Alumnos del instituto Santa
Clara de Santander fueron de viaje de estudios a París.
Seis días disfrutando de monumentos, charlas
y paseos por la ciudad de la luz.
El viaje a Paris empezó el
sábado por la mañana a eso de las 6.
Eran unas 15 horas más o menos pero se alargó
un poco, teniendo en cuenta que nos quedamos sin gasolina
poco antes de entrar en Francia. Íbamos parando
cada tres horas, en Francia cambiamos de conductor.
El nuevo se llamaba Mohamed, y yo creo que a todos
nos cayó muy bien, una persona muy maja.
Cuando llegamos a París después
de un largo viaje era de noche, estábamos todos
muy cansados y nos dieron las llaves de las habitaciones
y nos fuimos todos. Yo iba en la habitación
con Sañudo y con Álvaro, uno de 4º.
Cuando entramos a la habitación pusimos las
maletas por allí y nos cambiamos. Nos mandaron
bajar para hablar con nosotros, nos dijeron que no
hiciésemos ruido, y que las 11 era una buena
hora para meternos en la cama a dormir. Nosotros por
ser el primer día estuvimos toda la noche en
nuestra habitación sin montar mucho ruido,
acomodándonos y haciendo un poco la comedia
por allí hasta la 1:30 más o menos.
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Desde lo alto
de la torre Eiffel. |
El domingo por la mañana nos
levantaron a las 7:30 más o menos. Fuimos en
autobús a recoger a la guía, que nos
iba explicando la mayoría de las cosas desde
el bus. Íbamos recorriendo toda la ciudad y
la guía organizaba las paradas para sacar unas
fotos o para explicar algo más a fondo. Cuando
terminó la visita guiada nos dejaron unas cuantas
horas libres para comer y nos recomendaron unos restaurantes,
pero nosotros fuimos a dar una vuelta por París
mientras comíamos unos bocadillos. Fuimos a
los Campos Elíseos, la verdad es que aquello
era alucinante, era la parte rica de París,
había de todo tiendas, coches de todo tipo,
etc... La verdad que nos quedaba bastante cerca del
punto de encuentro y tampoco nos movimos mucho. Nos
sentamos en un banco a descansar y estuvimos charlando
hasta que dieron las 4:30, que habíamos quedado
para irnos. Una cosa que nos llamó mucho la
atención fue que allí todos los días
hay gente haciendo deporte. Generalmente fuimos a
cenar a las 8 y cenábamos en un restaurante
barato. Por cierto, la comida estaba bastante mala;
de ahí sacamos la conclusión de que
bien se come bastante mal. Por suerte teníamos
algo de comida en las maletas y cuando llegamos al
hotel comimos algo. A eso de las 11 nos llamaron los
profesores para decirnos que no nos portásemos
mal, que la noche anterior habíamos armado
bastante ruido, pero la gente no se lo tomó
muy en serio porque cuando quisimos subir todo el
mundo estaba corriendo por los pasillos y armando
escándalo. Nosotros nos metimos en nuestra
habitación a hablar un poco mientras nos poníamos
el pijama y veíamos un poco la tele. La idea
de ver la tele se nos quito rápido en cuanto
nos dimos cuenta de que no había ningún
canal que se escuchara en español. Esa noche
decidimos salir a ver qué había por
ahí y fuimos a una habitación, y tuvimos
al mala suerte de que nada más entrar llamaron
los profesores y nos trabaron a todos allí.
La verdad es que nos echaron una buena bronca, para
mí exageraban bastante, pero bueno. A nosotros
nos pillaron peor todavía. Había mucha
gente corriendo por los pasillos. Nosotros nos lo
tomamos con humor y seguimos en la habitación
riéndonos.
El lunes fuimos a visitar una catedral
con la guía y también nos enseñó
una zona donde iban todos los pintores, y la verdad
aquello era espectacular la cantidad de retratos,
pintores y gente que había. Cuando terminó
la visita guiada nos dieron un par de horas libres
como de costumbre y recorrimos un poco por allí,
probamos los crêpes, que por cierto está
bien buenos y esas horas de la mañana apetecían
bastante. Después le compramos unos recuerdos
por ahí a la familia y seguimos a lo nuestro.
Por la tarde fuimos a sacarnos unas fotos en un alto
que enfocaba la torre Eiffel, salían unas fotos
muy bonitas. Por la noche después de cenar
compramos aceitunas, pepinillos, patatas para comer
algo en el hotel y cuando llegamos nos tuvimos que
quedar todos para explicar un poco lo de la noche
anterior. Subimos a la habitación y cenamos
ahí tranquilamente y nadie nos dijo nada.
El martes fue para mí sin
duda el mejor día. Por la mañana fuimos
a subir a la torre Eiffel; primero subimos a la segunda
planta y después a la tercera. Aquello sí
que era impresionante, hicimos casi dos horas de cola
pero mereció la pena porque eran unas vistas
espectaculares. Cuando bajamos justo a la hora de
comer también fuimos a dar un vuelta por París,
y nos los pasamos muy bien hablando con la gente que
no conocíamos de nada. Gracias a eso no nos
perdimos nunca y recorrimos medio París sin
problema. Por la tarde fuimos a dar un paseo en barco
por el Sena. No estaba tan bien para sacar fotos pero
también se disfrutaba bastante, porque vimos
casi todos los puentes, que son muchos y a cada cual
más bonito y original. Cuando terminó
el paseo en barco fuimos a cenar que ya esta vez no
comimos nada porque aquello estaba malísimo
(para comer bien en París o vas a un sitio
caro del centro o se come muy pero que muy mal). Total,
que cenamos en el hotel, también dejamos las
maletas preparadas porque al día siguiente
nos íbamos para Burdeos, así que aquella
noche fue, como todas las demás, tranquila.
Al día siguiente por la mañana
salimos de Paris y estuvimos toda la mañana
y un poco de la tarde en el autobús. No se
nos hizo tan largo como la ida porque esto era sólo
la mitad, y entre que hablas con uno y con otro pues
se te pasa rápido. Cuando llegamos a Burdeos
a las cinco dimos una vuelta por ahí y fuimos
a cenar. Tampoco estuvimos mucho tiempo por ahí
porque en Francia a las ocho más o menos empiezan
a cerrar, así que vimos un poco la ciudad por
nuestra cuenta y a cenar. Después de cenar,
vuelta para el hotel, que éste estaba bastante
mejor que el de París, y allí estuvimos
unos cuantos en mi habitación hasta que llegó
un profesor y nos pilló. También es
mala suerte, para dos veces que estamos todos en una
habitación nos pillan siempre... En fin, después
de eso estuve durmiendo porque Duje, que estaba en
la habitación conmigo, estaba por los pasillos
haciendo el tonto.
El jueves por la mañana salimos
de Burdeos dirección Santander y teníamos
prevista una parada para comer en un pueblo y así
lo visitábamos un poco, pero se anuló,
según los profesores, por el mal comportamiento.
En fin, que el viaje de vuelta muy bien, todo muy
tranquilo hasta que llegamos a Santander a las 5:30.
En general el viaje a París me gustó
mucho, me lo pasé muy bien.

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