En el mundo, actualmente, como todos sabemos, hay gente muy pobre, con un nivel de vida crítico, y que lo está pasando realmente mal. Personas que todos los días se mueren de hambre, y que ven morir a sus hijos. Son gente luchadora a pesar de su baja esperanza de vida, que darían lo que fuese por conseguir un buen futuro.

Foto del mexicano Saúl Arellano sobre la pobreza.

Son felices, se conforman con poco, mientras que en otras partes del mundo se pelean por quién tiene el caballo más grande, que lo único que hacen es pedir y gastar.
Y la mayor injusticia que puede existir es la gran desigualdad que hay en el mundo. Mientras que unos se mueren de hambre y no tienen absolutamente nada, otros viven infelices acumulando cada vez más dinero para gastárselo en cosas inútiles, o incluso para ahorrarlo hasta conseguir más, son avariciosos. Y esas personas no tienen ningún tipo de sentimiento hacia aquellos que viven en la miseria.
Sí, por suerte, se recauda muchísimo dinero y muchísimas ayudas a nivel mundial, pero no lo suficiente. Y a veces, los que menos tienen son los que más ofrecen. Se nos encoge el corazón cuando vemos a un niño africano extremadamente delgado y con una expresión de tristeza en la cara. Donamos dinero a ONGs, comida, ropa, juguetes. Hay mucha variedad de sitios donde cada uno, tenga lo que tenga, puede aportar su granito de arena para aquellos que lo necesitan, que no son pocos.
Lo que se pretende con estas organizaciones es mayoritariamente alimentar, la cura de enfermedades mortales, darlos un sitio donde vivir y una escuela donde aprender para tener un futuro decente. Pero lo más sorprendente y triste de todo esto es que no todo lo que se da a las ONGs llega a su destino, y esto no se ha demostrado pero se sabe. A veces, estos bienes se quedan por el camino, cosa que es realmente injusta.

No todos los pobres se encuentran en África, también se encuentran más cerca de nosotros de lo que pensamos, hasta en nuestra propia ciudad. No hace falta donar un millón de euros, pero todos podemos ayudar con un pequeño gesto que ayudará a mucha gente y a sentirte mejor contigo mismo.

La pobreza en el mundo afecta a 1.400 personas aproximadamente, aunque ha mejorado desde 1981. Mientras que en Asia se ha reducido este número y se ha obtenido un cambio positivo para esa gente, en África y América Latina se mantiene igual.

Y en España, la pobreza sigue creciendo como consecuencia de la crisis. Esto nos explica que si no mejora la economía, cada vez habrá más gente pobre, debido al gran problema hoy en día del paro.

En resumen, vivimos en un mundo lleno de injusticia, y de desigualdad, y gracias a las ONGs podemos luchar contra ello, aunque es muy difícil, poco a poco van mejorando su calidad de vida, que en algunas zonas está por los suelos.