Ángela 
                            analiza las 'Tentaciones de San Antonio', una de las 
                            obras realizadas por el pintor barroco francés 
                            Claude Gelleé. Es uno de los cuadros más 
                            sorprendentes de los pintados por el también 
                            conocido como Claudio de Lorena, llegando incluso 
                            a estar catalogado como obra de El Bosco por sus fantásticas 
                            imágenes. 
                          
                             
                               | 
                             
                             
                              'Tentaciones 
                                  de San Lorenzo', de Claudio de Lorena.  | 
                             
                           
                           
                             
                              Título: 'Tentaciones 
                                de San Antonio' (1634) 
                                Autor: Claudio de Lorena 
                                Características: 159 x 
                                239 cm, óleo sobre lienzo 
                                Ubicación: Museo del Prado, 
                                Madrid 
                               
                                 
                             
                           
                          BIOGRAFÍA 
                           Claude Gelleé, o Claudio 
                            de Lorena (Chamagne, cerca de Nancy, 1600-Roma 1682). 
                            Pintor francés. Tercero de los hijos de una 
                            familia muy humilde, quedó huérfano 
                            muy joven y vivió en Friburgo con el mayor 
                            de sus hermanos, que era grabador en madera. Hacia 
                            1613 marchó a Roma, donde fue criado y luego 
                            alumno del pintor Agostino Tassi. A partir de 1620 
                            realizó algunos viajes y permaneció 
                            temporadas en Nápoles, Nancy y Venecia, pero 
                            en 1626 regresó a Roma, donde permaneció 
                            hasta su muerte.  
                          Hacia 1630 conoció a Poussin, 
                            con quien le uniría una gran amistad. Por aquella 
                            época había alcanzado ya notable fama 
                            como pintor de paisajes, y hacia 1638 recibía 
                            numerosos encargos de las personalidades eclesiásticas 
                            y de la aristocracia romana. Incluso el rey de España, 
                            Felipe IV, le encargó ocho paisajes y marinas, 
                            de los que se conservan cinco en el Prado.  
                            En su pintura, además de las enseñanzas 
                            de su maestro Tassi, se aprecian influencias de los 
                            pintores flamencos y holandeses. Claudio de Lorena, 
                            que junto a Poussin ocupa un lugar destacado en la 
                            pintura francesa del siglo XVII, creó un tipo 
                            de paisaje en el que captó con gran sentido 
                            poético la variedad y la belleza de la naturaleza. 
                            La sutileza con que expresó en sus cuadros 
                            los fenómenos atmosféricos y las luces 
                            de la campiña romana no sería igualada 
                            hasta la llegada del impresionismo.  
                          
                          COMENTARIO 
                           'Las Tentaciones de San Antonio' 
                            es uno de los cuadros más sorprendentes de 
                            los pintados por Claudio de Lorena. Un árbol 
                            divide la escena en dos zonas: a la derecha se sitúa 
                            San Antonio, observando con cara de pánico 
                            las temibles tentaciones que en cualquier momento 
                            le aparecerán; tras él observamos un 
                            palacio en ruinas, iluminado por las llamas en el 
                            que juegan demonios; a la izquierda, vemos un río 
                            con un puente destruido y en el río aparecen 
                            tres barcas con demonios, uno de los cuales tira del 
                            manto del santo. Toda esta zona izquierda está 
                            iluminada por la luz lunar, obteniéndose unos 
                            magníficos brillos azul plata. Los tonos oscuros 
                            empleados y las luces -lunar y anaranjada del fuego- 
                            sitúan esta obra totalmente alejada de las 
                            típicas composiciones de Lorena como el 'Entierro 
                            de Santa Serapia' o 'Moisés salvado de las 
                            aguas'. Posiblemente el tema vendría motivado 
                            por el encargo, ya que la obra estaba destinada al 
                            Palacio del Buen Retiro de Madrid, construido en el 
                            reinado de Felipe IV, gran amante de las obras del 
                            maestro lorenés. 
                             
                           
                            
                          Más información: 
                          http://www.taller54.com/barrocoifrances.htm 
                          
                          
                          
                             
                               
                                    
                                    SUBIR 
                                  | 
                             
                            |