pide ayuda 
                            económica para poder construir el nuevo hospital. 
                            En ella dice que el antiguo hospital contaba solamente 
                            con quince camas y que el estado del edificio era 
                            muy malo. El hospital contaba con una serie de normas 
                            de tipo religioso y prácticas religiosas de 
                            misa y rosario.  
                          El edificio fue construido por el arquitecto municipal 
                            José Alday Fernández y se puso como 
                            patrón a San Rafael Arcángel. El hospital 
                            es un edificio funcional con fachada de piedra, con 
                            nueve arcos que forman un soportal, tiene ocho ventanas 
                            y sobre la entrada un hueco vacío para la colocación 
                            de alguna imagen. La entrada da directamente a un 
                            patio.  
                            En el primer tercio del siglo XIX el hospital se va 
                            transformando y además se utiliza como asilo, 
                            hospicio, casa de maternidad y de pobres. La casa 
                            estaba dividida en tres secciones: para mujeres, hombres 
                            y niños. A ella acudían pobres de la 
                            ciudad y de los lugares de Cueto, Peñacastillo, 
                            Monte y San Román. El hospital tenía 
                            también una capilla en la planta baja, huerta 
                            y jardín, así como un pozo y un aljibe. 
                            Las hermanas de la Caridad se hacen cargo del hospital 
                            desde 1847. 
                            En 1928 el Hospital de San Rafael fue cerrado, quedando 
                            el edificio sin uso, ya que se había empezado 
                            a construir la Casa de Salud Valdecilla. En 1982 la 
                            Asamblea Regional de Cantabria organizó un 
                            concurso para rehabilitar el edificio y convertirlo 
                            en su lugar de trabajo. Entre los trabajos se elige 
                            el de los arquitectos José Manuel Sanz y Juan 
                            López-Riobó, quienes hacen la restauración. 
                            En la actualidad acoge el Parlamento de Cantabria. 
                          7. - Catedral de Santander 
                           La Catedral de Santander, dedicada a Nuestra Señora 
                            de la Asunción, fue levantada en el siglo XIV 
                            y es uno de los monumentos más antiguos de 
                            la Ciudad. Se encuentra sobre la ladera norte del 
                            antiguo cerro de Somorrostro. En la Edad Media, en 
                            el mismo lugar, se alzó la ermita de San Emeterio 
                            y San Celedonio, sobre la cual se fundó en 
                            791 una abadía que se convirtió en colegiata 
                            en 1131 Unos años después, el rey Alfonso 
                            VIII, al igual que hizo con otras villas de costa, 
                            concedió a Santander el fuero de Sahagún 
                            que daba grandes poderes al abad de San Emeterio. 
                             
                            En aquella época, entre los siglos XII al XIII, 
                            comenzó la construcción de la iglesia 
                            baja, la llamada Cripta del Cristo. Esta se encuentra 
                            situada bajo los suelos de la Catedral. Su construcción 
                            se realizó a lo largo del siglo XIII y es el 
                            monumento más antiguo de la ciudad. 
                            Entre una serie de excavaciones que se realizaron 
                            se descubrieron unas ruinas romanas y una fortificación 
                            de los siglos I al IV. También por debajo del 
                            suelo de la Cripta fueron encontradas en el siglo 
                            XVI las reliquias de San Emeterio y de San Celedonio, 
                            patrones de Santander. 
                          La arquitectura de la catedral es de estilo gótico, 
                            tiene tres naves, siendo la central más ancha 
                            y alta que las laterales, separadas por pilares de 
                            gran altura. En su interior se guarda el sepulcro 
                            de Marcelino Menéndez Pelayo. 
                            A lo largo de su historia ha sido reconstruida en 
                            numerosas ocasiones, sobre todo debido al incendio 
                            sufrido por la ciudad en el año 1941, en el 
                            que se quemó la mayor parte del centro histórico 
                            de la ciudad. En este incendio se dañó 
                            mucho la iglesia alta, derrumbándose sus bóvedas 
                            y salvándose solamente los muros del exterior. 
                            Toda la catedral tuvo que ser restaurada, cambiándose 
                            la cabecera y poniéndose un nuevo crucero. 
                          El Cabildo de Arriba en la actualidad 
                          Después de muchos siglos, el barrio del Cabildo 
                            de Arriba está cada vez más deteriorado. 
                            Las antiguas casas donde vivían los pescadores 
                            no han sido arregladas desde hace siglos y están 
                            cayéndose a pedazos. La gente de Santander 
                            prefiere vivir en urbanizaciones modernas y no rehabilitar 
                            estas casas tan viejas, por lo que actualmente la 
                            población que vive en la zona son gente mayor 
                            que ha heredado las casas de sus padres o de sus abuelos 
                            y también inmigrantes que encuentran en esta 
                            zona tan envejecida viviendas más baratas que 
                            en el resto de la ciudad. 
                          
                            
                              Por todo esto 
                                  al viejo Cabildo de Arriba ha acudido gente 
                                  marginal, delincuentes..., lo que hace que la 
                                  gente que vive desde toda la vida en este barrio 
                                  se encuentre desprotegida y a veces decida abandonarlo. 
                                Por si fuera poco, en los últimos años 
                                  se han derrumbado varias casas de la zona, lo 
                                  que ha hecho que todos los vecinos estén 
                                  muy preocupados por esta situación. Muchos 
                                  llegan a pensar que los políticos quieren 
                                  dejar que su barrio se caiga a pedazos, para 
                                  construir en su lugar modernos edificios y viviendas 
                                  de lujo en el centro de la ciudad.  | 
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                            Los vecinos del barrio decidieron presentar sus quejas 
                            al Ayuntamiento y al Gobierno de Cantabria y, después 
                            de pelear mucho, han logrado que los políticos 
                            se pongan de acuerdo y que se haya aprobado un plan 
                            ARI (Área de Rehabilitación Integral) 
                            para todo el barrio.  
                            El Cabildo de Arriba es la primera zona de Cantabria 
                            en contar con los beneficios que supone un ARI. Esto 
                            significa que el Ministerio de Vivienda da un presupuesto 
                            económico especial para arreglar centros históricos 
                            deteriorados o barrios degradados dando subvenciones 
                            públicas para la reforma de viviendas antiguas. 
                            Los vecinos del Cabildo Alto piensan que la ciudad 
                            de Santander tiene ahora la oportunidad de salvar 
                            el Cabildo y que la ciudad tenga un centro digno. 
                            Además si el plan va por buen camino, otros 
                            muchos barrios de la ciudad podrían beneficiarse 
                            de estos planes. 
                           
                           
                            
                          BIBLIOGRAFÍA 
                           
                            - GRAN Enciclopedia de Cantabria.  
                            Santander: Editorial Cantabria, 1985. 11 tomos. 
                            - MARTÍNEZ VARA, Tomás. 'Santander de 
                            villa a ciudad'.  
                            Santander: Ayuntamiento, 1983. 
                            - SIMÓN CABARGA, José. 'Evocación 
                            de la vieja puebla'.  
                            Santander: Estudio, 1982.  
                            - SIMÓN CABARGA, José. 'Santander: Biografía 
                            de una ciudad'.  
                            Santander: Estudio, 1981.  
                            - SIMÓN CABARGA, José. 'Santander en 
                            la historia de sus calles'.  
                            Santander: Diputación Provincial, 1980.  
                           
                            
                          
                             
                               
                                    
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