Durante 
                            todo el mes de febrero se ha cuestionado hasta dónde 
                            puede y/o debe llegar la libertad de expresión 
                            de la que gozan nuestros medios de comunicación, 
                            y esto desde la publicación de unas viñetas 
                            por un periódico danés representando 
                            al profeta Mahoma de una forma un tanto cómica 
                            para nosotros, pero impropio e incluso prohibido según 
                            algunas interpretaciones del Islam. La ofensa que 
                            supone dichas viñetas ha desatado la ira de 
                            los musulmanes con una escalada de tensión 
                            y una ola de protestas sin precedentes. 
                          
                             
                               | 
                             
                             
                               Los musulmanes 
                                  protestan contra los dibujos publicados.  | 
                             
                           
                          Las polémicas caricaturas 
                            con el rostro del profeta Mahoma, realizadas por un 
                            ilustrador danés y poco después expuestas 
                            en el diario matutino Jyllands-Posten, fueron 
                            publicadas el pasado 30 de septiembre del 2005, con 
                            motivo de un debate sobre la libertad de expresión. 
                            La redacción del diario era consciente de que 
                            estos dibujos provocarían la reacción 
                            de algunos grupos, como por ejemplo la viñeta 
                            que representa Mahoma con una bomba a modo de turbante 
                            y que desde el punto de vista del editor no era más 
                            que una representación del propio abuso de 
                            los fundamentalistas de la imagen de Mahoma. Pero 
                            también hay que señalar que en Dinamarca 
                            es común la interpretación de autoridades 
                            políticas y religiosas por parte de los ilustradores, 
                            a menudo de forma satírica a pesar de las posibles 
                            reacciones. 
                           Y así es. Estas viñetas 
                            han provocado en el mundo musulmán una virulenta 
                            reacción y una grave crisis entre el Islam 
                            y Occidente. 
                            Esta respuesta del mundo musulmán, que considera 
                            un sacrilegio de la imagen del sagrado profeta en 
                            los medios y que les culpan de usar la libertad de 
                            expresión como pretexto para difamar su religión, 
                            está siendo más violenta de lo esperado, 
                            con llamamientos al boicot comercial de productos 
                            daneses y protestas masivas donde se han quemado banderas 
                            europeas y, donde se ha amenazado los intereses europeos. 
                            La más grave la han formulado los milicianos 
                            palestinos de los Comités de Resistencia Popular 
                            y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, 
                            que amenazaron en atacar en menos de dos días 
                            objetivos de Francia, Dinamarca y Noruega, los países 
                            donde se han publicado estas viñetas. Las protestas 
                            se han repetido a lo largo del mes de enero y febrero 
                            en todo el mundo musulmán: Libia, Siria, Egipto, 
                            Marruecos... que consideran "ultrajantes" 
                            las caricaturas y una ofensa hacia el sentimiento 
                            musulmán. 
                          
                             
                               | 
                             
                             
                               Las mujeres 
                                  también han participado en las manifestaciones. 
                                  | 
                             
                           
                          A pesar de estos acontecimientos, 
                            en los medios de comunicación se desató 
                            una corriente de solidaridad; una multitud de medios 
                            de comunicación europeos han continuado expresando 
                            su solidaridad con el diario danés Jyllands-Posten. 
                            El francés Le Monde aseguró 
                            que en una democracia el derecho a analizar, criticar, 
                            e incluso ridiculizar las ideologías políticas 
                            es igualmente extensible a las creencias religiosas; 
                            la BBC británica dio un paso adelante y anunció 
                            la difusión de dichas imágenes tan polémicas 
                            de "forma responsable" y "en contexto", 
                            con el único objetivo de que los telespectadores 
                            "puedan entender por qué su publicación 
                            ha provocado emociones tan intensas" y de esta 
                            misma forma fueron difundidas por parte de otra cadena 
                            británica. 
                            En un primer tiempo el editor del diario danés 
                            aseguraba que no iba a pronunciar una disculpa al 
                            mundo musulmán por la publicación de 
                            las doce caricaturas del profeta basándose 
                            en que sería "defraudar a las muchas generaciones 
                            anteriores que lucharon por la libertad de expresión". 
                            Pero esto cambió a inicios del mes de febrero; 
                            el editor de dicho periódico se decidió 
                            a ofrecer una pequeña contribución e 
                            hizo pública una disculpa por haber herido 
                            los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo, 
                            pero siguió diciendo que "lo primero es 
                            que mantenemos nuestra libertad de expresión. 
                            Nunca nos disculparemos por eso. Por lo tanto, no 
                            podemos disculparnos por publicar las caricaturas. 
                            Por otro lado lamentamos haber ofendido a todos los 
                            musulmanes que se vieron ofendidos. La única 
                            novedad es que ahora hemos añadido una disculpa 
                            a la segunda parte". Estas fueron las palabras 
                            citadas por el editor Carsten Juste del diario Jyllands-Posten, 
                            quien probablemente tuvo que sopesar la inminente 
                            amenaza que corrían los ciudadanos daneses 
                            en Oriente Próximo y de una forma ayudar a 
                            solucionar un problema cada vez más violento. 
                             
                            Ante este conflicto de viñetas otros 
                            países ajenos a ello se pronunciaron, como 
                            es el caso de Estados Unidos, condenando las viñetas 
                            de Mahoma ya que son "ofensivas para los musulmanes" 
                            o también Gran Bretaña, declarando que 
                            la publicación de dichas imágenes es 
                            "realmente insultante" ; así pues, 
                            Bruselas ha apelado a la sensibilidad hacia el mundo 
                            islámico para evitar mayores altercados y reconducir 
                            la crisis en este complicado ejercicio de equilibrio 
                            entre el respeto a las identidades religiosas y la 
                            libertad de expresión; La ONU pide que la libertad 
                            de expresión no choque con el respeto a las 
                            religiones. 
                          Con esta diversidad de opinión, el debate 
                            queda abierto: Libertad de expresión cueste 
                            lo que cueste o respeto a los dogmas religiosos, las 
                            tradiciones y los hábitos, aunque nuestras 
                            sociedades queden en un punto muerto. 
                            No obstante, sea cual sea nuestra opinión al 
                            respecto, no podemos quedar ajenos a lo que encumbre 
                            todo esto, por una parte una clara postura en expresar 
                            lo que muchos sienten hacia la religión islámica 
                            y, por otra, el respaldo de esta publicación 
                            para realizar todo tipo de protestas en contra del 
                            mundo Occidental sirviéndose del nombre del 
                            profeta para colmar un vaso peligrosamente ya lleno. 
                          
                            
                          
                             
                               
                                    
                                    SUBIR 
                                  | 
                             
                           
                          
                         |