Al igual que todos los años, la primera semana de mayo celebramos las fiestas en el colegio La Salle. Afortunadamente el tiempo nos respetó, pese a que desde el lunes las previsiones para el fin de semana eran de lluvias.

Cinco alumnas posando con un profesor del colegio.

La inauguración fue una demostración de trabajo en equipo. Alumnos de Infantil de tres años junto a alumnos de 1º de Bachillerato nos dejaron con la boca abierta durante casi 15 minutos con figuras imposibles y bailes en el patio. Algo que fue posible a las profesoras de infantil, Charo y Cristina, y de Educación Física, Paloma.
Unas fiestas que contaron con los tradicionales castillos hinchables para los más peques, el concurso de cocina o los partidos de fútbol entre alumnos finalistas y profesores y alumnos de Infantil contra alumnos finalistas.

Alumnos finalistas y profesores antes de un partido.

Las eliminatorias de Playstation concentraron a los mejores jugadores de Bachillerato, mientras que los pequeños emularon a Fernando Alonso con la pista a escala de Montmelo en el Scalextric.

Preparando la mesa con mucho estilo.

Además de la paellada, en la que se sirvieron más de 600 raciones, el sábado tuvo otros grandes momentos en el patio, como el cañón de espuma, el partido entre padres y profesores o la chocolatada, que provocaron que el patio del colegio estuviera repleto de gente. Tampoco podemos dejar de lado la celebración en la iglesia de los Franciscanos donde nos dimos cita todos los alumnos, profesores y hermanos del colegio, además de un importante número de antiguos alumnos.

No faltó detalle: delantal, camping-gas ....

Otro acto bonito fue el número de los payasos solidarios. Marcos y Javi, en compañía de alumnos de 4º de ESO, nos hicieron reír a todos durante hora y media en dos sesiones diferentes. Y siguiendo con el mundo del espectáculo, hay que mencionar también las actuaciones del grupo de teatro La Salle, que interpretó el musical 'Jamás'.

El patio acogió numerosos juegos.

Sin embargo, uno de los mejores momentos fue el final de las fiestas, con una sesión de fuegos artificiales que se tiraron desde la azotea del colegio y que nos tuvieron con la boca abierta durante 15 minutos. Antes de eso tuvimos que correr delante del toro de fuego.

La clausura de las fiestas se realizó el domingo con la despedida de los alumnos finalistas de Bachillerato.