Durante
la primera legislatura del gobierno de Rajoy se aprobó
la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad
Educativa (LOMCE) y, desde entonces, se ha ido aplicando
progresivamente en las distintas etapas educativas.
Sin embargo, en segundo de Bachillerato, cuando tocaba
sustituir la antigua PAU por las famosas “reválidas”,
a alguien le pareció mala idea y de pronto
decidió dar marcha atrás dejando a miles
de alumnos sin ninguna ley que regulase cómo
serían los procesos de admisión a la
universidad.
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Estudiantes
preparados para hacer una prueba de la PAU. |
Recientemente se ha acordado que
dicho proceso seleccionador será la EBAU:
Evaluación de Bachillerato y Acceso a la
Universidad. Sin embargo, este examen llega tarde,
ya que a estas alturas de curso aún se están
perfilando los últimos detalles.
Es por esto por lo que escribo
este artículo dedicado a todos aquellos "genios"
que habéis participado en este desastre del
que, como siempre, seremos víctimas los alumnos
que, en este caso, cursamos actualmente 2º
de Bachillerato.
En primer lugar, "gracias"
señor exministro de Educación, Cultura
y Deporte del Gobierno de España, por plantear
una ley educativa que únicamente pretendía
mejorar la posición de nuestro país
en los rankings internacionales, sin preocuparse
por los escolares a los que les cuesta seguir el
ritmo apresurado de una clase y a los que además
ustedes quitaron las ayudas y apoyos. Además,
siguiendo la línea anterior, me gustaría
"agradecerles" a nuestros gobernantes
los recortes brutales que se han llevado a cabo
en educación y cultura (no vaya a ser que
queramos aprender algo fuera de lo que ustedes dictan
en los temarios). También creo importante
"felicitarles" por su empeño en
aprobar una ley educativa ante la cual la propia
comunidad educativa se ha manifestado en contra.
Por otro lado, es importante "dar
las gracias" al gobierno regional y demás
coordinadores y encargados de sacar la EBAU adelante.
Es evidente que acordar una serie de temarios para
evitar la confusión del alumnado era una
tarea "muy complicada". Está claro
que por eso lo mejor era dejarlo todo para el último
día y hacerlo deprisa y corriendo.
Es evidente que algo han hecho
mal. Desconozco si tenían ideas maravillosas,
que por alguna circunstancia fueron incapaces de
llevar a cabo. Lo único que sé es
que, como alumno de segundo de Bachillerato que
soy, me parece una vergüenza que a mitad de
curso no supiéramos ni cómo ni de
qué se nos iba a evaluar para acceder a la
universidad. Parece que se les ha olvidado lo difícil
que es a nuestra edad escoger una carrera universitaria
(porque, desde luego, que se han lucido dejándonos
en el absoluto desconocimiento) y además
da la sensación de que nos han tratado como
a una generación perdida. Si es así,
supongo que no esperarán nada de nosotros
en un futuro, cuando tengamos que mantener las pensiones
y levantar el país que ustedes hundieron.
Sinceramente, a los únicos
a los que creo que debo dar las gracias, esta vez,
de verdad, es a aquellos profesores que, como verdaderos
amantes de su trabajo, han estado tranquilizándonos
y dándonos ánimos desde las aulas
durante todo este curso. A esos profesores que,
aunque posiblemente estuvieran aún más
desconcertados que nosotros, en todo momento han
tratado de sacarnos adelante, demostrando que en
este país aún quedan verdaderos profesionales.
Es a vosotros a los que mediante este artículo
creo necesario dar las gracias.