Entre las
preocupaciones de nuestros responsables municipales
el ocio de los jóvenes tiene también
importancia. El Ayuntamiento de Torrelavega, a través
de su Concejalía de Juventud y Bienestar Social,
ha organizado un ciclo de cine en el IES El Zapatón.
Son cinco las películas elegidas que se están
proyectando; son films relativamente nuevos y, aunque
todos ellos ya pasaron por el circuito comercial de
los cines convencionales, algunos ni tan siquiera
se encuentran en los videoclubes.
El día 18 de noviembre la película
elegida fue Descubriendo Nunca Jamás,
basada en la vida de J.M. Barrie, famoso dramaturgo
escocés, autor del libro Peter Pan.
Grandes actores protagonizan una historia bien contada,
donde la fantasía y la realidad se mezclan
en un relato para todos los públicos.
El viernes 25 de noviembre, se proyectó Uno
para todas, comedia juvenil del año 2005,
basada en un best seller que cuenta la historia de
un verano muy especial en la vida de cuatro amigas,
a través de unos pantalones vaqueros que cada
una de ellas llevará durante una semana. Ni
su director, ni tampoco sus protagonistas son figuras
conocidas dentro de la cinematografía.
El 1 de diciembre la película escogida fue
una coproducción británico--estadounidense,
también estrenada en 2005, que cuenta una historia
de dos hermanos que pierden a su madre y se enfrentan
a los problemas cotidianos de forma bien distinta.
Fábula infantil con gran sentido del humor,
agradable de ver. Su título: Millones.
Las películas que se verán próximamente
son Una pandilla de pelotas y Serenity,
tampoco tienen temática común con las
anteriores. La segunda, dirigida por Joss Wedon, cuenta
las aventuras de una nave de transporte galáctica
de pasajeros. Basada en una serie de telefilms norteamericana,
destaca por sus efectos especiales y pertenece al
género de ciencia-ficción.
Una pandilla de pelotas es un remake de
una película que tuvo cierto éxito en
los años 80, y que protagonizaron Walter Mattau
y Tatum O’Neal, sobre las relaciones entre un
viejo cascarrabias, ex jugador de béisbol,
que comienza a entrenar a un equipo al que, finalmente,
contagiará su entusiasmo y amor por el deporte.
Para tomar contacto con nuestro trabajo acudimos
el viernes pasado hasta el lugar de proyección
para conocer el ambiente suscitado por la iniciativa
municipal. La realidad que pudimos encontrarnos fue
decepcionante, seguro que quienes pensaron en esta
idea no esperaron una respuesta tan pobre por parte
del público. Apenas 20 ó 25 jóvenes
acudieron a cada sesión, según nos explicó
el conserje del Instituto. El salón de actos
del IES El Zapatón está relativamente
bien dotado, no es confortable, pero sí céntrico,
con un aforo superior a cien personas. La ausencia
de espectadores destacaba por encima de todo.
Por una parte, debemos preguntarnos si la organización
de estas actividades merece la pena, puesto que la
respuesta real es mínima. De otro lado, si
la inversión económica que supone su
organización es rentable. Se contrata a la
empresa vasca Irudi-Biziak para poner en marcha un
evento cuyo coste asciende a 5.000 euros. Fácilmente
podemos deducir que si a cada película acude
una media de 30 personas, cada espectador pagaría
más de 33 euros por una proyección.
Se podría, por tanto, con este dinero ir a
ver cinco películas de estreno en un cine comercial.
Así las cosas, el fracaso debemos de considerarlo
doble; de un lado económicamente su rentabilidad
no está conseguida y, de otra parte, la idea
es desechable por no haber suscitado ningún
interés especial en las personas para quienes
iba dirigida. La iniciativa es buena, pero el resultado
no lo ha sido.
Nos preguntamos cuáles han podido ser los motivos
del escaso éxito del proyecto municipal. ¿No
ha sido suficiente la publicidad empleada? ¿Quizá
el fallo ha estado en que las películas elegidas
no han sido las más atractivas? ¿Podría
achacarse el fracaso a lo poco adecuado de la elección
del lugar, del horario, etc.? ¿Son otras las
razones del desinterés?.
Realmente Torrelavega no ofrece demasiadas expectativas
a los jóvenes, y por eso nos extraña
más todavía que la oferta cinematográfica
en una ciudad en donde no existen salas de cine tenga
tan poca aceptación. Esta situación
que hemos detectado haciendo este trabajo debería
de ser objeto de debate.
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