|   Los días 27 y 28 
                            de noviembre de 2015, tuvo lugar la gran recogida 
                            del Banco de Alimentos de Cantabria. Se llevó 
                            a cabo, como todas las tareas de esta asociación, 
                            a través de voluntarios. Un año más, 
                            41 estudiantes del IES José Mª de Pereda, 
                            desde 3º de la ESO a 2º de Bachillerato, 
                            participaron en las labores de recogida en Santander. 
                             
                           
                          
                          
                             
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                              Preparadas para 
                                  la recogida de alimentos.   | 
                             
                           
                           
                            Los supermercados 'El Árbol' de la calle San 
                            Fernando y 'Lupa' de Numancia ofrecieron sus instalaciones 
                            para albergar las cajas de colecta y a los voluntarios. 
                            Nuestra labor era informar a la gente de la campaña 
                            e invitarles a participar. El resultado de los dos 
                            días de intensa recogida, dedicación 
                            y esfuerzo fueron los casi 3.230 kg obtenidos gracias 
                            a la colaboración de la gente. El total recaudado 
                            en Cantabria rozaba los 200.000 kg. Es un dato extraordinario 
                            y del que podemos estar satisfechos. Los alimentos 
                            se repartirán a través de 160 entidades 
                            benéficas a las familias más desfavorecidas 
                            de nuestra región.  
                          Una de las alumnas, Ámbar 
                            Pérez, comparte su experiencia: "Es muy 
                            gratificante, la gente ayuda muchísimo (...) 
                            Siempre hay alguna que otra persona que piensa que 
                            es en beneficio propio (...) pero son gajes del oficio. 
                            Aún así la mayoría se mostraba 
                            muy solidaria y entusiasta con la iniciativa". 
                            Comentando anécdotas, encontramos algunas en 
                            la que se mezclan la empatía, las lágrimas 
                            y la esperanza. "Una señora nos dijo que 
                            colaboraba con varias fundaciones del mismo tipo, 
                            y que ojalá pudiera ayudar más. (...) 
                            Nos hizo ver nuestra suerte teniendo todo lo que tenemos. 
                            (...) Al final nos hizo llorar a todos y acabamos 
                            dándole un abrazo" explica la alumna. 
                            Otros nos cuentan que recibieron comentarios como 
                            " ¿Cómo voy a ayudar yo, si al 
                            que me tienen que ayudar es a mí?" o "Ojalá 
                            les pudiera ayudar, pero no tengo ni para mí", 
                            que les dejaron un amargo sabor de boca y les mostraron 
                            que la realidad es más cruda de lo que podemos 
                            pensar. Y es que todos aprendemos de esta conmovedora 
                            experiencia. "Te sientes bien pudiendo ayudar" 
                            afirma Denisa Bejan, otra de las voluntarias.  
                          
                             
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                              Solidarias con 
                                  el Banco de Alimentos.   | 
                             
                           
                          "En nuestro grupo marchó 
                            muy bien la recogida. A diferencia del año 
                            pasado, se donó bastante alimento infantil 
                            (...) Había mucha gente que venía exclusivamente 
                            para comprar y donar e incluso nos daban el dinero 
                            para que lo comprásemos nosotras. (...) Es 
                            un trabajo cansado pero es bastante gratificante" 
                            explica Julia Gutiérrez.  
                           Fue, un año más, 
                            una bonita experiencia y sin duda en la que satisface 
                            participar como voluntario. Es importante contribuir 
                            a estas causas, hacer ver a la gente que el problema 
                            es real y ayudar a que las necesidades que no siempre 
                            nos apremian a todos pasen así a formar parte 
                            de nuestro día a día. Resulta imprescindible 
                            para esto sacar el problema a la calle, mostrar las 
                            desigualdades de la sociedad, no siempre del todo 
                            evidentes. Así es como se consigue involucrar, 
                            concienciar a la gente de que se necesita ayuda, y 
                            la suya es imprescindible. Poco a poco los logros 
                            irán creciendo, y confiemos en que todos nuestros 
                            pequeños gestos ayuden a forjar una sociedad 
                            mejor, más justa; más humana. 
                            
                            
                          
                          
                             
                               
                                    
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