Grafiteros, ¿vándalos, artistas o gamberros?
Los ayuntamientos pagan al año 240.000 euros por limpiar las calles. Pintar grafiti es ilegal en muchos lugares, ponen multas e incluso penas de cárcel, especialmente en las ciudades en las que no está considerado como arte, sino como un problema. Una muestra de estas contradicciones la tenemos con los gobernantes de Torrelavega.
El devastador terremoto ocurrido en Japón y su posterior tsunami ha producido una enorme alarma seguida de intensos debates acerca de la continuidad o no del desarrollo de la energía nuclear