Aunque ya ha pasado un tiempo
desde que acudimos a pasar una jornada en el seminario
de Corbán, siempre es una suerte poder compartir
con los compañeros y profesores un día
diferente, sin clases y de otra manera. Si os gusta
nuestra propuesta os invitamos a que la propongáis
en vuestros centros.
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En el patio
de Corbán, comenzando la jornada. |
Los alumnos de 4ºB ESO del
colegio Santa María Micaela fueron recientemente,
un año más, a una convivencia en el
seminario de Corbán acompañados de sus
tutoras Beatriz y Blanca Esther. Este año nos
pareció la mejor convivencia de nuestra vida,
sería porque era la última convivencia
juntos o porque este año los temas que tratamos
fueron mejores.
A las diez de la mañana fuimos
en el autobús municipal (el número dos)
de Santander a Corbán, pensando que para lo
único que servía ese día era
para perder clase. Cuando llegamos al monasterio lo
primero que hicimos fue hacer un círculo entre
todos alrededor de Ricardo (el sacerdote de la parroquia
de nuestro colegio, que era el que organizaba las
convivencias) en el patio central. Nos propuso una
tarea y es que pensásemos en una palabra que
definiese la vida para después comentarlo en
voz alta, algunos dijeron que era como el día,
como el mar, un camino, una caja de bombones, una
rueda, diversión…
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Escribimos en
un cartel qué es para nosotros la vida. |
Después de ir diciendo cada
uno la palabra con la que identificaba la vida también
decía el por qué. Al final de esta conversación
nos conocimos más a fondo ya que sabíamos
lo que significaba la vida para cada uno de nuestros
compañeros.
A continuación fuimos a ver una película,
La vida es bella, que en mi opinión
fue la mejor que hemos visto durante nuestras numerosas
convivencias en Corbán. Después de verla
la comentamos e hicimos una gran pancarta en la que
reflejamos las principales ideas que transmitía
esa película.
Cuando llegó la hora de comer,
ya que hacía un día muy bueno, salimos
a un campo que rodea al monasterio. Allí algunos
jugaron al fútbol, otros a las cartas…
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La jornada incluyó
una visita a las estancias del monasterio. |
legó la tarde y, a diferencia
de otros años, unos seminaristas nos enseñaron
las diferentes estancias del monasterio, también
nos enseñaron una sala llena de cuadros que
representaban diferentes hechos narrados en la Biblia.
Lo que más nos gustó de la visita al
interior del monasterio fue una sala con animales
disecados e instrumentos de física y química.
Después los seminaristas nos comentaron por
qué querían ser sacerdote y les hicimos
algunas preguntas.
Finalmente a las cinco de la
tarde regresamos al colegio en el autobús municipal.
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