Pasifae,
esposa de Minos, el rey de Creta, incurrió
en la ira de Poseidón y éste, como castigo,
la condenó a dar a luz a un hijo deforme: el
Minotauro, un ser con cuerpo de hombre y cabeza de
toro. Para esconder al “monstruo”, Minos
mandó construir un laberinto, donde lo escondió
en el lugar más apartado. Así comienza
la historia, pero Pau hace una interpretación
muy peculiar.
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Enfrentamiento entre el minotauro y Teseo.
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¿Mató Teseo al Minotauro?
Unos (todos) dicen que sí, otros (casi nadie)
dicen que no. Yo digo que sí y no.
Hace mucho tiempo, Poseidón le regaló
un toro a Minos, el rey de Creta. Éste en lugar
de sacrificarlo en el honor del Dios, como prometió,
se lo quedó como recuerdo –aunque también
hay que ser poco listo para negarle algo a Poseidón,
justo el dios famoso por su mala gaita- ya que le
gustaba mucho. Pero claro, Poseidón, cómo
no, se cabreó e hizo que la mujer de Minos
se enamorase del toro -que también hay que
tener mal gusto- hasta el punto de engendrar un hijo
con él –sin comentarios-. Minos al ver
lo feo que le había salido el chiquillo –cara
toro y cuerpo de hombre- lo encerró en el laberinto.
Más tarde, unos cuantos años
más tarde, Egeo, rey de Atenas, se vio obligado
a mandar siete chicos y siete chicas al laberinto
para alimentar al hijo de la reina cretense llamado
Minotauro. Entre ellos se encontraban un joven Leónidas,
Hércules recién salido del instituto,
Teseo hijo de Egeo, castigado por su padre al haberlo
pillado fumando, y unos cuantos más.
Cuando llegaron a Creta fueron guiados
al laberinto por un tal Asterión, pero eso
es otra historia. En la entrada Leónidas le
dijo a Teseo:
- Oye, ¿puedes explicarnos
dónde está el Minotauro?. Y ¡Por
Zeus!, deja ya de fumar, cansino.
- Oye tranquilito, -responde
Teseo- cada uno tiene sus hobbies. Además
¿para qué quieres ir donde el Minotauro,
a que te descuartice?
- No podrá, soy un tipo
demasiado duro y mi poder espartano lo machacará
en segundos.
- Pues yo tiraría para
adelante – dijo Hércules- A
ver que nos encontramos.
Dicho y hecho. Los catorce chicos
se dirigieron hacia adelante. Dos días después
y con cuatro chicos y tres chicas menos encontraron
una figura a lo lejos.
- ¡¡Ehh, Ehee!! ¿Quiénes
sois?
- ¿Quién eres
túuu?
- ¡Yo me llamo Jasón!
¿Y tú?
- ¡Yo soy Teseo, príncipe
de Atenas! ¿Qué buscas aquí?
- ¡Pues yo busco el Vellocino
de oro!
- ¿Y eso qué es?
– Jasón y Teseo ya estaban cara
a cara y dejaron de gritar-
- Pues no lo sé, pero
yo lo sigo a ver si sale en mi nave, Argos.
- Y si es una nave, ¿qué
haces aquí?
- Buff, tú no sabes cómo
bebe nuestro timonel, un romano llamado Baco.
De repente, entre los muros del laberinto
se oyó un intenso ruido. Teseo asustado echó
a correr el primero, pero con eso sólo se acercaba
más al Minotauro.
Pronto chocó contra una barriga peluda. Su
dueño lo siguió corriendo y Teseo, audaz,
dijo señalando a Hércules:
- Pégale a él,
él es el que te quiere matar. Además
es un flojo y no aguanta 'na'.
El Minotauro se dirigió a
Hércules de un salto y... El resto te lo puedes
imaginar.

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