Para el letón Andris
Piebalgs la crisis está afectando a este
conjunto de políticas al igual que al
resto de las acciones comunitarias, si bien
aquellas actuaciones desarrolladas por empresas
u organismos privados se están resintiendo
más profundamente, ya que las empresas
no pueden financiar muchos de los proyectos
en que antes complementaban los fondos que ofrecen
los organismos públicos, fondos recortados
para el periodo 2014-2020 en el Consejo Europeo
de febrero. El comisario Piebalgs reconoce que
la situación es especialmente preocupante
en España, el país de la UE que
más redujo en 2012 la ayuda oficial al
desarrollo, de acuerdo con los datos de la OCDE.
"Comprendemos que está en una situación
económica muy complicada pero, al igual
que el resto de los países de la UE,
España se comprometió a destinar,
para 2015, el 0,7% de su PIB a proyectos de
ayuda al desarrollo, y confiamos en que pueda
mantener este compromiso".
Pese al cambio
de circunstancias y el empeoramiento de la situación
social en países como Bulgaria, Grecia
o España, los programas de desarrollo
no van a contemplar actuaciones en territorio
comunitario pese a la grave situación
de los colectivos de inmigrantes, ámbito
que, según afirma Pielbags, queda cubierto
por la política regional y social, pese
a que otros interlocutores europeos nos han
reconocido que tal política es muy endeble,
entrando dentro de las actuaciones de los estados.
Sin embargo, son precisamente los estados más
afectados por los recortes presupuestarios los
que más afrontan las consecuencias de
la crisis y los que más precisan de la
solidaridad europea.
Pregunta.-
¿Cómo está afectando la
crisis a la ayuda al desarrollo?
Respuesta.- La crisis afecta
a la ayuda al desarrollo al igual que al resto
de los sectores. Sobre todo se nota en lo relativo
al sector privado, ya que las empresas no pueden
financiar tantos proyectos, complementando así
los fondos que ofrecen los organismos públicos,
como la Comisión Europea. La ayuda al
desarrollo proveniente de la Comisión
también ha sufrido los efectos de la
crisis, ya que nuestra propuesta de presupuesto
para el próximo periodo 2014-2020 se
vio recortada en el Consejo Europeo de febrero
(la reunión en la que los jefes de Estado
y de Gobierno de los estados miembros de la
Unión Europea acordaron el presupuesto
de la Comisión que ahora está
revisando el Parlamento Europeo). Y, sin embargo,
los ciudadanos europeos siguen mayoritariamente
a favor de mantener la ayuda al desarrollo (más
del 80%, de acuerdo con un sondeo del Eurobarómetro
publicado el año pasado) e incluso a
aumentarla.
P.- ¿España
está en una difícil situación?
R.- España fue el país
de la UE que más redujo en 2012 la ayuda
oficial al desarrollo, de acuerdo con los datos
de la Organización de Cooperación
y Desarrollo Económico (OCDE). Comprendemos
que está en una situación económica
muy complicada pero, al igual que el resto de
los países de la UE, España se
comprometió a destinar para 2015 el 0,7%
de su PIB a proyectos de ayuda al desarrollo
y confiamos en que pueda mantener este compromiso.
P.- ¿Cómo
afronta la UE el escaso desarrollo económico
y social de zonas de la propia Europa, como
Bulgaria, donde la gente los problemas son cada
vez mayores, o en Grecia donde la pobreza se
extiende a la mitad de la población?
R.- La política al desarrollo
como tal se focaliza principalmente en la lucha
contra la pobreza extrema en los países
en desarrollo que no son miembros de la UE.
Para fomentar el crecimiento económico
y el desarrollo específico en los países
de la UE y luchar contra la pobreza dentro de
la UE existen otras políticas comunitarias
como la de Asuntos Económicos y Monetarios,
o la Política regional y social.
P.- La UE
tiene un plan de desarrollo 2014-2020, que incluye
buena gobernanza, politicas migratorias, etc,
¿Cuánto de eso cree que va a poder
cumplirse? ¿Cuál será la
participación de los países europeos?
R.- Los detalles sobre las
prioridades de la política comunitaria
de desarrollo en el futuro están aún
por decidirse. En 2015 los Objetivos de Desarrollo
del Milenio, establecidos por Naciones Unidas
en el año 2000, llegarán a su
fin. Algunos de los objetivos se han cumplido
ya antes de la fecha límite, como por
ejemplo el referente a aumentar al acceso a
agua potable en los países en vías
de desarrollo. Entre 2004 y 2010 la ayuda al
desarrollo ha permitido, entre otros ejemplos,
proveer de acceso a agua potable a más
de 32 millones de personas, inscribir a más
de 10 millones de niños en el sistema
de educación primaria, proveer de acceso
a electricidad a más de 600.000 familias,
ayudar a vacunar contra el sarampión
a más de cinco millones niños
y proveer de terapia anti-retroviral a aproximadamente
800.000 pacientes afectados con el VIH gracias
al Fondo Global contra el Sida, la Tuberculosis
y la Malaria. Confiamos en que en los menos
de mil días que quedan hasta el fin de
los Objetivos de Desarrollo del Milenio podamos
avanzar mucho más. Este año estamos
debatiendo cuál es el marco más
apropiado para conseguir los mayores resultados
posibles de nuestra ayuda al desarrollo. El
periodo 2014-2020 hace referencia a los presupuestos
de la Unión, que se definen cada siete
años. Para el próximo período,
la participación de los estados miembros
de la UE aún no está decidida,
pero la propuesta que estos hicieron en el Consejo
de febrero es de dotar al Fondo Europeo de Desarrollo
de casi 27.000 millones de euros.