Todos nosotros
vivimos en una sociedad dirigida por los medios de
comunicación, la publicidad y las modas. Constantemente
nos bombardean con miles de anuncios que lo único
que intentan es persuadirnos para que compremos un
determinado producto o para que hagamos algo concreto.
Desde un punto de vista económico es una buena
estrategia pero, cuando te sitúas en el lado
de la salud y la moral, la conclusión no es
tan buena.
Pongamos un ejemplo: seguro que
alguna vez has visto campañas de moda con
modelos guapísimas y cuerpos de escándalo,
o una película con actrices de estos mismos
rasgos. Desde bien pequeñas se nos inculca
un canon de belleza irreal a través de los
medios, de las muñecas o de nuestra propia
familia. Recapitulemos, en ningún momento
he mencionado la delgadez, pero seguro que estás
pensando en ella, ¿por qué? Muy sencillo,
porque jamás has visto una modelo que no
tenga la talla 32 o una muñeca con las caderas
anchas.
No parece algo peligroso hasta que oímos
que en España hay 28.000 personas que sufren
anorexia, o que cuatro de cada cien padecen bulimia.
Además, la cifra está aumentando considerablemente.
Pero antes de continuar dejemos claro qué
son estos dos trastornos alimentarios y psicológicos.
La anorexia nerviosa se caracteriza por una gran
pérdida de peso inducida por el propio enfermo,
que va acompañada por un intenso miedo a
engordar. La bulimia se manifiesta por episodios
de ingesta descontrolada y desmesurada de alimentos.
Estos episodios vienen acompañados con una
posterior provocación de vómitos o
consumo de laxantes y sentimientos de culpabilidad,
ayuno o la realización de mucho ejercicio.
Estas dos enfermedades, como ya
comenté antes, están ligadas al estereotipo
de mujer ideal. Hoy en día una chica perfecta
tiene que ser alta y muy delgada, pero los medios
de comunicación ya se encargan de que nunca
nos veamos guapas, porque entonces ya no consumiríamos
productos de belleza y su industria se desmoronaría.
Compramos sus productos para vernos más guapas,
cuando son ellos los que nos dicen que no lo seremos
nunca. Es un círculo vicioso del que hoy
en día no podemos salir. Cara Delevingne,
actriz y ex modelo, ha intentado en innumerables
ocasiones luchar contra los estereotipos de belleza,
llegando a dejar el mundo del modelaje porque le
hizo odiar su cuerpo. Entonces, yo me pregunto,
¿por qué no dejamos de hacer caso
a la publicidad si sabemos que nos engaña
constantemente y somos nosotras mismas sin sentirnos
avergonzadas de nuestro físico?
Con toda esta presión es
normal que millones de adolescentes por todo el
mundo recurran a métodos para adelgazar tan
drásticos y peligrosos como dejar de comer
o vomitar lo que han ingerido para parecerse a sus
ídolos. La llave para eliminar de raíz
este problema está en enseñar a nuestros
hijos desde bien pequeños que tienen que
quererse tal y como son, aunque la gente les diga
lo contrario. Si todos fuéramos iguales la
belleza residiría en lo diferente, pero como
no hay dos personas idénticas, siempre querremos
parecernos a alguien que creemos que es mejor que
nosotros.
Por tanto, nunca llames gorda a
nadie porque nunca sabrás hasta qué
punto llegará para demostrarte que estás
equivocado. Las niñas no nacen odiando sus
cuerpos; es algo que, por desgracia, aprenden de
nosotros.