El pasado martes 6 de marzo los alumnos de 3º
y 4º de ESO visitamos la Central Nuclear de Santa
María de Garoña. Ésta se encuentra
en la península formada por un meandro del
río Ebro en el valle de Tobalina, provincia
de Burgos.
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El puente románico
de Frías. |
Tras dos horas de recorrido, llegamos
a la central. Marta, la persona encargada de guiar
la visita, nos condujo hasta el centro de información
de Garoña, donde contemplamos un vídeo
acerca de todos los pueblos que se encuentran en el
valle. A continuación, nos dirigimos a la planta
superior donde nos enseñó varios paneles
explicativos.
Comenzó aclarándonos
que la central es una instalación dedicada
a la producción de energía eléctrica.
El combustible que utilizan es el uranio-235, y la
forma de producción de energía eléctrica
es la fisión nuclear. Más tarde, vimos
un video sobre la producción de energía
eléctrica. Con ejemplos cotidianos, nos enseñaron
que ésta es imprescindible en nuestras vidas.
Al terminar el video, continuamos
viendo más paneles. También observamos
el proceso de obtención de energía eléctrica:
el uranio (presente en el interior de una vasija),
mediante fisión nuclear, produce calor que
se utiliza para calentar agua hasta convertirla en
vapor. Este vapor es transportado por unas tuberías
hasta una turbina donde transforma su energía
cinética en energía eléctrica.
Se trata, por tanto, de un circuito cerrado de agua
y vapor donde ningún residuo sale al exterior.
Tras esta explicación, tomamos un aperitivo
para reponer fuerzas.
Luego nos mostraron los trajes protectores
utilizados en la central y todos los mecanismos de
seguridad dispuestos en ésta. Se utilizan aparatos
llamados dosímetros, para medir la posible
exposición de los trabajadores a la radioactividad.
La visita terminó con una conexión en
directo con la sala de control del reactor. Allí
percibimos el trabajo de sus operarios y la energía
que genera la central.
Me resultó interesante conocer
cómo con tan poco de uranio obtienen tanta
cantidad de energía eléctrica. Este
tipo de energía es constante y no contamina
directamente. Por otra parte, es una energía
no renovable. Produce residuos difíciles de
gestionar debido a su radioactividad y peligrosidad.
Estos se clasifican en residuos de media y baja actividad,
que son introducidos en bidones de acero; y de alta
actividad, que son almacenados temporalmente en una
piscina de agua situada dentro de la central.
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Foto de grupo
en las instalaciones de la central de Garoña. |
Al finalizar, nos dirigimos a la
pequeña ciudad de Frías, donde comimos
todos juntos en la plaza. Después los profesores
nos propusieron realizar, por grupos, piezas de “stop
motion”. Nuestro grupo decidió realizar
las fotos en la plaza al lado de la Iglesia. Nos colocamos
uno a uno en un banco y fuimos intercambiándonos
la ropa y realizando diferentes figuras corporales.
Fue una manera divertida y entretenida de amenizar
la tarde.
A continuación tuvimos una
visita guiada por toda la ciudad. Aprendimos que Frías
es la tercera ciudad más pequeña del
mundo y la más pequeña de España.
Comenzamos observando sus características casas,
de planta baja y dos o tres alturas. Se adosan unas
a otras formando calles. Era como regresar al pasado.
Si uno cerraba los ojos se imaginaba estar viviendo
en plena Edad Media. En sus estrechas fachadas aparece
piedra de toba y entramados de madera. Algunas cuelgan
de la roca, desafiando a las leyes de la gravedad.
Otras casa cuentan con una bodega en la parte inferior
de la casa donde se obtenía el famoso vino
‘txakoli’.
Continuamos la visita observando
la Muralla de la Muela. Construida en el siglo XII,
que sirvió de defensa para la ciudad. Rodea
todo el conjunto y a su interior se podía acceder
a través de tres puertas.
Luego ascendimos hacía los
barrios altos de la ciudad, donde se asentaban las
familias adineradas. Llegamos a la Iglesia Parroquial
de San Vicente. Está ubicada en un extremo
del cortado rocoso. De su primitiva construcción
románica solo quedan algunos restos, ya que
tras la caída de su torre se levantó
una nueva.
Por último llegamos al impresionante
Castillo de Frías. Accedimos a su interior
por medio de un puente levadizo sobre su foso excavado
en la roca. Todo el perímetro del castillo
tiene altos muros, con numerosas saeteras y almenas.
Nuestra visita terminó en este agradable lugar,
donde nos dejaron ascender hasta la parte superior
de la torre del homenaje. Allí observamos las
maravillosas vistas de toda la ciudad.
Después de este gran día,
regresamos a Santander tras aprender cosas nuevas
en un lugar diferente al aula.

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